Capitulo 9. Confianza

Al terminar la fila nos entregan nuestros pedidos a él un paquete de choclitos y un jugo, mientras que yo pedí un salpicón.

-- ¿Y por qué la chocolatina? - pregunto una vez sentados.

-- Pues no lo sé 

-- O sea que vas regalando chocolatinas por ahí sin razón alguna, eso sí es fascinante - me sonríe y eso me hace imitarlo.

-- No, no voy regalando chocolatinas por ahí, pero..- come y vuelve a hablar - ayer compré dulces después de que hablamos, la ví y me acordé de que dijiste que tenías ganas de una y bueno la compré - alza los hombros como restándole importancia y solo puedo sonreír.

-- Que buena memoria - le pico un ojo a lo cual el sonríe y yo aprovecho su descuido para robarle un choclito.

-- Que injusta - hace un tierno puchero y solo puedo reírme de su expresión.

-- Eres todo un bebé.

-- Me robaste un choclito - vuelve a hacer su puchero y solo puedo sonreír con esa expresión tan tierna.

....

Está anocheciendo y estoy sentada en un costado de mi cama leyendo un libro, aunque si soy sincera llevo sentada aquí más de 30 minutos y lo único que hago es mirar lo poco que alcanzó a vislumbrar hacia afuera de mi casa, pues está lloviznando y se empaño un poco el vidrio. Desde que me senté aquí no pude poner atención a mi libro y es porque solo puedo pensar en el descanso que tuve hoy con Alessandro, en lo personal la pasé tan bien, olvide mis problemas y todo lo demás, en ese momento solo estaba él con su sonrisa y esa forma de contar chistes malos que dan risa, porque si, lo admito, él en muchos aspectos es perfecto pero cuenta chistes tan malos, que terminan dando risa de lo malos que son.

Hablamos de todo un poco, del colegio, nuestras rutinas, compañeros, lo que pensamos de ciertos temas como la religión y demás y me pareció que él es de esas personas con las que puedes conversar tan fácilmente - te va a herir si dejas que entre - mi querida conciencia cuánto se tardó en aparecer, aunque claro que a lo mejor tenga razón, bueno no se, no debería ni estarlo pensando solo fue una charla entre amigos y nada más. 

.... 

Al día siguiente de hablar con Alessandro fue un día muy normal, hice todo como de costumbre y ahora estoy apunto de acostarme y escucho mi celular timbrar.

Llamada entrante de Alessandro - leo la pantalla y no se que hacer - pues contestar ¿no será? - va mi conciencia okey, respiro y contesto.

-- Holi - saludo en un tono que falsamente intenta ocultar mi sorpresa por su llamada.

-- Hola - dice un muy cabizbajo Alessandro.

-- Oye ¿Que paso? 

-- Perdón por llamar de repente solo que eres de las pocas personas con las que puedo hablar.

-- Tranquilo, pero dime ¿Por qué se te oye tan apagado?

-- Pues es que... - empieza a contarme sobre su papá biologíco como lo abandonó desde niño y ahorita está pidiéndole plata a su madre para poder salir de líos en los que se metió, me cuenta que ese hombre nunca estuvo y como le da de fastidio el tener tan mal padre, lo escucho atentamente hasta que acaba y creo que su nivel de confianza es alto o confía mucho en las personas - también será que desconfías hasta de tu propia sombra y no todos son así - mi conciencia no me está queriendo últimamente. 

-- Te entiendo totalmente - digo soltando un suspiro - pero creo que no deberías odiarlo, simplemente si no lo quieres en tu vida dile que no aparezca si no es para hacer su rol de padre, dile lo que piensas.

-- Quisiera decirle lo que pienso, pero la última vez que lo ví fue hace más de un año y literalmente solo lo ví, pues no pude decirle nada.

Acabo de colgar la llamada pues son cerca de las 11 aproveche que hoy mi hermana no dormia en nuestro cuarto para hablar con él y hablamos casi por 2 horas, aunque su pregunta aún me deja pensando en si el haberle contado algo tan privado fue correcto.

Flashback - llamada con Alessandro...

-- ¿Puedo hacerte una pregunta?

-- Pues ya la hiciste.

-- Ja ja muy graciosa, ya ni digo nada - me rio de su pataleta.

-- Ayy, ya, dime Alessandro ¿Cuál es tu pregunta? - digo aún en tono burlón aunque cualquier asomo de sonrisa se va con su pregunta

-- ¿Por qué es que desconfías tanto de la gente?

-- Yo... - guardo silencio un momento y prosigo - pues no es tanto de la gente es más... - no termino de hablar pues soy interrumpida por Alessandro.

-- De los hombres - quedamos en silencio y él vuelve a hablar - es de los hombres de quienes más desconfías ¿Por qué? 

-- Pues no es más de los hombres es solo que muchas personas me han traicionado y digamos que además de eso no me gusta que alguien sepa mucho sobre mi.

-- ¿Por qué?

-- Es una historia realmente larga, yo no quiero aburrirte... 

-- no me aburres, si quieres contarme hazlo - me debato mentalmente entre contarle o no y no se que me impulsa a decirle algo que nadie sabe de mi y es el porque me da tanto miedo muchas veces el creer en alguien.

-- Pues mira... - empiezo contándole el hecho de que cuando nací mi padre no estuvo, pues él prefirió irse, como fue que crecí con mi padrastro y que aunque él me crio como una hija pues nunca se sintió igual. También le cuento como desde pequeña hasta que tuve 7 años me empeñe en sacar las mejores notas en ser una gran alumna y aprender todo lo que pudiera, porque si por ridículo que suene desde pequeña me esforcé en ser la mejor porque pensaba que si mi papá aparecía y veía como era de aplicada se iba a quedar, le cuento que el apareció a mis 7 años, semanas antes de navidad y un día antes de conocerlo mi tía me contó toda la verdad de mi padre, me contó sobre que había golpeado a mi mamá durante su relación y como casi hace que mi mamá me perdiera por sus golpes, porque si, él golpeó a mi madre y casi la tira por unas escaleras cuando aún estaba embarazada de mi, al parecer quien la salvo fue mi "abuelo" según mi tía quien llegó y detuvo a mi padre, al día siguiente cuando lo conocí, simplemente procure no juzgarlo y conocerlo y recuerdo bien todas sus promesas y esas cosas por las que me emocioné, cabe aclarar que ninguna promesa fue real pues mi última conversación con él fue 4 días antes de mi cumpleaños y recuerdo que ese día me despertó con una llamada a las 5:30 para "felicitarme por mi cumpleaños" y ni siquiera llamo el día que era, pues después de eso desapareció de mi vida sin razón alguna, me dolió recordar cómo después de eso en mi colegio para el día de los padres no quise hacer nada, pues siempre esas cosas las había hecho para mí padrastro y ese año yo había pensado hacer 2 una para mi papá y otra para mí padrastro, porque aún con todo siempre lo he querido como un papá, ese año cuando todos estaban en lo suyo yo empecé a llorar lo cual fue muy inusual, pues yo nunca lloro enfrente de nadie pero ese día mi profesora a la cual en serio quise, me saco de clases y me abrazo y estuvo conmigo hasta que me sentí mejor, pues recordaba todas las promesas que me había hecho mi papá biologíco en ese pequeño tiempo en el cual salimos como 4 veces y me dolía, yo le había creído. Después de eso las peleas con mi padrastro incrementaron pues me regañaba por cada cosa que pasaba con mi hermana, lo cual ni sentido tenía ella era apenas una bebé y si no se hacía lo que ella quería lloraba, ahí fue cuando empecé a separarme un poco de él y en el colegio no tuve amigos, las únicas dos personas a las que pensé que eran mis amigas en cuarto grado me hicieron la vida imposible he hicieron que todas las chicas de ese y tercer grado se alejaran de mi, en si yo no era de hablar con nadie y después de ellas llevar acabo su plan de excluirme de todo pues menos tenía conversaciones con alguien. Y pues a pesar de haber muchas más razones y en serio son muchas tan solo le conte esa parte, lo más importante para mí fue lo de mi papá biologíco, eso es algo que no le había dicho a nadie. Luego de haberle contado me habló sobre que muchas veces las personas no eran así que debería de aprender a confiar en alguien y hablamos un poco de otras cosas.