PRÓLOGO

Todo comenzó, como tantas historias...

Hace siglos, el mundo era un hervidero de conflictos sin fin, un escenario tumultuoso antes del surgimiento de los reinos tal como los conocemos. Pero un día, todo cambió. Un encuentro con una civilización alienígena avanzada y benevolente desencadenó una transformación que sacudió los cimientos de la historia conocida. Estos seres no vinieron con las manos vacías; trajeron consigo una tecnología avanzada para reconstruir este mundo destrozado.

Galius, un extraterrestre optó por quedarse, intrigado por la resistencia terca de los primitivos, aferrados a sus deidades olvidadas y a las reliquias del pasado. Mientras el resto de sus compañeros se iban hacia otros planetas.

Pero no se contentó con observar desde la distancia, sino que deseaba conocer más sobre los secretos ocultos de esta tierra. En su búsqueda se encontró con leyendas sobre un pasado oscuro y misterioso. Intrigado por la cultura local. Mientras investigaba, descubre notas intrigantes y escucha relatos sobre una antigua fortaleza durante una conversación con dos caminantes.

Minutos después, mientras se dirigía hacia las ruinas, reflexionó sobre la perspectiva limitada de aquellos que creían en las leyendas sobre seres monstruosos. A pesar de ser un forastero en este planeta, Galius se jactaba de conocer más sobre su realidad que aquellos locales.

Mientras sus pasos resonaban en el suelo, la inquietante pregunta retumbaba en su mente: ¿Cuál es la causa detrás de los enigmas que acechan a estas pobres mentes?

Con cada paso, la intriga de Galius crece, alimentada por la intriga. Pero cuando el misterio se despliega ante sus ojos en forma de un antiguo manuscrito materializado, su mundo se convierte en un torbellino de dudas ante lo que ve.

Una voz demoniaca susurra en su mente, desafiando toda lógica, mientras una criatura de pesadilla emerge de las páginas, desgarrando la realidad con su presencia monstruosa. En ese momento, Galius se enfrenta a una verdad brutal: la línea entre la realidad y la fantasía se desdibuja, y los secretos que yacen enterrados amenazan con consumirlo por completo.

Mientras Galius lucha por encontrar una salida de la pesadilla que desató, la realidad se retuerce y se distorsiona a su alrededor. Comprende con horror que su presencia alimenta a este ser mientras desata una tormenta de caos y destrucción. Entre los gritos de agonía antes de su muerte, observa como cientos de horribles criaturas emergen de las sombras para sembrar el terror a su paso...

En lo más profundo del bosque, el jefe del clan Ekan se inclinó en reverencia, recibiendo gestos de solidaridad por parte de sus compañeros.

─ "Recibimos el mensaje", anunció con solemnidad.

En medio de la desesperación, Ghoul, del clan Niox, compartía planes para resistir la embestida de las criaturas que amenazaban su existencia. Sabían que debían tomar decisiones estratégicas para proteger lo que quedaba de su mundo.

─ "¡Morirán!", sentenció con voz firme un anciano desde el fondo.

─ "¡Esconderse no es una opción!", interrumpió el líder de otro clan. "Prefiero luchar y morir con honor que vivir escondido en este bosque para siempre."

Una voz más se alzó entre el murmullo inquieto de los presentes: ─ "Esas bestias infernales nos exterminarán si no actuamos unidos."

Decidieron formar una expedición liderada por cuatro guerreros destacados, sin importar el clan al que pertenecieran. Cuarenta valientes se unieron a la causa, mientras otros buscaban refugio en las montañas. Prepararon sus armas y corazones para enfrentar un destino incierto, conscientes de que la esperanza era frágil pero indispensable.

La tensión era palpable en el aire mientras avanzaban hacia lo desconocido, una mezcla inquietante de incertidumbre y determinación en cada paso, conscientes del peligro que acechaba en las sombras del bosque.

De repente, un rugido estruendoso sacudió el aire, haciendo que los valientes guerreros apretaran con fuerza las empuñaduras de sus armas. El bosque, testigo silencioso de la intrusión, cobró vida ante sus ojos. La expedición, en vilo, se preparaba para lo que estaba por venir, sabiendo que el destino estaba a punto de desatar su juego mortal.

─ "¡Demonios!" ─gritó alguien.

En ese instante, una docena de criaturas monstruosas emergieron claramente ante ellos, con bocas repletas de dientes afilados como navajas, una visión que helaba la sangre y ponía a prueba la valentía de cada guerrero presente.

Con un grito que resonaba en los corazones de todos, el líder del grupo infundió coraje en sus compañeros, mientras se preparaban para el inminente enfrentamiento. La tensión en el aire se intensificó mientras ajustaban posturas y empuñaban con fuerza sus armas, listos para la batalla que se avecinaba.

En medio de la preparación frenética, una voz surgió desde el fondo del grupo, buscando orientación en medio de la incertidumbre. "¿Alguna estrategia, líder?", preguntó un joven guerrero, deseoso de guía en este momento crítico.

Otro guerrero, con destreza en sus movimientos, giró hábilmente su espada entre sus dedos, trazando arcos elegantes en el aire mientras preguntaba: "¿Estamos listos para esto?"

El grupo se separó con determinación, con el objetivo claro de alcanzar la fortaleza y cumplir su misión. Al ingresar al patio, se encontraron con bestias enormes que los desafiaban. Sin perder un instante, coordinaron sus habilidades para aturdir brevemente al enemigo, demostrando una coordinación impecable.