Es domingo en la mañana, un día soleado con vibras de armonía; en alguna parte cercana seguramente reside un fanático de Sam Smith, porque las hermosas letras y melodías de sus canciones, son lo único que puedo escuchar en los alrededores.
“¿Traerás a tu novio a casa esta navidad?”
Me muevo de un lado a otro por toda la casa, mamá me ha llamado temprano, no sé para qué; como siempre, no deja pasar ninguna oportunidad para recordarme mi trágica vida amorosa.
Cada año para estas fechas, tengo que escuchar la misma pregunta una y otra vez: “¿Traerás a alguien a casa esta navidad?” y mi respuesta siempre ha sido la misma: “No”.
Faltan dos meses para las fiestas, y en los veinticinco años de mi vida, esta es la primera vez en la que me encuentro en una relación para la época, por fin mis padres, especialmente mi madre, me dejarán en paz por un tiempo.
No crean que nunca estuve en una relación, al contrario, no tienen idea de cuántas relaciones fallidas he tenido, han sido más de las que me gustaría admitir; pero nunca pude mantener a alguien por más de dos meses, es como si tuviera algún tipo de maldición, siempre me terminan, por la misma razón; sin embargo, muy dentro de mí, debo aceptar que comprendo sus motivos.
Yo tengo un problema que necesito solucionar si quiero tener una relación duradera, pero se me ha hecho más difícil de lo que pensé.
En este momento, estoy en una relación con Alex, es el mejor novio que he tenido hasta ahora. Ha sido el más paciente conmigo.
Lo conocí en el cine, una vez que fui con mi mejor amiga al estreno de la segunda parte de “Los juegos del hambre” y ahí estaba él, sentí que hicimos clic en el momento en que nuestras miradas se cruzaron.
Me pareció demasiado apuesto, tenía más o menos mi estatura, vestía informal, una camiseta y unos jeans, al igual que yo, solo que en mi caso, mi camiseta era mucho más grande. Su cabello castaño recortado, ojos oscuros, pestañas y cejas hermosamente pobladas, piel morena, en fin, todo en él me cautivó.
Sentí un gran impulso por acercarme a él y hablarle desde el primer momento, pero mi timidez fue más fuerte. Afortunadamente, nos volvimos a topar en la salida y el resultó ser más extrovertido que yo y me habló primero, si no, lo más probable es que no habríamos tenido lo que tenemos en este momento.
Después de la primera charla, nos seguimos comunicando y conociéndonos un poco, hasta llegar a tener el título de novios.
Ya tenemos tres meses de relación, lo que significa que hemos superado la racha de los dos meses.
“No empieces, mamá”.
“Mamá nada, tienes que traerlo, finalmente estás en una relación, ¿tienes idea de cuánto hemos esperado eso?”
“Por Dios mamá, solo tenemos tres meses juntos, no quiero espantarlo presentándole a mi familia tan pronto”.
“Al contrario, así sabrá que te lo estás tomando en serio, estoy segura de que se va a emocionar cuando se entere”.
“No lo sé mamá. Tengo que hablarlo con Alex primero, así que, no te prometo nada”.
Es estresante mantener una conversación con mi mamá cuando se le mete un tema en la cabeza. Tenía que masajearme las sienes con mucha frecuencia mientras hablábamos, para no estresarme más de lo necesario.
“Tu papá estará muy feliz”.
“¿Qué dijiste, mamá? No puedo escucharte. ¿Mamá?”
Tuve que comenzar a agitar mi teléfono y que pareciera que la línea se había averiado, hasta que finalmente conseguí colgar.
«Uff, tan intensa».
Como dije anteriormente, es domingo, así que no tengo que trabajar, aunque mayormente trabajo desde casa.
Soy arquitecto, pero son pocas las veces que tengo que presentarme en la oficina, en la empresa que laboro, me tienen como uno de los más capacitados en el oficio, por lo que me ascendieron a supervisor, ahora solo tengo que revisar y presentar una opinión detallada sobre los proyectos de otros compañeros.
Los planos me los envían por correo y la opinión la puedo dar escrita, es decir, por medio de un documento; las únicas veces que me requieren de forma presencial, es cuando hay un bloqueo y necesitan ideas nuevas, dicen que soy su recurso en dichos casos. Siendo sinceros, no sé por qué me alardean tanto, no creo ser tan bueno como dicen.
Pero bueno, tampoco puedo quejarme, la paga es bastante buena y mi tarea es bastante sencilla.
Hoy tengo una cita con Alex. Él es veterinario, por lo que no es de extrañar que ame todo lo que tenga que ver con animales.
Me invitó a ver un espectáculo de delfines que se lleva a cabo este día. Si vieran lo emocionado que estaba él cuando me estaba hablando al respecto.
***
Fue todo demasiado increíble, disfrutamos al máximo del espectáculo. Debo admitir que ver a Alex tan feliz y emocionado durante la presentación, me hizo sentir tan bien, me gusta verlo sonreír, me pregunto si ya he encontrado mi lugar finalmente, deseo tanto que la respuesta sea sí, pero sé que a veces, no importa la intensidad con la que queramos algo, porque rara vez obtenemos lo que deseamos y cuanta más intensidad ponemos en nuestro deseo, más nos destroza el momento en que lo vemos desvanecerse. ¿No es así?