Bryony
El hambre con el que había llegado al Embajada's se me quito, no imagine que las volvería a ver por aquí y mucho menos acompañadas, pensé que después de que las sacara aquella vez de aquella manera tendrían un poco de dignidad y no volverían, pero me equivoque, volvieron y acompañadas con Susan, la mejor amiga de mis adoradas y no tan adoradas primas Jessa y Gillian, ese trio de arpías siempre han querido disfrutar a costa de que yo sea huérfana biológicamente hablando, para ellas yo sólo soy la bastarda, el acto de caridad de la familia Mathews, nunca han dejado de intentar ridiculizarme delante de los demás, desde la escuela, la secundaria y la universidad, pero yo siempre trate de ignorarlas de la manera más inteligente posible.
Claro que después de tantos años soportando sus desprecios siento que me estoy cansando y en cualquier momento explotare.
Ver a Susan abrazar a Frederick es muy pero muy desagradable, ni si quiera puedo imaginar cómo y porque se conocen así que ignorándolas como siempre he hecho paso por su lado para terminar de entrar.
— La huerfanita, que emoción verte otra vez— habla Gillian sudando sarcasmo puro por sus poros, la veo sobre mi hombro y sigo con mi camino no me interesa lo que tenga que decirme y no quiero seguir viendo a la arpía abrazando a mi Frederick.
Siempre supe evitar que los demás notaran mis sentimientos, no sé porque en lo referente a él me es tan difícil controlarlo, me duele ver que el tal vez si tenga novia y no es como yo supuse en algún momento.
¿Qué haces con esa perdedora? Escuche a Susan preguntar pero no me quede para escuchar la respuesta suya, seguí mi camino cruce algunas palabras con el Señor Gonzales y fui a la mesa que siempre ocupaba con mamá cuando veníamos juntas.
Frederick entro un minuto después, estaba más serio de lo normal, no pregunte como le fue, por lo menos no en el momento en que llegó, señale la silla delante de mí para que se sentara, el ambiente entre nosotros era algo distinto tanto que ni si quiera sabía que decir y eso viniendo de mí ya era mucho.
— ¡Disculpa eso! — dijo cuando ya estuvo acomodado, negué con la cabeza y me concentre en leer el menú, de verdad que ya no tenía hambre pero me estaba empezando a sentir un poco débil y no sé si deba a la mala alimentación que estoy consciente he llevado desde que murieron mis padres.
— ¿Susan es tu novia? — fue lo único que salió de mi boca, diría que me arrepiento después de haberlo dicho pero no es así, de verdad quiero saberlo aunque después de notar que esta algo incómodo decido dejarlo así, su vida personal no tiene por qué ser de mi interés —tranquilo no es necesario que respondas, disculpa mi indiscreción.
Jhofran uno de los meseros llegó hasta mi mesa con mi pedido, estoy segura de que esto me devolverá la energía que estoy perdiendo, mi boca se hace agua al admirar mi delicioso y nutritivo trozo de torta de Chocolate, cubierta de chocolate y fresas encima.
Esto es sencillamente el amor de mi vida, jamás lo dejaría por nadie.
Meto el primer trocito en mi boca, lo mantengo ahí por unos segundos para apreciar más su sabor —ella fue algo así como una amiga con derechos— dice él, estoy segura de que aprovecho que yo tenía mi boca ocupada y a si no le preguntaría nada más, de todas maneras no lo haría. Ya vi que no le gusta hablar de su vida, por lo que solo le doy un asentimiento de cabeza mientras sigo comiendo —al principio me gustaba...— murmura algo inseguro ganando mi atención —con el tiempo se volvió asfixiante, quería controlarme y no toleraba a Chanel, me exigió que dejara de pasar y pensar tanto tiempo en mi hermana— lo creía, Susan es así —quería pasar a ser algo más formal, pero si siendo así quería controlarme a tales grados no quería imaginar cómo sería si la hubiese hecho mi novia, se molestó tanto cuando no quise nada con ella que durante días intento humillarme por ser de mejor clase que yo.
Sonrió porque nada de lo que me dice me sorprende —Se perfectamente lo que se siente ser la víctima de Susan y mis primas, sus insultos pueden ser letales solo hay que aprender a ignorarlas— como yo llevo haciéndolo toda mi vida me falto decir.
— Puedo preguntarte algo— digo que si con la cabeza — ¿porque no te llevas bien con tus primas?
Miro sus ojos, casi veo el arrepentimiento —soy adoptada no sé si lo sabrás, para ellas siempre fui una intrusa, la niña pobre que venía a robarle sus riquezas, intentaban degradarme siempre...
>> Al principio lo conseguían pero con los años aprendí a no prestarles atención sin embargo hay veces que no logro ignorarlas por completo y es cuando no mido ni mis palabras ni el lugar donde me encuentro.
Hable mientras observaba el último trozo de torta, quiero y a la vez no quería comérmelo, pero no podía dejarlo ahí, me lo lleve a la boca y la saboree lo más lento que pude.
Me pareció escuchar a Frederick susurrar algo respecto a ser esa torta y a pesar de que me sentí nerviosa por un momento el sabor del chocolate en mi boca no me dejo pensar en nada más que no fuera eso.
Una hora después volvimos a la oficina, hoy mi agenda estaba bastante suave por lo que seguí explicando a mi compañero muchas cosas que debería saber, cuando él esté listo trabajara aquí conmigo aunque el aún no lo sepa.
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Editado: 05.10.2020