Te amo ( versiones )

CAP 20 ( versión especial 2)

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— Estoy lista antes de irnos quiero recordarte que voy por tu abuela, no por ti ok — termina diciendo, si señores la convencí de ir con decirles que hasta me puse de rodillas, creo que quedaré con cayos.

— Gracias y no hay problemas, con que aceptaras ir, es suficiente para alegrarme.

— Bien entonces vamos.— dice tomando su bolso de mano color negro que combina con su vestido y zapatos, está muy bonita.

— Estás hermosa, estar embarazada te favorece mucho. — digo aunque aún no se nota el bulto en su vientre, tiene un brillo especial.

— Gracias, ya podemos irnos no quiero hacer esperar a tu abuela.— dice con sus mejillas sonrojada.

....

Estamos casi llegando a la mansión de mi familia y veo como Alaia en todo el camino no dijo ni una palabra, se que no quiere venir y lo hace por mi abuela, yo tampoco quiero venir pero no puedo negarle nada a mi abuela, la quiero mucho y tenía un año sin verla.

— Llegamos ¿Estás lista? — digo antes de bajar del auto.

— ¿Si? — dice más como pregunta, tomo su mano para darle seguridad y además quiero sentir ese pequeño tacto que mueve mi cuerpo y hace latir mi corazón.

— Estoy aquí lo sabes, todo estará bien.— digo volteando su rostro y deposito un beso en la frente.

— Mejor entremos y salgamos de esto rápido ¿Si? — yo asiento y bajamos del auto, entramos a la mansión y la familia... Esperen un momento. — ¿Qué hace ella aquí? — digo al ver a Alice muy bien sentada en uno de los muebles.

— Buenas noches hijo, es amiga de la familia y tú mejor amiga no le veo nada de malo.— responde mi madre muy segura de lo que dice, veo el rostro de Alaia y se que ya no quiere estar más aquí.

— Si quieres nos podemos ir — susurro para Alaia ella solo me mira ¿sonriente? Y agarrando mi mano más fuerte.

— No te preocupes aquí la que se irá será otra. — me devuelve el susurro en una muy bella disimulada sonrisa, ¿Ya les dije que estoy enamorado de esta mujer?.

— Bien amor — digo en voz alta, para darle seguridad a Alaia y para que todos escuchen.

— Bienvenidos sean, más para ti querida alegría ¿Cómo estás mi niña?. — dice mi abuela saludando como siempre con su amabilidad.

— Bien señora Melek — dice dando su tradicional saludo con beso en la mano y mano en la frente, mi abuela es de esas señoras Arabes que usan su velo hiyab y siguen sus tradiciones, pero es cariñosa y no juzga a nadie.

— Me alegro corazón en tu estado es bueno que estés bien. — dice con una sonrisa.

— Si, gracias por preguntar, ¿Cómo están todos? — dice poniendo su brazo en mi brazo y con una gran sonrisa, no sé si asustarme o seguir la corriente.

— Bien hija vengan siéntense como en su casa bueno hijo sabes que está casa lo sigue siendo lo digo más para mí bella ahijada ya puedo ver ese hermoso brillo maternal en ti.— dice mi padre como siempre de chistoso y amable.

— Oh, padrino gracias, por el cumplido.— dice dándole un abrazo, como siempre se han saludado.

— Alaia felicidades, no había tenido el tiempo para felicitarte, bendiciones para los dos este bebé será hermoso.— dice Lorena abrazando a Alaia.

— Y no lo dudo los García no somos feos, solo mira está hermosa reina— dice Asia mi hermana, haciendo que riamos excepto mi madre y Alice.

— Felicidades cuñada, ya quiero ver a mi sobrino o sobrina para mal criarlo.— abraza mi hermano a Alaia.

— Aran cuña...

— Así mismo hermano, pero te equivocas en lo de malcriarlo — le interrumpo a Alaia agarrando su cintura.

— Bueno creo que es hora de cenar, antes de que se enfríe la cena, que mi frijol hermoso prepare para ustedes.— dice mi abuela nombrando mi apodo, que ahora es de mi frijol.

— Gracias abuela vamos.— digo y nos fuimos hacia el área del comedor, cenamos, hasta que Alice al parecer, no pudo dejar que nos fuéramos para sacar su veneno.

— Gracias a Dios prepararon suficiente cena de sobra para todos, o Alaia se la hubiese devorado sola.— dice Alice, y con solo ver la cara de Alaia se que ese comentario le cayó en el hígado.

— Eso es cierto querida Alice, creo que al parecer el hambre, la tenía entre los huesos, aunque siempre lo digo al pobre nunca se le quita el hambre.— y boom tubo que hablar mi madre igual, Dios no puedo dejar que Alaia se alteré.

— En primer lugar, Alaia está embarazada, come por dos y está hermosa, en segundo lugar y que yo sepa esto era una cena familiar, no entre amigos, así que aquí la que sobra eres tú, y madre me sorprende que hables de hambre, mi padre siempre hace los cuentos de cuando estabas embarazada y hasta por antojo comiste tierra y que yo sepa eso no era por pobreza. — termino diciendo enojado no voy a permitir de nuevo que hablen mal de Alaia en mi presencia ni aún estando, veo como todos se me quedan viendo y hasta Alaia se sorprendió de como hablé.

— Eso es cierto mi niño, tu madre no solo comió tierra, una vez estando embarazada de Asia fuimos a una inaguración y tu madre se comió toda la bandeja de carne dejando el banquete sin carne y todos tuvimos que comer sin carne.— dice mi abuela, y todos ríen a excepción de mi madre y Alice.

— Así es madre recuerdo ese día hasta tuvo que cambiar de vestuario porque se mancho hasta el vestido al comer toda esa carne.— dice mi padre cosa que a mí madre no le gusto para nada.

— Ya basta de compararme con esta marginal, hija de una sirvienta, ya no voy a seguir en este teatro que montaste melek, no voy a aceptar a esta mujer para mí hijo, y mucho menos a ese bastardo que según ella es hijo de Alan, cosa que seguro es mentira, y está mujer solo se esté aprovechando de mi hijo. — enserio, ella es mi madre, solo puedo ver cómo Alaia está por estallar.

Le lanza una copa de vino que yo me estaba tomando, a mi madre y enojada comienza a gritar muy fuerte.

— ¡Miré señora si es que se le puede decir así!, no vuelva jamás a llamar a mi bebé así ¡me escuchó!, nunca lo vuelva hacer, y le informo que yo no necesito ni de su hijo, ni de su familia, y mucho menos de usted para tener a mi bebé, y si fuí hija de una sirvienta que fue mucho mejor mujer de lo que usted nunca, nunca será, usted solo está para ser una serpiente y viborá venenosa, que va humillando y destilando veneno con gente que son más valioso, humildes, educados y respetuosos de lo que usted jamás va hacer, ya veo porque mi madre una vez le dijo que aunque usted se vista caro nunca dejará de ser barata, pase buenas noches, y disfrute de las sobras que quedó de su cena no se valla a desperdiciar aunque conociendo su dañado corazón se que no le importa. — dice esto y se va todos y cuando digo todos nos quedamos en chock, mi madre ni pudo volver hablar y yo estoy que sin ayuda de una aguja voy a estallar de enojo.



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Editado: 04.07.2024

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