Te ayudaré a enamorarla

Capítulo 1-. Ayúdame a enamorarla

Me levanto sin muchas ganas para otro día en la universidad, ser abogada es uno de mis más grandes sueños, sin embargo los horarios son algo agotadores. Mi compañera de casa y mejor amiga se llama Katherine Duarte, ella tiene una personalidad cautivadora siempre es el centro de atención, somos amigas desde que entramos a la universidad, ambas vamos en segundo año.

Las clases parten a primera hora de la mañana, recién es la segunda semana de este nuevo año y ya quiero que pase lo más rápido posible. Termino de preparar el desayuno para ambas.

—Buen día — me dice Katherine mientras entra a la cocina.

—Hola Kathe.

Nos acomodamos en nuestra pequeña mesa, la cual está ubicada estratégicamente para usar de comedor diario.

Si bien Kathe es mi mejor amiga no le he contado sobre lo que siento por Liam. La verdad es que nadie sabe, solo quiero concentrarme en mis estudios, no quiero que me empujen a comenzar una relación que obviamente terminará mal, como siempre. Además soy patética con tan solo tenerlo cerca, mis palmas comienzan a sudar y no logro conjugar las palabras correctas.

(…)

Entramos al salón correspondiente, nuestra amiga Josefa ya se encontraba ahí, una chica extrovertida, le encanta salir y sociabilizar con todo el mundo, además se destaca por sus buenas calificaciones.

— ¿Que tal chicas? — nos saluda y luego mira su celular con el ceño fruncido.

—Hola, Fefa— saludamos al unísono.

La mañana en la universidad transcurrió lenta.

A la hora de almuerzo nos sentamos en una mesa de en medio como siempre, desde ahí puedo ver que hace Liam con su grupo de amigos que también juegan fútbol, me gustan los hombres que hacen deporte, a otras mujeres les gustan los uniformados, otras los músicos, yo elijo a los deportistas.

— Iré por un refresco— dice Kathe.

Yo asiento aun mirando a Liam. Los minutos pasaban en silencio, hasta que mi amiga interrumpe.

— ¿Que tanto miras?— pregunta curiosa. Dejo de mirar a Liam y me centro en mi amiga algo confundida —mirabas un chico ¿es guapo?— busca con la mirada lo que yo podría estar viendo.

—Eh, chicas, les traje jugo de arándano— llego Kathe tomando completamente la atención de Fefa, quien comenzó a beber el jugo inmediatamente.

Comenzaron a hablar sobre los deberes que se debían entregar esta semana, mientras yo me perdía en los ojos de Liam. Esto es patético, podría simplemente acercarme a él, hablarle, tomar la iniciativa e intentar algo, quizás si funcione esta vez. Pero el miedo me embarga cada vez que lo pienso, además es un chico totalmente inalcanzable, digo, es perfecto.

Al parecer él se da cuenta de que lo estoy observando, nuestras miradas colisionaron por unos instantes, no hice nada más que voltear hacia mis amigas y sonrojarme.  Me siento observada por unos minutos, debe ser él. No me volteo a mirar, presto atención a lo que mis amigas hablan. Además lo podré ver en Antropología, si bien Liam estudia Ingeniería comercial tenemos ese mismo curso, con mis amigas dejamos la asignatura para el segundo año, creyendo neciamente que sería más fácil, grave error.

—Deberíamos ir, Kathe — dice Fefa

— ¿Dónde?— pregunto incorporándome en la conversación.

—Scott dará una fiesta este viernes — Habla Kathe de seguro con él hablaba Fefa cuando llegamos— me está intentando persuadir para que la acompañemos— apunta con la mirada a Fefa que tiene una sonrisa de oreja a oreja esperando mi respuesta mueve la cabeza asintiendo levemente. Scott es amigo de Liam, juegan futbol juntos y además son compañeros.

—Habíamos acordado que saldríamos mínimo dos fin de semanas al mes para distraernos de tanto estudio— dice Fefa para convencernos.

— Si, pero tenemos dos pruebas el lunes y no quiero reprobar— recién empezando el semestre y ya nos asignaron dos pruebas, será un largo año.

— Solo una hora ¿Si?— Fefa alarga la última palabra para luego agitar sus pestañas.

—No— dijimos al unísono con Kathe. Generalmente nos pasa, que hablamos al mismo tiempo o una termina la frase de la otra.

—Son unas amargadas— nuestra amiga castaña se cruzó de brazos enojada.

Con Kathe nos comenzamos a reír, el almuerzo pasó así, de vez en cuando mira de reojo a Liam pero solo unos segundos, lo juro.

 

Llegamos al salón donde se imparte antropología, sin dudar demasiado avanzamos hasta el final. La asignatura es algo tediosa y además el profesor hace participar en sus actividades a los alumnos que se sientan adelante.

—Buenos días alumnos— dice una vez que ya varios alumnos han tomado asiento— hoy tengo una actividad.

Algunos soltaron suspiros, otros bufaron molestos, a casi nadie le gustan las actividades del profesor Cox.

—Vendrán dos personas adelante, los elegiré al azar— mira la lista del curso— señor Herrera y señor Díaz adelante por favor— señala el espacio vacío entre la pizarra y los asientos.




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