—Grace— dice Liam alejándose de mí, mientras me acaricia suavemente la mejilla— quería saber si tu... ¿quieres salir conmigo? — habla tranquilamente, con precaución, su mano sigue en mi mejilla.
—Estamos saliendo— menciono con obviedad.
—Pero, me refiero a algo más que amigos— lo quedo mirando sin comprender del todo, no creo que se refiera a que quiera que salgamos en plan novios.
El chico que me ha gustado desde hace más de un año me está pidiendo salir, pero como algo más. Creo que mi mente me está jugando una mala jugada de nuevo. Mi corazón está agitado, mi cerebro ni siquiera ha podido procesar la información.
—Yo...yo tengo que pensarlo—lo que digo es cierto, no quiero enfrentarme a una relación, no creo estar preparada. Es algo que sin duda debo pensar. Liam asiente.
—Está bien, piénsalo— pone una mano en mi cintura atrayéndome hacia él y me besa, me encanta que lo haga, pero creí que se sentiría mejor, creo que lo sobrestimé mucho.
— ¿Me vas a dejar a mi casa?— le pregunto una vez que nos separamos, he comenzado a sentirme un poco incomoda con la situación.
—Claro, pero promete que lo pensarás.
—Lo prometo. — tengo que pensar y muy bien.
Comenzamos a caminar en dirección a la motocicleta, me puse la chaqueta de cuero, toda una chica mala. Cuando llegamos a mí hogar, Liam quiso despedirse de un beso, pero instintivamente me corrí, él quedó un poco perplejo, pero creo que no le dio mayor importancia. Al entrar siento ruido en la cocina, así que me dirijo hasta allá, solo está Kathe.
—Y ¿Lucas?— ella levanta una ceja.
—Preguntas mucho por él, no me digas que te está empezando a gustar— dice mientras se sienta en el comedor diario.
— ¿Estás loca? solo quiero pedirle disculpas— me siento cerca de ella.
—Mañana será, porque ya se fue—dice con un semblante triste.
—¿Paso algo? — ¿Tan pronto?
—no, solo que creo que no le gusto— dice Kathe y suspira.— creo que le gusta alguien más— me queda mirando directo a los ojos.
—Yo no sé— Lucas me había dicho que le gustaba Kathe.— yo creo que si le gustas.
—Tal vez es tímido, entonces me la seguiré jugando por él —se levanta y se va triunfante a su habitación.
Nuevamente lunes, todo el fin de semana estuve pensando en la respuesta hacia Liam, él me gusta, y me ha gustado por mucho tiempo, pero no creo que tanto como para salir con él como <<algo más>> no quiero decepcionarme, no quiero darme cuenta que todo este tiempo he prácticamente admirado a un chico totalmente distinto.
Fefa se encontraba en el salón cuando entramos con Kathe, mi amiga es tan puntual que la admiro. Lucas estaba a su lado. Rio por la enorme sonrisa que la chica tiene en el rostro, pero inmediatamente frunzo el ceño al ver como Lucas se iba al verme.
—Chicas— dice Fefa respirando un poco agitada— me... me... invitó a salir — la emoción de la chica es palpable.
—¿Quién Fefa?— le pregunto y ella empieza a mirar para todos lados— ¿salgamos? —me refiero a salir del salón, ya que el profesor aún no llega, ella asiente y las tres salimos.
—Lucas me invitó a salir—suelta Fefa, miro a Kathe y ella esta tan asombrada como yo.
—Imposible—dice Kathe para sí misma.
—Me invitó a salir, seguro le gusto— dice Fefa y se mira las uñas.
—No puede, Lucas es mío— me quedo mirando a Kathe por lo que acaba de decir, esa actitud en ella no es nada común.
—No, es mío— ¿en serio? Mis amigas peleando por un chico.
—A mí me invitó a salir primero, es mío— dice Kathe como burlándose.
—Pero a mí me gustó primero— responde Fefa. — es mío.
—Ya paren—las dos me quedan mirando—están siendo muy infantiles, son amigas, no pueden pelear y menos por un hombre.— ellas asienten— además, yo hablé primero con él, así que es mío— les digo para molestarlas y ellas me miran enojadas.
—Grace— dice Lucas, mis amigas se dan vueltas y quedan embelesadas— ¿podemos hablar?— yo asiento.
—Mejor entramos— dice Kathe.
—No me quites a mi hombre— dice Fefa en mi oído y ambas se van agarradas del brazo.
Dios quien las entiende, recién estaban peleando y ahora se van tranquilamente. Fefa se da vuelta y me hace un gesto de que me estará observando.
Me giro para encarar a Lucas, quien está con la mirada perdida en algún lugar del pasillo.
— Grace, disculpa, de verdad— puedo notar arrepentimiento en su voz.
— Disculpa por tratarte de imbécil— le digo sincera.
—te he extrañado— suelta y me sorprende con sus palabras, me queda mirando directo a mis ojos, sus cejas están levemente juntas.
—yo también— nunca creí decir eso, pero es verdad.