—Hola, mi sol—dice Ignacio con una sonrisa tímida.
Se levanta de la silla y se acerca hasta donde estoy, me quedo paralizada en el umbral de la puerta, Ignacio me acuna la mejilla con una de sus manos y me besa la otra.
—Ho-la—estoy demasiado nerviosa, es la única palabra que he logrado articular.
—Le conté a Ignacio que venias, me lo encontré en el supermercado, quería verte, ya que no hablaban hace mucho tiempo—miro a mi madre de mala manera—Grace, ustedes fueron muy buenos amigos, la distancia no tiene que ser impedimento para mantener el contacto con amigos de infancia.
—No hay problema—miento, sé que mi madre se sentirá pésimo si le digo que me siento incomoda con la presencia de mi ex novio, mi madre sigue pensando que nosotros terminamos porque la distancia nos afectó demasiado, no he intentado aclarar las cosas, porque ella tiene buena relación con él, además con mi antigua suegra son intimas amigas.
—Entonces a comer — dice mi madre muy emocionada, una vez sentados y listos para comer mi madre empieza con sus típicas incómodas preguntas— Ignacio ¿tienes novia?— al nombrado se le subió la sangre a las mejillas y negó tímido.
Las preguntas siguieron, y no solo para el invitado, sino también para mí.
Luego de comer la especialidad de mi madre, la cual es cazuela de carne, Ignacio y yo ayudamos a mi madre a limpiar el desastre causado, una vez que terminamos me empiezo a encaminar a mi habitación, el viaje siempre me deja agotada, además que comí demasiado y el sueño se apodera cada vez mas de mi cuerpo.
—Necesitamos hablar, Grace— apenas eh salido de la cocina cuando Ignacio habla.
—No tenemos nada que hablar—mi tono de voz sale más fuerte de lo que quería.
—Nunca hemos aclarado las cosas, nunca escuchaste mi parte de la historia— dice afligido.
— ¿Qué importa ahora? Ha pasado demasiado tiempo— lo miro, tratando de intimidar.
—Si no me importara no estaría aquí — baja la vista, para fijarse en sus manos, su voz es cautelosa.
—Tengo novio, Ignacio—su nombre en mi boca se siente incómodo, no pensé decirlo de nuevo.
Sube su mirada y me mira directamente a los ojos, ha pasado mucho tiempo, pero sé que le duelen mis palabras.
—Lo sé, tu madre me contó, pero sabes que antes de lo que sucedió entre nosotros éramos amigos, los mejores amigos, Grace. Te sigo necesitando, te he extrañado, lo sigo haciendo.
Sus palabras me afectan sé que no deberían, pero sigue doliendo, sobre todo porque tiene razón, nosotros fuimos los mejores amigos, nos ayudábamos mutuamente, cuando mis padres se separaron él fue el apoyo más grande que tuve, de echo fue el único apoyo.
—Necesito descansar— no puedo ceder, sé que en alguna parte de mi corazón sigue estando el, no amándolo como lo hacía, pero si el cariño de amigo, tengo que ser sincera conmigo misma y admitir que cuando algo me pasaba, pensaba sin querer inmediatamente en él.
—Solo serán diez minutos— frunce los labios un poco, haciendo una mueca y las cejas se le levantan un poco — por favor.
Sin muchos ánimos de discutir, decido aceptar, no quiero seguir con esto.
—Está bien— inmediatamente se le forma una sonrisa— sentémonos en los sillones—empiezo a caminar en dirección a la sala.
—Pensaba que podíamos ir a algún lugar, tomar un café o a una heladería— lo miro frunciendo el ceño— el sillón estará bien entonces— dice asintiendo rápidamente.
Me acomodo en el sillón, Ignacio respira varias veces antes de abrir la boca, pero de esta no sale ninguna palabra. Después de varios minutos logra decir algo.
—Las cosas no pasaron como tú piensas...— lo interrumpo inmediatamente.
—Maritza, la que fue nuestra mejor amiga, me contó lo que sucedió entre ustedes, no es necesario que expliques lo que ya tengo más que claro.
—Y sigues sin escucharme— bufa divertido — nunca cambias.
—Bueno, entonces habla— ya me estoy irritando.
—Maritza, si, la que fue nuestra mejor amiga cuando te fuiste se puso muy extraña, me acompañaba a todas partes, ya que yo estaba realmente mal, te necesitaba a toda hora, los meses pasaron y aunque nosotros—nos señala—seguíamos con nuestra linda relación a distancia ella se seguía comportando extraño, hasta que un día pasó—ya no es capaz de mirarme a la cara y mira sus manos como si fueran el mayor espectáculo—ella me agarro del cuello y me besó, me separé inmediatamente de ella, Grace, juro que fue así—ahora me está mirando— la insulte por haberlo hecho, le grité que te amaba solo a ti que ella era mi amiga y que no me interesaba de otra forma, se enojó, se enojó bastante y antes de que pudiera contar las cosas ella ya estaba inventando una historia totalmente diferente.
—Ella me dijo que mantuvieron una relación desde que yo me fui— siento que mis ojos están llenos de lagrima, no por lo que me está, recordar la traición de ambos me duele demasiado.