Te ayudaré a enamorarla

Capítulo 22-. Diálogo (Parte 2)

Alisto mi cabello una vez más, no quiero dejarlo suelto, pero no quiero amarrarlo, así que tomo un mechón y lo afirmo con un pequeña mariposa brillante, estoy vestida de negro, algo casual pero no informal.

Voy a ver a mi amiga y ella me sonríe emocionada al verme.

—Estas her-mo-sa— me toma de la mano y hace que me dé una vuelta —lo dejarás jadeando, por cierto, ya llamaron de portería, viene subiendo.

—No seas tonta— me echo a reír— solo nos conoceremos un poco más— ella se encoje de hombros ¿Estoy bien? — ella asiente.

—Solo decía, Grace, invitaré a Liam ¿no te molesta verdad? — las palabras de Kathe me sorprenden un poco, si bien he molestado un poco a mi amiga con el asunto, no me fascina la idea que ella se esté viendo con el chico que tanto me gustó, pero claro, no estoy del todo en desacuerdo, ya que ellos se hacen feliz de forma mutua.

—Está bien, pero sin desparramar sus fluidos por todas partes— ella ríe y suena el timbre, corro a abrir la puerta. — Hola— una sonrisa enorme se forma en mi rostro.

Felipe está muy guapo, ya no lleva ropa formal como las veces que lo había visto, estaba vestido casual, lo que me hizo soltar un suspiro al darme cuenta que había acertado en mi vestimenta. El recorría mi cuerpo con disimulo y luego me sonrió.

—Hola ¿Estas lista? — yo asiento y el me ofrece su mano, le hago una señal de que espere y agarro mi bolso y luego salgo de la mano con Felipe.

Empezamos a caminar y no veía ningún auto, pero Felipe se acercó a una moto, debe ser una broma ¡Te vas a subir a una moto! Él me ofrece un casco y yo lo tomo con cautela.

— ¿Eres el chico malo de las novelas? — creo que llegó la hora de que la curiosidad mate al gato, Felipe se carcajea ante mi ocurrencia.

—No soy tan estúpido como para perder a una linda chica por inmaduro o por tenerle miedo al amor— le sonrío, hablamos el mismo idioma.

—Y la moto quiere decir...

—Me gusta la velocidad, odio tardar tanto tiempo cuando hay mucho tráfico, mi vida es algo agitada, detesto no hacer nada durante mi día, debo andar rápido para fluir correctamente.

Hago un gesto de asombro y el asiente riendo.

Llegamos a una cafetería, ya que le dije a Felipe que no tenía ganas de cenar o algo parecido, así que decidimos ir a una famosa cadena de cafeterías.

—Cuéntame de ti, Grace— Felipe es tan casual. Le conté que estaba estudiando en esta ciudad, que había viajado a visitar a mi familia, él me contó que trabaja en ambas ciudades por eso la vestimenta formal aunque hubiese sido un fin de semana.

— ¿Libro favorito? — habíamos pasado de las conversaciones de nuestras vidas a nuestros hobbies, ambos amábamos leer.

—Pero no te rías— yo niego seria— 50 sombras...— antes de que terminara la frase yo ya me estaba carcajeando. — Te dije que no te rieras— me regaña divertido— aclaro que me gusta porque lo quiero implementar como estilo de vida ¿sabes?

— ¿Sí? — levanto una ceja interesada.

—No la parte del sexo— se ríe nuevamente— bueno, algo, pero me refiero a la fortuna, a las empresas, quiero encaminarme a eso, el estilo de vida.

—Genial — admito, conocer a un chico joven que tenga claro lo que quiere de su vida no es tan común.

—Grace— me giro al escuchar esa estúpida voz, es Lucas y se ve afligido, Cheryl está con él— que coincidencia.

—Iré a dejar nuestros cafés en una mesa — habla la chica— te espero ahí— Lucas asiente sin mirarla

— ¿Pasa algo? — pregunto amable, fingiendo que no había ocurrido nada entre nosotros.

—Me gustaría que habla...— Lucas es interrumpido por Felipe.

—Estamos algo ocupados, de seguro ella te llamará cuando se desocupe—Lucas levanta una ceja divertido con la situación.

—Hasta hace unos días éramos novios, no dudes que te está utilizando—me tapo la cara frustrada por la situación.

—Si es así, entonces ten un poco más de orgullo y acepta que lo de ustedes acabo ¿no?

—Tengo orgullo, 21 centímetros ¿quieres que te muestre? — Lucas dice demasiado serio, pero cuando entro en razón con lo que dijo no puedo evitar soltar una carcajada.

—Al parecer ella no se enteró de esos 21 centímetros— mi boca se abre en asombro por lo que dijo en obvio tono de burla.

Lucas no sabe que decir.

—Será mejor que te vayas con tu cita, ya que al parecer pasan mucho tiempo juntos— digo distante y fría.

—No pienses mal, solo somos amigos.

—Da igual Lucas, tu rehace tu vida, que yo lo haré con la mía.

El asiente mirando hacia otro lado.

—Tenemos que hablar, iré a tu casa— dice sin esperar que le conteste y se va con Cheryl.

—Parece que aún no lo supera— dice Felipe un poco divertido— ¿quieres ir a otro lugar?

Ya habíamos terminado de engullir, por lo que asentí y nos encaminamos a la salida, no sin antes mirar al chico que fue mi novio, él estaba mirando en nuestra dirección, sin ninguna expresión.




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