CAPITULO V
Aun no logro salir de mi aturdimiento, su pregunta es tan repentina y fuera de contexto que me atragantó un poco con la bebida, eso me hace toser, casi siento que me ahogo y cuando el viene a ayudarme dándome unas palmaditas en la espalda siento como me sonrojo de la vergüenza. Por fin me recupero, mi respiración aun esta agitada y se que estoy roja. Marcello se aparta y vuelve al lugar de antes, me mira serio como si nada hubiera pasado esperando una respuesta. Estoy a punto de decirle que eso no es asunto suyo, y que si me voy a casar o no, es mi problema. El debería entender que no tiene derecho a saber nada de mi, como tampoco tiene derecho a mirarme como si yo fuera una niña que se ha estado portando mal, ademas no quiero que se entere que soy una solterona. Se que el siguió con su vida, las revistas son muy...ilustrativas, con todas sus conquistas, leer sobre su vida amorosa no es demasiado inteligente de mi parte, pero saber que de alguna manera el es feliz, que en realidad tome la decisión correcta hace seis años, me da un poquito de consuelo. No voy a mentir diciendo que no me lastima, sin embargo, tampoco me siento miserable.
— ¿Que? Perdóname pero discúlpame Marcello, tu no tienes ningún...—
— Jess, no puedes casarte con Santiago ¡es un sapo! — Krystal me interrumpe de un momento a otro — Simplemente te prohíbo que te cases con él, ¿entendiste Jessica? No te vas a casar con él. — Miro a mi hermana pequeña que como un torbellino irrumpió en la cocina, para gritarme y exigirme cosas. Que maravilla, ya no solo lo hace Marcello sino una niña que acaba de cumplir seis años y ahora me mira enojada con los brazos cruzados.
— ¿De que estas hablando Krystal? ¿Y como es eso de que tu me lo prohíbes? Aclaremos dos cosas jovencita, tu a mi no me hablas así, puede que no sea mamá pero soy tu hermana y exijo que me respetes y segundo me vas a contar exactamente que es lo que pasa, porque te juro que no entiendo — Krystal, pierde un poco de su altanería, parece que mencionarle a mamá la aplaca, y eso no me parece justo. Se que no tengo derecho a hablarle tan fuerte, pero sino soy yo ¿Entonces quien? ¿Mi padre? Lo dudo, Krystal tiene que entender que se debe respetar a los mayores, alguien con el carácter de esa niña necesita frenos, no puedo dejar que invierta los papeles.
— El sapo le esta contando a todos que se van a casar. No voy a permitir que te cases con él. ¡No, no y no! — bueno paso de ser altanera, a hacerme un berrinche, no es mejor pero es mas normal para alguien de su edad.
Miro a mi hermana con seriedad, no se que le esta pasando, Krystal no es así. No puedo evitar culparme, tampoco es que este mucho tiempo con ella como para poder exigirle cierto comportamiento, pero tampoco quiero que se convierta en una niña malcriada.
— No le digas así — la reprendo — No es correcto. Él nunca te ha tratado mal por el contrario, Santi es muy lindo, es tierno y se ve que es bastante inteligente — me sorprendo por haberlo llamado así, hasta ahora me percato que Krystal lo llamo como mi difunto mejor amigo, lo cual me sorprende, puede que hasta hoy supe de la existencia de Jeremy, pero por lo que entiendo Krystal siempre lo llama así. No Santiago.
— El sapo no tiene nada de tierno. Es feo y... No me mires así Jess. ¿Eres mi hermana o la suya? —
Esta niña es exasperante, lo peor de todo es que no la puedo culpar, todas las mujeres de esta familia somos iguales, digo mi abuela a sus ochenta y cinco aun saca de quicio a cualquiera.
— Krystal yo te adoro, tu eres mi hermanita pero no puedo permitir que lo llames así. —
— Tu siempre me has enseñado a ser honesta — contesta con arrogancia — yo solo digo la verdad. Es un sapo feo, mentiroso...—
— Deja de llamarlo sapo — mi voz suena mucho mas dura. Jeremy es hijo de mis mejores amigos, y lo poco que vi de él, me demuestra que no es nada de lo que dice mi hermana — No utilices lo que te enseño en mi contra. Una cosa es ser honesta y otra cosa muy diferente es ser imprudente e hiriente y eso no entra a discusión Krystal. Estas portándote como una malcriada. Hasta donde tengo entendido el no te ha hecho nada, estas siendo injusta. —
— Jess el empezó, tu no has escuchado mi versión de la historia — Me quedo callada, eso es cierto, yo tampoco e sido muy justa.
— Bien te escucho — Krystal se sorprende parece que no se esperaba eso. Me divierte ver como busca algo que obviamente no va a encontrar — Parece que no tienes nada que decir, y aun si lo tuvieras no puedes decir que el empezó. Le embarraste pastel en la cara y no dejas de llamarlo sapo —
— El se lo busco — responde ella, como si yo fuera una tonta y no comprendiera — Ademas no deja de decir que se va a casar contigo. No lo voy a permitir —
— No pienso discutir contigo ahora estas tonterías Kryss, estoy ocupada. — mi enojo inicial se esta disipando, al ver a Krystal actuando como si le estuviera arrebatando un dulce, parece mas preocupada porque le quite a Jeremy que por cualquier otra cosa — Aunque me gustaría que me aclararas porque te molesta tanto lo del matrimonio —