Cuando mamá llegó no me di cuenta hasta que entró agresivamente a mi habitación y me apago la música, yo no dije nada sobre la música, lo único que dije fue: "necesito hablar contigo" y después de discutir un gran rato ella accedió, y ahora estamos en la cocina esperando que llegue una pizza que pedí y por comenzar la conversación que se perfectamente que no va a terminar bien.
― ¿Por que me mentiste? Se que me mientes todo el tiempo pero la gran mentira que me dijiste de papá me hace creer menos en ti, ¿por que no me dijiste que papá si me enviaba cartas? Ya se que papá me enviaba dinero, y que también me escribía y me enviaba regalos pero te quedabas callada y no decías nada. ¡Me hiciste odiar a mi papá! Me hiciste odiar a la única persona que a pesar de irse lejos se estuvo preocupando por mi —exclame casi en un rugido.
— Eso no es mi culpa querida, tu comenzaste a odiar a tu papá porque tu quisiste —dice ella riéndose fuertemente.
— Yo te hice varias preguntas mamá y quiero que me las respondas con la verdad —dije amargamente.
—Bueno... primero te mentí porque se me dio la regalada gana, segundo no te dije porque no quise decirlo y eso no es problema tuyo y tercero... ah cierto. No hay tercero —responde de una forma burlona.
—Y pensar que en estos 6 años confié en ti y creí todo lo que me decías, creí que papá me había dejado por ser como soy y resulta que no era así, me echaste la culpa de todo cuando la verdad era que toda la culpa era tuya. ¡Me hiciste odiar a papá! ¡me hiciste odiarme! Me hiciste creer que yo era el problema, ahora mira ¡mírame! Estoy así por tu culpa, tengo que pasar drogada casi todo el maldito día para poder sentirme bien, para poder olvidar lo mal que me haces sentir —exclamé con furia.
—Yo no tengo la culpa de nada Maia, todo esto es culpa tuya y estas muy grande como para no aceptar tus errores. Ya veo porque tu papá nos dejó es porque tu eres una inútil, porque se canso de ti no de mi —dice ella todavía burlándose de mi.
Yo presentía que esta conversación no iba a terminar para nada bien, así que solo me levanté de la silla y me fui a mi habitación. Antes de entrar solo le dije:
— Si papá te dejó fue por algo mamá, pero no trates de pagar cada cosa que te pasa conmigo, porque te quedarás totalmente sola y cuando eso te pase solo te diré que te lo mereces porque esa es la única verdad.
Terminé de adentrarme a mi habitación, no sabía que hacer, así que opté por ordenar un poco mi habitación ya que parecía la jungla de Tarzán bueno no, la jungla de Tarzán estaba mas ordenada que mi habitación.
Saqué prendas de ropa que no servían -en realidad es que nunca me volveré aponer porque mis gustos del pasado son un asco- cree outfits que probablemente nunca me pondré pero me quedaban bien.
Pero todo se fue a la mierda cuando me probé una falda y una camisa manga corta.
Se veían mis cicatrices de algunas cortadas que me hice hace unos años, y eso me hacía volver al pasado.
Me hace recordar cuando sufría de bullying en el colegio, cuando mamá casi me mata a golpes, cuando papá me dejó, cuando mi abuelo murió de un infarto y cuando me rechazaban en el colegio hasta que llegó Zoe a salvarme, ella prácticamente me salvó pero no por completo.
La respiración me comenzó a faltar y las lágrimas me bajaban rápidamente por las mejillas, ya es la segunda vez que me pasa esto y me he dado cuenda que las dos veces que me ha pasado es cuando no tengo drogas en mi.
Rápidamente busqué en un cajón que probablemente allí tenía un par de bolsitas con el polvito blanco o como le digo yo "el polvo mágico", bueno solo cocaína sin rodeos es una palabra mas en el diccionario que no tiene nada de malo. En fin, cuando la encontré tiré un poco de eso en una de las mesitas para luego hacer una rayita con ella y luego inhalarla.
Lo inhalé como una o dos, bueno talvez tres o cuatro veces en realidad no se ya perdí la cuenta.
Después de un rato o unas inhalaciones de cocaína mas tarde comencé asentirme mareada y con náuseas, estaba sudando frio, comencé a temblar, no se si es que me estaba volviendo loca pero hasta llegué a ver a mi padre sentado en la esquina de la habitación. Mis manos estaban frías y mis uñas estaban un poco moradas no entiendo lo que me está pasando, ¿por que me siento así? ¿Qué me esta pasando? ¿Qué sucede? Esas preguntas vagaban por mi mente.
Comencé a sentir mis ojos pesados y mi cuerpo también. Lo último que recuerdo es como caía al piso y me salía como espuma o baba no se que de la boca.
Mi cuerpo no estaba consciente pero mi mente si, y es ahí cuando lo pensé era una sobredosis según un doctor que conocí me dijo que se sentía y se veía algo así, es decir, que si no me salvan ahora moriré. A llegado el momento mas esperado, lo he esperado todo este tiempo.
Y eso solo significa una cosa, dejaré de sufrir, dejaré de sentir dolor.
No me puedo morir sintiendo rencor, aunque las personas no vayan a escucharme tengo cosas que decirles. la primera persona será mamá.
Mamá...te perdono, aunque se que tu no estas arrepentida de todo el daño que me has hecho, pero sin embargo te perdono.
Papá... perdón por odiarte, perdón por creer en las palabras de mamá y por no irme contigo cuando me lo dijiste, fuiste el mejor papá a pesar de estar ausente y eso te lo agradezco.
Clara...eres como mi madre, gracias por ayudarme y por seguir tratando de ayudarme, te agradezco eso. Gracias por apoyarme y por creer en mí, creíste en mí como nadie mas lo hacía, gracias por cuidarme, por hacer de todo para hacerme feliz, gracias por todo.
Manuel...idiota, gracias por hacerme reír en mis peores momentos y por estar siempre para mí, por apoyarme, por creer en mí, por cuidar mi salud y por ser como mi hermano mayor.
Zoe...gracias por llegar a mí cuando mas te necesitaba, gracias por ser mi mejor amiga, gracias por hacerme sentir bien, gracias por salvarme.