Te encontré

cap 15..

Estacionamos el auto en la acera frente a la casa, bajamos las cosas que compramos, y cuando Bianca abrió la puerta, lo supimos de inmediato alguien más estaba aquí, al parecer era alguien que se consideraba muy valiente y muy bueno en lo que hacía.

Así que dejamos las cosas en la mesa que estaba en la sala, y nos preparamos para encontrar a el intruso, con unas cuantas señas ya todas supimos que papel desarrollar, así que saque un cuchillo que llevaba escondido entre mi ropa, y las chicas hicieron lo mismo así que después de unas cuantas miradas de asentimiento, nos dirigimos a revisar toda la casa y a encontrar a nuestro pequeño intruso. Después de unos minutos de haber buscado en todas las habitaciones y el rededor de la casa, el único lugar que quedaba por revisar era el sótano, así que nos dispusimos a entrar, Bianca abrió la puerta y entro Anyel seguida de mi.

Que sorpresa, el intruso era una chica, una que se veía algo familiar, su rubia cabellera se extendía por debajo de su pecho, y con una voz llena de arrogancia y ‘’superioridad’’ dijo -bienvenidas a casa señoritas.

Este era un gran saludo, todo en sus ojos reflejaba fastidio y molestia, y desde luego era poco decir que se tomaba muy enserio el papel de intimidar a otros, ella era la chica que vimos en la cafetería, y la verdad es que las preguntas no se hicieron esperar ya que ahora rondaban por nuestras cabezas, como rayos logro entrar a nuestra casa? y que estaba haciendo en nuestro sótano?.

Esto se iba a averiguar enseguida, en menos de un parpadeo Anyel lanzo por los aires una botella que había de tras de las escaleras, la cual impacto la pared con un gran estruendo, Bianca y yo le devolvimos una mirada acusadora a Anyel de esas que dicen  ( tonta, a este paso vas a destruir la casa) , en ese momento Anyel nos miró algo apenada y enseguida se disculpó –Lo siento chicas, pero es que ella se movió.- su voz reflejaba molestia y decepción, por el hecho de que la rubia hubiera esquivado su golpe, al mismo tiempo la chica se había movido solo unos pasos, mientras se sobaba el trasero que al parecer se había golpeado con la pared en su intento de esquivar la botella, sus ojos nos observaban algo expectantes, era extraño para ella que en esta situación nos preocupáramos  mas por la casa y otras cosas que por el problema en cuestión y este era por qué ella se encontraba en este lugar, asi que sin perder mas tiempo levanto sus manos en un movimiento de rendición, era un gesto bastante apropiado para la situación, sus instintos le decían que estaba en peligro y que se había metido en un gran problema.

­­­­-Señoritas, lamento el malentendido, yo... yo... yo- Su voz se entrecortaba, el miedo estaba empezando a hacer estragos en ella, pero aun así termino de hablar.

-yo.... yo soy Camille, venga de parte de Ofelio para llevarlas a la oficina, disculpen la intrusión pero ya saben tenia… curiosidad- su voz era temblorosa, el miedo que tenia se reflejaba allí, su rostro estaba pálido y sus manos se enfriaban, podía sentir como un sudor frio se deslizaba por debajo de su camisa, y allí mismo sus pensamientos cada vez la atormentaban más, lo que sentía era miedo, este temor  su corazón golpeando cada vez mas rápido dentro de su pecho, y la sensación de que no saldría de este lugar bien, si no bajaba su cabeza la amenazaba.

 Ella quien siempre se había considerado buena, quien siempre había dicho que era una cazadora; ahora mismo era la presa y sentía que en cualquier momento seria devorada, sus pensamientos la traicionaban. En su vida ella siempre estuvo arriba, todos la felicitaban y siempre era de las mejores, ella lo sabia, en unos meses haría parte del equipo de elite de la Agencia, pero ahora mismo casi mojaba sus pantalones por la extraña aparición de tres chicas, sus instintos gritaban que huyera, ella sabia que había sido pura suerte el haber esquivado esa botella, y que quizás acababa de reunir la suerte de toda su vida en ese  preciso momento, y la única manera de salir de ahí era haciendo lo que debió hacer desde el principio y asi  con su voz temblorosa, termino de trasmitir el mensaje, porque ella solamente quería huir de ese lugar.

-De parte de Ofelio? Lo hubieras dicho primero, disculpa nuestros modales, es que ya sabes apenas nos estamos adaptando a la ciudad y esas cosas. - Anyel se disculpó algo apenada, puso su sonrisa de negocios y con movimientos algo torpes se disculpó con nuestra intrusa que al perecer ahora es una invitada.

Después de que el malentendido se aclarara, acomodamos nuestras compras y fuimos hacia la oficina, aunque no lo crean nuestro negocio es muy profesional, y como tal siempre hay mucho papeleo que hacer, y más cuando se hace un traslado de un lugar a otro, y como nuestro caso era un tanto especial; debíamos hacer comprobaciones, y la tan esperada prueba de novatos.

Si, se que es raro que después de tantas misiones y cosas nos vayan a hacer pruebas para medir nuestro nivel, pero es de esas reglas no escritas, y se hace sin importar tu rango, de donde vengas, tus conexiones o tu antigüedad, se podría decir que son pruebas que miden el nivel de habilidad de los nuevos, y permiten que sea más fácil la acoplacion con el resto del equipo, aunque la verdad es que estábamos emocionadas por esto, desde que empezamos nos desarrollamos en un ambiente muy controlado, donde nuestros progreso siempre fue verificado muy de cerca asi que nunca hicimos una de estas extrañas pruebas, y el hacer una iba a ser muy emocionante.

 

 



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En el texto hay: accion, amor, peleas

Editado: 09.09.2021

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