Te Estaba Bucando

Capitulo #9

-buenos días.- dije tímida al entrar a la cocina donde los cuatro adultos me observaban muy descaradamente.

-eres hermosa.- dijo una mujer de tez blanca y ojos similares a los míos.

-gracias.- susurre.

-definitivamente mi nieto tiene buenos gustos.- dijo un hombre alto que tenía tomada de la cintura a la mujer que me había hablado antes.

-en eso estoy de acuerdo papá.- dijo el padre de Ares. Y la señora Becky asintió.

-no, no soy su novia.- dije y todos me miraron raro.

-un.- escuche que Ares decía.

-pero... si estabas en su cama.- hablo la abuela, creo que es ella, aunque es muy joven para serlo.

-lose, solo... este...-piensa, Abby piensa.- solo... es que... este....- di la verdad idiota, me dije.- Luca no sabe dormir con alguien y me estaba asfixiando así que tuve que dormir con Ares.- demonios eso sonó mal. El abuelo se atraganto con su jugo y me miro divertido.

-veo que te divertiste con mis hijos anoche.- dijo Becky con una sonrisa.

-no, no, no, me mal interpretaron... yo, yo.... Yo soy la mejor amiga de Luca me quede en su casa porque veríamos un maratón de nuestra serie favorita y pues... me quede dormida en su cama, pero me desperté gracias a que este chico me estaba matando. Baje a la cocina por un jugo...

-de zanahoria.- hablo Ares y yo solo sonreí.

-no, de naranja y el dios griego.- ambas mujeres sonrieron cómplices de algo que solo ellas entienden.- me mando a dormir, le explique la situación y me obligo a dormir con él.

-ah, no te hagas, dormiste muy cómoda.- dijo Ares y mis mejillas se tornaron de un rojo fuerte. Escuche como todos los "adultos" decían un "awww" y eso remato todo, mis mejillas no podrían estar más rojas.

-ven, siéntate, no mordemos... desayuna con tu familia temporal.- dijo Becky. Fruncí el ceño.

-¿temporal?

-sí, toma.- coloco unas tostadas y café frente a mi.- tus padres llamaron esta mañana, yo conteste y me dijeron que te dijera que tenías una opción y era dormir en casa de tu madre toda esta semana ya que ellos tenían que regresar a la ciudad por el asunto de Alex, dijeron que tu sabrías; después el dudo por un momento y me pidió que si tú no te quedabas en casa de tu madre cosa que él sabía que no lo arias, que te quedaras con nosotros, yo acepte y pues te quedaras con nosotros toda la semana.- dijo lo último muy emocionada.- Ares te acompañara a tu casa por tus cosas y prepare una habitación para ti pero si quieres dormir con mi hijo solo dímelo.- y el color rojo volvió a mí. Wow, esperen, alto allí, si no me quedo aquí me tendré que quedar con mi madre... ambas opciones son fatales aunque la opción de mi madre es peor.

-gracias por permitir que me quede en su casa esta semana.- sonreí sincera, no me gusta estar sola y a mis padres les consta eso.

-si.- miro a la abuela, creo que su nombre era Abby, meter un panquesito a su boca y Becky abrió los ojos grandemente; al parecer la abuela lo noto porque ella también abrió sus ojos como platos y miro el panquesito ya mordido en su mano.

-me va a matar.- lloriqueo la abuela.

-¿Quién?- pregunto el abuelo

-Queki, esa perra me matara

-¿y ahora porque?- pregunto divertido Ethan.

-hay cariño, que no vez, se acaba de comer a una de sus crías.- chillo Becky. Y la puerta se abrió de golpe, las mujeres miraron asustadas el marco de la puerta y los hombres incluyendo al dios griego rieron como si la escena les divirtiera, esperen ¿Dónde está Luca? Todos parecían locos mirando la entrada a la cocina esperando a que alguien entrara y un somnoliento Luca apareció en nuestro campo de visión, escuche los suspiros de alivio de las damas y las risas de los caballeros y el idiota.

-buenos días familia.- dijo Luca, besando la cabeza de su abuela, de su madre y por último la mía.

-salió igual de cariñoso que su madre.- dijo la abuela

-oh, cierra la boca quieres. Yo no soy dulce.

-lo eres

-no, y en todo caso si yo fuese dulce tu serias adorable.- dijo Becky apretando las mejillas de la abuela.

-no. Soy. Adorable.- dijo la abuela, entre molesta y divertida.

-aque si lo eres.- dijo una mujer entrando a la cocina y las dos damas ya conocidas por mí se quedaron calladas y como niñas del exorcista se dieron la vuelta y miraron de pies a cabeza a la mujer que no conocía, la abuela escondió el panquesito detrás de ella y miro asustada a Becky, quien parecía como si estuviese planeando un plan de escape.

-¿Qué sucede?- pregunto divertida. La verdad ella no es fea, es elegante, demasiado elegante, su cabello es largo y de color negro, su piel es color canela como Becky y tiene una sonrisa muy contagiosa, esta vestida con unos jeans, y un jersey.- no me digan que hice mucho ruido ayer, por Dios, ustedes gritaban más fuerte cuando eran novias de estos idiotas y yo nunca dije nada.- hablo ella divertida.

-Queki.- dijo Abby, la abuela.

-no lo hagas.- le susurro Becky.

-no importa, yo le diré la verdad, necesita saberlo.- dijo toda dramática.

-no, morirás.- dijo Becky igual o más dramática que Abby.

-dramática ¿Quién?- dijo Queki.- ya suéltenlo.

-me comí a una de tus crías.- dijo Abby. Y todo paso muy rápido; Queki les persiguió por toda la casa, mientras Abby gritaba por ayuda, creo que escuche que gritaba el nombre "Dante" y después decía cosas como "ven y calma a tu fiera" o "he satanás, fuera de aquí lucifer" hasta llego a gritar "te voy a exorcizar hija de lucifer". Todo fue muy divertido. Becky trato de interferir en la tercera guerra mundial que se provocaba en su casa pero le pudo más la risa.




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