Miré por la ventana, alguien se estaba mudado.
Suspiré con tristeza, iba a extrañar mucho a mi mejor amiga Mili. Sus padres consiguieron un nuevo trabajo en Argentina, su país natal, y tuvieron que irse. Mili siempre fue mi amiga, recordaba todos los juegos y las pijamadas viendo películas o hablando de chicos.
Lo más triste fue nuestra despedida, hasta casi nos estaban obligando a separarnos de nuestro abrazo. Quedamos en que seguiríamos en contacto, gracias a que vivimos en un mundo tecnológico podíamos.
《Promete que me llamaras y responderas mis mensajes》dijo Mili volviendo a abrazarme con fuerza.
Me tumbé a la cama y miré al techo, me sentía muy mal.
Iba extrañarla demasiado.
Pasaron los días y seguí manteniendo contacto con ella, me hablaba de su nueva escuela y sus amigos, en cambio yo no tenía nada nuevo que contarle pero nos entreteníamos hablando de cualquier tema sin parar, la extrañaba tanto.
Pasó casi un año y las cosas ya no eran las mismas, cuando hablaba con Mili me decía que había conseguido nuevos amigos y me habló sobre otra chica quien decía que le caía muy bien, y la llamó Mejor amiga.
En ese momento sentí un vacío en mi corazón y terminé colgando la llamada.
Desde ahí Mili se trató de comunicar conmigo y no respondí sus llamadas, luego dejó de insistir, cuando quité todo mi orgullo y la llamé; ella me dijo que no la volviera a molestar nunca más.
Dando fin a nuestra amistad, eso pasó hace más de dos meses.
*
Un ruido captó mi atención haciendo que todos sus recuerdos se vayan, me levanté y fui a mirar por la ventana, alguien se mudaba a la casa de al lado. La casa no era tan grande pero era bonita, era para una familia pequeña, tenía un gran patio.
El patio donde Mili y yo solíamos jugar juntas.
Cuando la familia de Mili se fue varias personas alquilaron la casa, pero luego se cambiaban de residencia, así que la mayoría de veces la casa estaba sola.
Al día siguiente me levanté y salí de casa, miré la casa de a lado y me entró una gran curiosidad de saber quien eran los nuevos vecinos, no es que fuera muy sociable pero aun así me atreví a tocar la puerta pero nadie respondió al llamado.
"Tal vez no están", pensé
Volví a casa y me encerré en mi habitación a ver videos, miré videos de Hola soy German y luego hice mis tareas.
*
Al día siguiente ocurrió la misma historia, toqué la puerta y nadie contestó, miré el pastel que mi madre había preparado para los vecinos y me había obligado a llevárselos como muestra de amistad y vecindad.
Pensaba irme y robar el pastel, pero en ese preciso momento la puerta se abrió dejando ver a un hombre; abrí mis ojos con sorpresa, mi corazón latió con fuerza y sentí como el pastel se caería pues no ponía controlar mis manos.
No podía ser real, no puede ser él.
Tal vez había sido en espejismo o una fantasía, pero verlo ahí, con una sonrisa en su labios y vestido como usualmente era su estilo me hizo creer en él, y aun más cuando dijo "Hola, ¿Cómo estás? ...¿te ocurre algo?" su voz, aquella voz que tanto me encantaba. Él colocó su mano en mi hombro y supe que era real.
—¿Me escuchas? —Me miró con preocupación.
Tarde unos segundos en responder y salir de mi estado de shock.
—Sí, yo... disculpa —bajé mi rostro sintiéndome avergonzada y mis mejillas se ruborizaron al levantar mi vista y notar que me observaba fijamente—. Vivo a lado, bueno, mi madre les preparó esto.
Me costó hablar sin trabarme, él me miraba con atención y me sentí tan tonta.
"Cuando lo conozcas, actúa normal, no llores y grites, háblale con tranquilidad. Él notará que no le importas mucho y habrá más posibilidades de estar juntos, ¿Quién quiere a una fan loca de novia?"
Recordé las palabras que alguna vez me dijo Mili.
Fue en un día de pijamada, y Mili me preguntó "¿Ya te gusta alguien?" y yo le respondí "German" con obviedad.
—Es famoso y guapo, también es mayor para ti. Es tu amor platónico, ahora dime.
—Bah, lo de la edad no importa —crucé mis brazos — No te lo conté antes pero... Germán y yo somos novios, lo mantenemos en secreto, ya sabes; la fama lo complica un poco porque si nos ven juntos notarán la diferencia de edad y pues sería malo. Por eso no hay fotos de nosotros juntos —dije con tranquilidad.
Mili se echó a reír segundo a después y yo hice lo mismo, German y yo, juntos, novios, eso nadie lo creería.
Sentí una punzada en mi pecho y mi rostro se llenó de tristeza.
—No te pongas así, algún día lo conocerás y veras que caerá a tus pies, te amará. —Mili sonrió y colocó su mano en mi hombro — Escucha ____, cuando lo conozcas, actúa normal, no llores y grites, háblale con tranquilidad. Él notará que no le importas mucho y habrá más posibilidades de estar juntos, ¿Quién quiere a una fan loca de novia?
Sonreí, su plan no era tan raro después de todo.
—Soy _____, ¿y tú?... —dije al cabo de unos segundos fingiendo desinterés.
—Soy German, German Garmendia. Aunque creo que ya lo sabías —Germán me sonrió y eso hizo que sintiera extrañas sensaciones en el estómago.
Es él, es verdadero y esta justo al frente mío, sonriéndo sólo para mí.
Esa sonrisa yo la provocaba, nadie más.
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Espero que les guste ❤
Primer fanfic de German Garmendia en litnet (? :v