Mis dedos estaban temblando, no podía creer la sarta de mentiras que estaba leyendo. Era como si alguien mezquino contara la historia a su conveniencia, tras tener aquel pensamiento fugaz, supe inmediatamente que esto era obra de esa mujer y de la familia de mi ex novio.
Quise llamar a Eli, pero su número no estaba más en mi lista de contactos, revisé de nuevo, pero fue inútil. Alguien lo había quitado. Di un largo suspiro, traté desesperadamente de mantenerme calmada, pero me estaba tomado más de la cuenta conseguirlo.
Mientras organizaba mis pensamientos, una de las sirvientas de la casa entró súbitamente.
- H-hay una orden, debe quedarse aquí — tartamudeó la mujer nerviosa. — el señor y el señorito vendrán pronto.
- ¡No puedo hacerlo, tengo que ir y decirles la verdad! — dije desesperada buscando mi bolso y mi abrigo, pero la mujer se atravesó en mi camino.
- No puede. — dijo contundente — hay reporteros fuera de la casa ahora mismo. Si usted sale, solo agravara las cosas. — ahora su voz se había vuelto suplicante.
- ¡Pero! — insistí.
- No lo haga más difícil para él, ha sido un buen hijo, un buen nieto. Hizo lo que le dijeron que hiciera y ahora debe lidiar con el odio de su propia familia... — sus ojos reflejaban su preocupación.
Sus palabras hicieron que mi corazón doliera, era verdad que mi presencia ahí lo hacía más difícil para todos, pero ¿Qué hay de mí? Yo también soy una víctima.
- Incluso si no es lo mejor, iré — dije firme. — ellos deben saber el resto de la historia antes de acorralarnos. — nuestros ojos se encontraron y ella vio mi determinación.
- Entonces tendré que retenerla por la fuerza. — dijo inflexible.
Ambas estábamos listas para luchar, ella por retenerme y yo por ir, cuando el escándalo en la estancia hizo que las dos dejáramos de lado nuestra rivalidad.
Las voces se hacían cada vez más claras, el personal de la casa lidiaba afuera con la prensa que gritaba e intentaba entrar por la fuerza, pero en la estancia se estaba librando otra pelea, ambas bajamos las escaleras para ver de qué se trataba, una vez ahí nos topamos con aquella desagradable chica.
- ¡Te dije que vayas y le digas que venga a verme ahora! — ordenaba la chica.
- Y yo ya le dije que la señorita no se encuentra en casa — dijo la mujer que estaba frente a ella. — pero le diré que vino a verla — dijo con una amabilidad entrenada haciendo una reverencia.
- ¡haz lo que te digo si valoras tu empleo "sirvienta" — la amenazó golpeando su zapatilla en el mármol. — dile a esa mujerzuela que deje de jugar a la dueña de esta casa y venga aquí, esta es su última oportunidad — dijo grosera.
- Aquí estoy, Hye Kyong. — anuncie. — ¿a qué has venido? — espeté furiosa.
- Hablemos — dijo irónica. — y antes de que perdamos más tiempo te diré, tengo una oferta. — dijo.
Ante el descontento del personal de la casa, lo pensé un poco, pero accedí a hablar con ella, sabía que lo que ella dijera podría cambiar la situación.
- De acuerdo — dije y de inmediato cambió la actitud del personal de la casa.
- Por aquí, sígame. — señaló la mujer que antes la había atendido, lo que hizo que la Idol la mirara de mala gana ante su cambio de actitud.
- Parece que ya te estas creyendo el papel de señora — me dijo con burla, pero no seguí su juego.
- Solo soy un huésped aquí — dije. — tú también deberías de ser más educada con el personal de la casa. — le recordé.
Al llegar a la habitación, de inmediato la reconocí. Era el mismo sitio en donde la dueña de la casa y yo habíamos hecho el trato. "Vuelve a casa con mi hijo... yo me encargaré del resto" aquella persona se marchó antes de cumplir su promesa y ese recuerdo me hizo sentir triste.
- ¿té para usted señorita? – dijo la mujer como si lo hiciera apropósito.
- No, gracias — dije incomoda.
- ¿hay algo mas es lo que pueda servirle señorita? — me preguntó nuevamente y yo negué con la cabeza, luego la mirada ella y la de Hye Kyong se cruzaron y la mujer se marchó complacida ante el enfado de la Idol.
- ¿Qué tienes que decirme? — dije de repente atrayendo su atención nuevamente.
- Vuelve a México y esto se termina — dijo a secas.
- ¿Qué? — pregunté confusa y enfadada.
- Los abuelos de Hyun Jin son los que están detrás de este escándalo, debes de saber que, aunque te detesto, un escándalo que me involucra a mí y a mi familia no me conviene. — dijo manteniendo su digna mirada.
- ¿Qué piensas hacer para solucionarlo? — pregunté manteniendo la calma.
- Voy a desmentir el escandalo — diré que tú y Hyun Jin terminaron en México, que el vino a corea y se enamoró de mí, así que naturalmente decidió casarse conmigo, pero tú lo seguiste por que no pudiste soportar que te dejara, así que usaste a Eli para darle celos — aunque aquella historia era en parte mentira, no estaba del todo errada — solo tienes que venir a la conferencia de prensa y decir que eso es lo que pasó. — cruzó las piernas. — piensa cuidadosamente en tu respuesta, o nos hundimos TODOS o solo te hundes tú — me amenazó.
- ¿Qué hay del resto de la historia? — pregunté — la madre de Hyun Jin.
- Diré que todo fue planeado por sus abuelos y bla, bla, bla — dijo exasperada.
- ¿Qué harás si Hyun Jin no acepta ser parte de esto? — dije preocupada.
- No lo sabrá, tu y yo haremos la conferencia de prensa sin él, luego de que se realice la boda, tendrás que esperar al menos un año y podrás largarte con él a donde quieran, ya no me importará. — dijo resentida.
- ¿y si digo que no lo haré? — ante mi pregunta Hye Kyong se puso de pie roja de coraje.
- ¡Te destruiré a ti, a Eli y Hyun Jin! — amenazó —si con eso puedo salvarme a mí misma, lo haré — agregó ante su respuesta tenía una última pregunta.
- ¿Cómo vas a convencer a Eli de estar de acuerdo? — yo sabía que él no accedería tan fácil...
Editado: 05.05.2021