Sábado
Jazmín
Damián llevo a José y mi papa al aeropuerto esta mañana, mientras yo me quede en el departamento leyendo un libro.
Escuché el timbre y fui a abrir. –tardaste menos que las otras veces – le digo mientras lo dejo pasar –había menos transito –me responde como si fuera lo más obvio del mundo –haaa –le digo –tu papa dijo que no podías salir sin mi permiso -.
Que que queeee, espero haber escuchado mal no necesitaba el permiso de un idiota para poder salir.
-¿enserio? –le pregunto, aun con la boca abierta –pues, si –. Dijo, mientras yo ya sacaba el celular para llamar a mi papa.
-hola –se escucha del otro lado
-papa, ¿enserio Damián me tiene que dar permiso para salir? –le pregunto –si me he dado cuenta que cuando no estoy, sales demasiado –pero que. No necesitaba que él me cuidara
–bueno, chau hija, nos tenemos que ir, te quiero-
–yo también –
le respondo, y corto, miro a Damián que tenía una sonrisa en su rostro mientras se quedó hay parado
–ahora me crees –
dice en tono de superioridad –idiota –murmuro, él se encogió de hombros y se dirigió a la cocina para buscar un bocadillo, y luego se encerró en mi cuarto.
Ahora si van a hacer las peores vacaciones.
Antes cuando venía Damián podía por lo menos salir con mis amigos siempre que quería y eso pasaba casi todos los días.
Y no quería preguntarle si me daba permiso para hacer algo. Me siento en el sofá y sigo leyendo.
Por lo menos te tenía a ti precioso libro tu no me dejarías jamás.
El resto del día paso lento y como lo esperaba aburrido ya eran casi las seis me levanto para ver que hace Damián y lo encuentro durmiendo de una forma que no comprendí, y se me escapa una pequeña risita, y le saco unas cuantas fotos
Con esto lo amenazare.
Pienso mientras me acerco un poco más para hacer algunas fotos más y no me doy cuenta que que el flash esta prendido el abre los ojos, y yo salgo corriendo y me encierro en mi habitación.
- abrí Jazmín –me dice en tono de querer matarme.
-nunca –digo.
-¿Qué harás con esa foto? –me pregunta
No le voy a decir que la usare en su contra.
-nada –le respondo
-no es cierto –me dice
Ups, me atrapo.
-la tendré de recuerdo –miento.
-por qué carajos quisieras una foto mía –pensé unos segundos –porque eres mi amigo, y siempre hay que tener fotos de tus amigos -Él se quedó en silencio unos segundos –mientes, nunca dijiste que éramos amigos –él tenía razón nunca fuimos amigos, pero quien quería ser amigo de un tremendo aburrido. Miro por la cerradura de la puerta y el sigue parado hay afuera.
-bien la borrare –digo mientras abro la puerta y le muestro como elimino la foto
-buena chica –me dice mientras me da unos ligeros golpes en la cabeza como si fuera un perrito, le gruño y voy a cenar.
Nunca comemos juntos siempre lo hacíamos separados. Luego de comer me voy a bañar. Me pongo mi pijama que consistía en un short corto y una remera blanca que me llegaba casi hasta los muslos. Entro en la habitación y me asusto al ver a Damián sentado en la cama con mi teléfono entre sus manos. –¿Qué haces le pregunto - mientras me acerco a él, me mira y su sonrisa pícara aparece me muestra la pantalla de mi teléfono y veo su foto durmiendo –no borraste todas las fotos –me dice –ups, se me ha olvidado –miento.
No había borrado todas las fotos solo le había mostrado una, no me iba a rendir tan rápido
Y porque no he puesto contraseña a mi celular. Tonta sí que eres tonta Jaz.
Me maldigo mientras veo como las a borra todas y cada una de las fotos, me abalanzo hacia él, con la intención de quitarle el celular
-no no no, todavía no veo toda la galería dice con una sonrisa
O no, claro que, no iba a ver toda mi galería, quien se creía.
-ni se te ocurra –le grito mientras agarro una almohada –pero si ya lo estoy haciendo -dice inocentemente, le tiro la almohada por la cabeza y él me devuelve el almohadazo de la misma forma. –¿quieres jugar he? Pues juego tendrás –saca su celular y pone una canción que aparecen las películas cuando se están por pelear. Rio por eso y agarro otra almohada y se la lanzo, pero el agarro como si nada y me devuelve el tiro tan fuerte que casi me caigo, agarro la frazada y me tiro encima de él lo enredo con ella como si fuera una red. Se cae al suelo, y yo me siento encima de él impidiendo moverse, (él no era el único fuerte aquí)
- Jazmín uno, Damián cero –digo en tono de superioridad –eso fue trampa dice el sacando la cabeza por un agujero que había en la frazada –era pelea de almohada, no de frazada –rio por su comentario, me levanto del y me siento en la cama, y lo veo estaba hay en el suelo corro hacia ahí y agarro mi celular.
De repente la frazada me enrolla y caigo al suelo
Que tonta Jaz bajaste la guardia.
-Damián uno, Jazmín uno. Ahora estamos empatados –dice feliz. Saco mi cabeza y lo miro con curiosidad. Desde cuando él era tan divertido. - ¿desde cuando eres tan divertido? –pregunto mientras intento salir de la frazada –tú fuiste la que empezó –dijo echándome la culpa, me llevo la mano al pecho indignada, mientras el ríe.
-sabes, me gusta cuando eres así –le digo mitras me levanto del suelo. –¿ha si? –me responde –em, si –digo y me siento al lado de él. –ya es tarde. Deberíamos ir a dormir –dice mientras se levanta –ho wau, que obediente te hiciste ¿desde cuándo vas a dormir tan temprano? –le pregunto mientras me levanto y me ciento en mi la cama –pero bueno, buenas noches le digo mientras lo empujo fuera de la habitación –buenas noches –me dice y se dirige a la habitación.