Post sesión fotográfica
-¿Sabes dónde está el baño?
Frunce el ceño.
-¿Qué?
De las miles, millones de grandiosas respuestas que pude darle, de mi boca salió la más vergonzosa…
Y la más sincera también, pero ¡cómo si eso fuera bueno!
-Me preguntaste si tenía algo para decir, y yo te digo, bueno, pregunto dónde está el baño…e-eso es lo único que puedo decirte en estos momentos…
Parpadea y yo me remuevo sonrojándome.
>>A-alan, de verdad necesito un baño.
¡Por favor! ¡Es mi cuerpo! ¡¿Cómo demonios puede traicionarme de este modo?!
Mis manos se aprietan y trato de no mover mis pies mientras quiero darme un golpe por beber tantas botellas de agua.
-Entra-asiento sin poder verlo a los ojos y cuando noto que es una oficina me petrifico-Ahí-señala la puerta-está el baño.
Nunca la palabra “baño” me sonó tan aterradora.
-¿Qué? P-pero…
¡Yo buscaba el baño público! ¡No uno en una oficina, y menos en la tuya!
Estoy al borde del colapso mental por el terror y por mi vejiga, y es una suerte que Alan se dé cuenta de mi estado crítico y tome cartas al respecto.
-Si te incomoda estaré afuera, así que tranquila, tómate tu tiempo…
-¡¿Eh?!
Sale sin dejarme decir nada y apenas cierra la puerta me sonrojo nivel dios y ahogo un grito de vergüenza. ¡¿Por qué demonios salió?! ¡Le-le incomoda que yo…! ¡A mí no! ¡Yo, joder!
¡Maldición! ¡Agh!
-Mejor entro al baño-susurro resignada.
No puedo reputar nada, y guardo mi energía para llegar al baño.
Esto…esto debía ser la peor broma entre ex novios.
No, corrijo, nuevos amigos.
***
No quiero salir, pero tampoco puedo morir en este baño.
En especial por su dueño.
A pesar de eso, me quedo un rato caminando de lado a lado pensando en cómo carajos dar la cara y recoger mi dignidad. No solo era un caso de ser una chismosa, era también de honor al haber dado una respuesta tan…especial.
Bueno, mientras más tarde, más tiempo pierdo, no es como que Cooper fuera a esfumarse, químicamente, eso era improbable. Tomo aire y abro la puerta.
-Tardaste demasiado ¿estás bien?
No creí que me arrepentiría de inmediato.
-Estoy muy saludable si a eso va tu pregunta-miro hacia un lado sonrojada.
-¿Estás avergonzada?-no respondo, pero mi mirada le dice todo-Solo me preocupaba por ti.
-No sabía que eras tan considerado con tus amigos.
-Bueno, por algo son mis amigos ¿no?-sigo sin responder-Entonces, niña tonta…-sonríe levemente-tengo algo de curiosidad.
Oh, mierda, ¡conozco esa sonrisita y sí, esa jodida mirada también!
-La curiosidad es muy mala-acoto.
-Si fuera una película de tu género favorito, eso sería correcto, pero no lo es ¿sabes lo que significa?
-¿Qué tocaras tu corazón e ignoraras mi comportamiento extraño?
Suelta una risa baja y sus ojos parecieran gritar: Eso quisieras.
-¿Por qué nos espiabas?-suelta finalmente el desalmado-No sabía que tenías ese pasatiempo.
-No tengo ese pasatiempo, no soy chismosa. Y puede que antes sí hiciera cosas raras, pero era porque …
Porque me gustabas…
Me sonrojo de manera furiosa y me tapo la mano con una cara mientras finjo estar fastidiada.
>>¡Porque siempre tengo mala suerte! Además, no sabía que estarías aquí.
¡De haberlo sabido no hubiera aceptado venir ni nada!
-Soy el presidente, ¿por qué no debería estar aquí?
-¿El presidente?-mi voz es ahogada.
¡En fin! Ya no podía seguir mintiéndome y menos decir que era un gerente. ¡Estaba jodida!
-¿No lo sabías?
¡¿Me veo con cara de que lo sabía?!
Parece notar mi regaño porque su labio se alza levemente.
-Eres una pésima amiga. No me conoces.
-Tu tampoco me conoces-siseo.
Contrario a lo que espero, una sonrisa perezosa crece.
-Entonces, ¿deberíamos empezar a conocernos?
¿Qué?
-El sábado voy a tu casa, es el día que siempre juego con Ben. Así que nos vemos ahí.
¡¿Qué?!
***
Veo mi reflejo y mi ceño se frunce levemente mientras toco la ropa en mi cuerpo.
Es la misma que Cooper me prestó ese loco día.
“No la compre, no es de otra chica, solo úsala y deja de fruncir el ceño”
-Bueno, él no es de mentir…
Pero tampoco de ser claro.
Ruedo los ojos y salgo del vestidor, las cosas ya están en su posición y para cuando Katy me ve, soy colocada en donde ella señala, conversa con Sebastián y cuando ambos asienten las fotos inician.
De nuevo me pongo nerviosa, pero he decidido no tomar agua, incluso cuando me la ofrecen, la rechazo y niego amablemente. ¡Es por esa botella que Cooper está aquí!
Y es que, él todo poderoso presidente se había quedado a ver lo que hacíamos.
Darwin parecía divertido, al menos hasta que Alan le dio unos papeles y se puso serio. Eso fue perturbador, nunca había visto el rostro de Darwin concentrado. Lo vi unos minutos antes de que se marchara.
Para cuando gritaron que ya se había acabado, sonreí, luego mi cara se desmoronó. ¡¿Cómo que solo las tomas de hoy?!
¡Quise matar a Darwin!
***
Suspiro.
-¿Tan horroroso fue?
Volteo a verla.
-Aterrador.
Katy ríe ante mi respuesta y con un brazo rodea mis hombros. Estábamos de nuevo en el balcón esperando que Sebastián como el resto saliera, y es que Katy terminó de alguna manera aceptando la invitación a cenar que Sebastián me comentó.
Cada noche de trabajo iban a comer juntos, hacían alguna cosa y luego se iban a sus casas.