Te reconquistaré

Capítulo 24 "¡Feliz cumpleaños! ¿O no?"

¡Feliz cumpleaños! ¿O no?

 

-¿Qué mierda te pasó?

Es razonable la pregunta de Katy, incluso su cara que se debate entre susto, desconcierto y curiosidad. Es Katy, la palabra curiosidad corría por su sangre. Y mis ojos tamaño guisante y chinos, junto a mi nariz roja y piel pálida, me daban el contraste perfecto para que esta incrementara.

-Un ancla…

-¿Un qué?

-¡Todo fue por un ancla!-empiezo a llorar-¡Oh, dios, voy a enloquecer! ¡Katy soy una tonta y a la vez alguien cuerda!

-No creo que se pueda ser ambos.

-¡Lo sé!-jadeo y seguido a ello empiezan a caer lágrimas por mis ojos, me sueno la nariz y luego tengo un hipo-sollozo.

-Espera… ¿estás borracha?

-¡Obviamente que no!

-Lo estás. Mierda, jamás pensé verte así. Espera…si estás así… ¡es bueno!

Le observo confundida.

-¿Lo es?

Se ríe y por un momento me da escalofrío como me recuerda al gato de Alicia cuando su cabeza empieza a girar. Me hace tomar asiento y acosar mi cabeza sobre sus piernas antes de con voz maternal susurrar mi nombre.

-¿Sí?

-Cuéntale a esta rubita todos tus pesares, desahogarse es bueno, al igual que yo para escucharte.  

Sin barreras mentales, con alcohol en la sangre y sentimientos encontrados, ¡obviamente le daría esa información a la rubia!

Y así empecé…

-Fui a comer con Alan…

-Ah con… ¡¿Alan?! Maldición, esto va a estar bueno.

-¡No, no lo está! ¡Todo está mal!

-¿Mal?

-¡No! ¡Sí está bien! Yo…no lo sé-empiezo de nuevo a llorar-Mierda, solo comí con él, todo estaba bien. Solo que…sé que volví a herirlo Katy…lo lastimé de nuevo.

Sus manos se detienen y mi corazón punza antes de morder mi labio con fuerza y cerrar los ojos recordando. Realmente todo estaba bien. Estábamos sentados en un restaurante de comida china comiendo tranquilamente.

Bueno, él era el tranquilo, yo por otro lado estaba turnando mi vista entre él y mi plato de tallarín. Solo dejaba de verlo cuando envolvía mi tallarín con el tenedor, pero mientras comía lo observaba. No lo acosaba, solo quería saber que tenía en su cabeza.

No me había dicho nada de esta salida. Y que luego me preguntara que quería comer, no hacía esto fuera menos predecible. Así que verlo se volvió mi forma de tratar de procesar su siguiente movimiento. Incluso me tomó desprevenida cuando me miró y suspiró.

-Deja de verme de esa forma.

Miré mi tallarín y lo envolví para comérmelo.

-¿De qué forma?

-Con desconfianza.

-Es que desconfío de ti.

-¿No sabes que haré contigo, verdad?-sonrió mientras preguntó eso haciendo que yo comiera más tallarín para disimular mi sonrojo-Te sigue poniendo nerviosa no tener el control.

Lo miré mal. Quería preguntarle porque lo hacía si sabía de ello, pero su respuesta me sonaba en la cabeza: Es divertido. Así que no la hice.

-Creo que he mejorado en manejar eso-murmuré y le señalé con el tenedor-Ya no estoy jugando con los cubiertos.

-Un gran avance.

Lo era, controlaba mejor mis nervios al verte.

Reí y bromeé de ello, recuerdo preguntar sobre el nombre de la empresa a lo que él empezó a responder que él no tenía nada que ver.

-Es una historia algo peculiar…Hanna Skinner tiene mucho que ver-dijo y empezó a relatarla.

Fue agradable verlo sonreír mientras hablaba de los cambios en su vida y eso me hizo feliz. Realmente todo estaba bien hasta que mi celular sonó.

Era Anthony.

Un balde de agua fría me cayó en el cuerpo al ver su mensaje que decía: Te quiero.

Mis dedos temblaron y se me cayó el cubierto haciendo que todos nos voltearan a ver. Cooper preguntó por mi estado, aseguré estar bien y posterior que debía volver.

-Te llevaré a casa.

No me opuse, y ante mi silencio empezó a caminar hacia el auto. Mis labios se apretaron y mis pies titubearon. Una llamada entrante de Anthony y la fecha de ese día chocaban entre sí cuando vi la pantalla de mi celular de nuevo. Y tomé una decisión.

No podía seguir haciendo esto.

-¡Espera!-grité y tomé su manga deteniéndolo-Quiero ir a un lugar antes…

Mi voz tembló, pero pese a ello cuando preguntó si estaba segura, subí la mirada y sonreí.

-¡Sí!

 

***

 

El auto se detuvo donde debía, y aunque él estaba confundido antes de que dijera algo le interrumpí.  

-Shh no digas nada. No digas nada. Solo espera, no, mejor espera afuera.  

Mi nerviosismo le desconcertó, pero sonrió levemente y asintió. Al salir le pedí unos minutos y salí corriendo hacia los locales. Busqué por todos y aunque vi varios diseños de collares, pulseras y relojes, me detuve al ver tres.

Los dos primero los vi y luego los descarté.

Finalmente, compré dos distintos.

Cuando era hora de volver, dudé en hacerlo, pero caminé lentamente hacia Alan Cooper y colgué la nueva llamada de Anthony.  

 

***

 

-¿Y luego?-pregunta Katy al ver que me quedo en silencio.

Mi garganta aprieta y sonrío sin emoción alguna.

-Le regalé un ancla y luego le dije que-empiezo a reír y llorar mientras le confieso lo que le dije y aunque estoy un poco ida, noto como los ojos de Katy se abren ante mis frías palabras.

Hice lo correcto, pero no de la forma correcta.

Aunque no hay forma correcta para terminar una relación.

 

***

 

Alan

 

Abigail regresó, luego de haber corrido por los locales y estar inquieta, volvía extrañamente más tranquila.

Nunca olvidaré como se acercó tímidamente y sonrió.

-Ya volví y solo quería decirte algo-tomó aire y sonrió-Feliz cumpleaños…

Su susurro vino acompañado por sus manos extendidas mostrándome una pequeña caja.



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En el texto hay: secuela, secretos, reconquistar

Editado: 10.05.2022

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