Tear out my heart.

Capítulo 9:

Después de aquella bomba, Tzuyu llegó a la conclusión que lo mejor seria estar lejos por unos días. Sinceramente, me preocupada la universidad, no solo a mí, a todas. Pero como siempre, Chou lo tenía todo solucionada. Su padrastro era el dueño y director de la universidad, hizo un par de llamadas explicándole muy por encima nuestro problema y prometiendo que luego le daría detalles.

Llegamos a la conclusión que la única que podría salir con aparente tranquilidad, era Dahyun y Sana, aunque Tzuyu no estaba muy convencida. Comprarían algunos víveres, recogerían algunos libros necesarios entregados por Aisha mientras las demás las esperábamos en la salida del pueblo. Aunque Momo estaba en peligro, se arriesgo a escoltar a las chicas con precaución.

  • Sí mamá, estaremos bien. Es solo un trabajo especial.

 

  • ¿Segura? No es necesario que me mientas para escaparte con Chaeyoung, sé que se quieren desde hace tiempecito. Aunque no estoy de acuerdo en que descuides la universidad.

 

Me sonrojé ante el parloteo, miré a Chaeyoung aún inconsciente en la espalda de la más alta. Caminábamos hacia la salida de la ciudad — Mamá, lo digo en serio. Deja de decir boberías.

 

  • Bien corazón ¿Solo una semana, cierto?

 

  • Si mamá — susurré con voz ahogada — te prometo que me pondré al día con mis otras asignaturas apenas llegue.

 

  • Eso quería escuchar — sonreí — aprovecha concretar las cosas con Son, hija.

 

  • Adiós, mamá.

 

Colgué el celular, clavando mi viste en este. La creciente angustia no parada. Sentí un apretón de manos — Saldremos de esta, no te preocupes — susurró Jihyo, entre lanzando nuestras manos.

 

Asentí — ¿Segura que tus padres no sospecharan?

 

Negó — están demasiado ocupados, además, suelo quedarme con el auto mucho tiempo — sonrió.

 

Nayeon y Jeongyeon caminaba con la cabeza gacha — ¿Crees qué todo esto sea demasiado para nosotras?

 

Suspiró — es totalmente desconocido, estoy aterrada, pero si reencarnamos, fue por algo.

 

Tragué saliva — he tenido visiones de Kim, Momo y tú, incluso creo haber tenido una de Nayeon antes de que todo esto empezara. De nosotras reunidas, junto a Tzuyu en una especie de ritual. Todo es tan extraño.

 

  • No te olvides que estamos huyendo de una secta.

 

Rodé los ojos, como olvidarlo. — Ji — llamó Nayeon con los ojos aguados — ¿crees que podamos volver?

 

Todas nos detuvimos, ignorando el quejido de la pequeña. Park se paralizo, era la pregunta que todas teníamos en mente — no lo sé — dijo con voz quebrada.

 

  • Es tan incierto, esas personas son peligrosas, mortales. Tienen medios para debilitarnos, no tenemos nuestros dones, estamos débiles. Si nos agarran, estamos muertas — la mirada de la taiwanesa, se suavizó, adolorida.

 

  • Es totalmente incierto, pero estaremos bien, incluso si no logramos regresar, nos tenemos — me acerqué dándole un beso en la mejilla a ambas.

 

  • Las cuidaré, lo juro — la voz quebrada de Chou nos sorprendió, apretando su agarré en Chaeyoung. Empezó a llorar — nu-nunca estarán solas.

 

Sonreímos. Un auto se estacionó de golpe haciéndonos saltar, era el auto de Jihyo. — ¡Chicas, suban rápido! ¡Nos venían siguiendo!

 

El auto de Jihyo era una minivan, me coloqué en el asiento trasero con Chaeyoung recostada, ocupando el espacio restante. Las chicas se sentaron con Tzuyu en el asiento de la camioneta, cerró la puerta mientras Momo arrancaba a toda velocidad.

 

  • ¿Estás seguro que sabes donde queda? — preguntó en dirección a Tzuyu. Esta asintió.

 

  • Tardaremos alrededor de unos dos días en llegar, pero es necesario.

 

  • ¿Dos días? ¿Hacía donde vamos? — interrogó Jeongyeon.

 

  • Tuve una premonición, creo saber donde está el antiguo santuario de nuestras antepasadas. Ahí tendremos las respuestas necesarias.

 

  • Y un lugar seguro — concluyó Dahyun.

 

  • No quiero ser indiscreta, pero tengo el presentimiento de que hay algo raro entre ustedes tres — me crucé de brazos, fijando mi viste en las tres.

 

Sana se ocultó en su asiento, dejando a Dahyun sonrojada y a Tzuyu riendo de forma nerviosa. La coreana se aclaró la garganta — es extraño, solo no nos juzguen. Las tres estamos en una relación.

 

Las expresiones sorprendidas se hicieron notar en la minivan, incluso Momo, se había distraído desviando un poco el auto — Hirai, concentración. No quiero morir — regañó la adormilada de Son.

 

  • ¡Chaeyoung! — gritamos todas, entre emocionadas y aliviadas.

 

  • Shh, me explota la cabeza — regañó.

 

Me incliné para dejar un leve beso en sus labios haciendo chillar y suspirar a mis amigas — sigue descansando.

 

Asintió — Chicas, no deben preocuparse. Todos tienen una manera diferente de llevar sus relaciones y no vamos a juzgarlas — sonreí ante las palabras de Jeong. Empecé a aplaudir, seguida de las demás.




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