Capítulo VIII

Enfermedad mortal

A la mañana siguiente, Eline va a despertar a Wyatt, toca la puerta y grita:

-Wyatt, despierta, es hora de desayunar-

Wyatt abre sus ojos y se asusta. No recuerda que está en casa de su novia. Se levanta asustado y mira a su alrededor. Escucha a Eline que lo llama y contesta:

-Eline, ¿eres tú?-

-¡Sí, soy yo, ya despierta y ven a desayunar! Responde Eline.

A lo que se va a levantar, quiere ponerse la camisa, y la quiere coger pero esta se aleja, sus poderes estaban creciendo, se asombra e intenta nuevamente, a lo que la va a agarrar, Denise la alza y se la entrega:

-Toma, tienes que controlar tu poder, es muy difícil al principio pero, sí se puede- dice Denise.

-¿¡Qué pero cómo!? Pregunta Wyatt asustado.

-¿Cómo sé sobre tu don? Le responde Denise.

-Sí, ¿cómo lo supiste? ¿Quién eres tú? Wyatt

Con risa le dice: - tranquilo, tu secreto está a salvo conmigo- se voltea y se va.

Wyatt lo queda viendo hasta que Denise salió del cuarto. Se pone la camisa, y sale corriendo atrás de él. Al momento de alcanzarlo lo agarra y lo arrima contra la pared, y le pregunta:

-¿Dime cómo sabes sobre mi maldición?

-¡Tranquilízate! Le dice Denise.

En eso Eline llega y pregunta:

-¡Hey! ¿Qué está pasando aquí?

Los separa - Denise deja de molestar a Wyatt-

-Yo no le hice nada, él empezó- se retira.

-Dime Wyatt, ¿Qué pasó?- pregunta Eline.

-Él sabe de mi problema, me vio usándolo. Cuando desperté quise agarrar la camisa pero se movía y él me vio.

-Tranquilo, yo hablo con él, nadie más se va a enterar- Eline tratando de calmar a Wyatt.

Se dirigen a la mesa a desayunar, Richard se despide de Wyatt, ya era un poco tarde y tenía que trabajar. Dacota hace sentar a Wyatt para que desayune, este un poco nervioso comienza a comer, Eline le dice:

-Muévete Wyatt, tenemos que ir al trabajo.

-Sí, vamos- dice Wyatt

Al momento de salir de la casa, Denise estaba sentado en un el asiento de afuera, lo queda viendo a Wyatt, hasta que entran al carro, estos se van a su trabajo.

Denise se levanta y se va a su cuarto, Dacota se dirige a donde él y le pregunta:

-Denise, ¿por qué ayer no viniste a cenar y cuando llegaste te fuiste?

-Mamá, tú sabes que no me gusta estar rodeado de personas que no conozco.-

-Pero él no es un desconocido, es el novio de tu hermana-

-Y eso que tiene que ver, el hecho que sea el novio no quiere decir que yo sea su mejor amigo.-

-No te estoy diciendo que seas su mejor amigo, sólo se más educado.-

-Está bien mamá, perdón, trataré de ser más sociable con él, ahora déjame solo.-

-Bueno hijo, espero que pienses en lo que te dije-

-Sí-

Al momento de salir del cuarto, Dacota se dirige a la cocina, un poco triste por lo sucedido, aún no logra entender por qué su hijo se porta así. En eso le da un mareo y se desmaya, se cae y se escucha fuerte el golpe que se da contra el suelo. Denise sale corriendo del cuarto, a toda prisa llega a la cocina y ve a su madre tirada, corre a auxiliarla, llama a emergencias, ellos llegan y se la llevan al hospital.

Denise avisa a su padre y hermana lo que había sucedido. Ellos piden permisos en sus trabajos y van a ver a Dacota. Al llegar al hospital sólo lo dejan pasar al esposo, su hija tenía que esperar. Le dan lo resultados al padre, regresa con Eline y le comenta lo que le dijo el doctor:

-Tu madre está mal, el doctor dijo que al hacerle los exámenes le descubrieron un tumor cerebral, tienen que operarla de urgencia para poder salvarla-

-Pero papá, que la operen de inmediato-

-No es posible hija, hay que reunir una fuerte cantidad de dinero. Mira ahí viene el doctor-

-¿Usted es el esposo de la señora Dacota?- pregunta el doctor.

-¡Sí doctor, soy yo!

-Bien, los resultados de los exámenes demuestran el tipo de tumor que tiene la señora, lamentablemente, es una enfermedad nueva, producida por la célula llamada oligodendrogliomas, la cual es responsable del origen y desarrollo de los tumores mortales. Esta enfermedad presenta síntomas muy parecidos a los tumores cerebrales normales (dolores de cabeza, convulsiones y alteraciones cognitivas).-