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Tracé mentalmente una serie de planes provisorios recostado en el suelo de un sauna. Básicamente se trataba de encontrarlos lo más rápido que me fuera posible, acercarme a ellos de cualquier modo. No sonaba como un buen plan, pero era lo único que podía hacer un chico como yo, en una ciudad como ésta. Intentaba ser optimista, pero al final acababa escondiendo mi cabeza entre mis piernas inundado de desesperación y culpa por haber dejado a mi madre en manos de un monstruo. Me quedaba dormido en un rincón con la cabeza repleta de pensamientos, entre ellos estaba el rostro de la joven de antes. Me pregunto ¿por qué ocultarse detrás de una gorra con una cara tan bonita?

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Las calles del distrito de Gagnam aun estaban iluminadas a pesar de ser las 11pm, era de esperarse en una ciudad capital.

−Oye!

Por reflejo acelero el paso

−Oye! Te estoy hablando.

Su vos es aguda ¿es una chica? Me detengo y volteo con cautela, pero claro, siempre listo para salir corriendo en caso de ser necesario. Sentí una especie de alivio al verla, y no sé por qué si en realidad no la conocía. Aún existía la remota posibilidad de que vendiera mis órganos al mercado negro ¿Qué otra razón habría para que ocultara su bonito rostro detrás de una gorra?

−¿Cómo te llamas? – abrí mis ojos como platos y a eso pareció hacerle gracia. Ella dio un paso adelante y yo uno atrás.

−Si continuas sig-siguiéndome te informare a l-la policía –dije rápido y entre tropezones

Caminó hacia mí acortando el espacio entre ambos −¿Yo te sigo? ¿A ti? –Puso una cara de ofendida que me habría hecho reír en tiempos normales, pero en aquel momento estaba demasiado ocupado imaginando la razón por la que nos encontrábamos por tercera vez –una razón que no implicara mi muerte-

−Yo no te sigo, simplemente nos topamos a cada tanto. Además, ahora he venido con intención de ayudarte

−¿Te he dicho acaso que necesito ayuda?

−Tiendes a ser grosero, me agradas! –Me dio un golpe en el brazo –Yo no sé, pero ya te he visto tres veces en las mismas condiciones: solo y a mitad de la noche. Eso me hace pensar que no tienes donde ir –mi estomago rugió −y que tienes hambre.

−Algo de razón tienes− en realidad había adivinado toda mi situación.

−¿Qué estabas haciendo aquí?

−Solo quería ir allí – señalé un edificio del otro lado de la calle

−¿BigHit? ¿Que buscas en una empresa de idol´s y a estas horas?

Me quedé viendo el enorme letrero –Solo quería una nueva oportunidad.

−¿Por qué? ¿Trabajabas en esa empresa? ¿Te echaron? ¿Tú eras el chico que compraba café para todos?

−¿Te gustan mucho las preguntas? Solo para que lo sepas y para que no me llenes de cuestionamientos, yo no oculto nada, solo no quiero contarte por eres una desconocida con la que casualmente estoy topándome siempre

Me miró dubitativa, pero después de que mi estomago volviera a quejarse su expresión cambió a una divertida. Mi estomago vacio estaba avergonzándome horrible.

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Pidió dos sándwiches enormes y dejó uno frente a mí. Mi mirada oscilaba entre el bocadillo y ella –¿Es para mi? –pregunte señalándome con el índice.

−¿Crees que compraría dos sándwiches solo para mí? Tengo hambre pero jamás podría comer tanto.

Sonreí y agradecí con la cabeza. Tomé el bocadillo entre mis manos y le di un mordisco con desespero. La chica frente a mi reía bajito.

−No exageres, no voy a arrastrarte al hospital cuando te ahogues, ni siquiera se tu nombre –solo sonreí y hablé con la boca medio llena

−Soy Kim Taehyung

−Así que…¿qué buscabas en BigHit? Kim Taehyung

Tragué antes de responder

−Necesito encontrar a una persona, más bien a varias personas

−Es una empresa exitosa. Venden ramen y soju con la cara de sus artistas, es genial.

−¿Cómo te llamas?

−¿Por qué?

−Porque tú sabes el mío, además aun debo reportarte con la policía

Ella ríe –soy Bae Young Mi. Ahora aclárame una cosa sola para estar segura, en pocas palabras… no conoces a otra persona en esta ciudad fuera de aquellas a las que buscas ¿verdad? –Asentí –¿dónde vives entonces? –le enseñe una sonrisa enorme con la intención de prescindir de responder.