Un día mi abuela antes de morir me llegó a decir que tendría una pintura de su hermana fallecida que me pidió encarecidamente que la colgara en mi casa como un recuerdo.
Pero cuando vi la pintura no me lo podía creer, era algo totalmente extraño que me dio un pavor de tan solo verla pero lo que me hizo decidir en no colgar la fue un aire frío que comencé a sentir junto a un escalofrío por todo mi cuerpo, rápido tome la Sabana que la cubría y la tape para no tener que soportarla más...
Pero en el momento que me di la vuelta la Sabana salió volando dejando la pintura totalmente expuesta y esas cosas alrededor de ella comenzaron a girar lo que me hizo salir corriendo a toda velocidad de ese maldito lugar.