Me despierto por los irritantes rayos del sol, me levanto para correr la cortina pero un dolor en mi zona me detiene, hago una mueca y me vuelvo a sentar en la cama, intento levantarme nuevamente, pero esta vez un poco más despacio para que no me duela, logro llegar a las cortinas y las cierro, regreso a la cama.
– ¡Di-s Mio!_ Noto una mancha roja en la sabana, la tomo, me visto con la camiseta gris que está en el suelo, entro al baño, trato de quitar la mancha, no se si es mi impresión o que pero la mancha se hace mas grande, estoy en el proceso pero soy sorprendida por Diago, escondo la sabana tras de mi.
– ¿A qué huele?
Ay no ¡¿tan fuerte es?!
Sus ojos se tornan color carmesí, sus dientes se alargan unos centímetros, lo miro directamente y quedo petrificada.
– ¿Sangre?_ Dice con voz infernal.
Siento una leve brisa impactar en mi rostro y en un parpadeo lo veo frente a mi con la sábana entre sus manos, camina lentamente en mi dirección, como si fuese un depredador y yo su presa, me arrincona contra la pared, vuelvo a clavar mi mirada llena de terror en sus ojos carmesi.
– Tranquila, no te dolerá... Mucho.
P.O.V Cárter
Siento el peligro cerca pero no sé de dónde proviene, las chicas están seguras, Samantha está sola pero Ryan está alerta, Gabriela con Diago y Laureen está conmigo, huelo sangre.
Oh no, las chicas.
Salto de la cama y tomo la inyección de plata líquida que está en mi mesita de noche, corro hasta la habitación de Samantha, entro sin avisar, pero ella aún duerme tranquilamente, cierro la puerta sin hacer mucho ruido y voy hasta la habitación de Diago, a medida que me voy acercando percibo que el olor es más intenso, entro, no hay nadie en la habitación, olfateo un poco más y el olor proviene del baño, entro y veo a mi amigo encima de Gabriela, la mano de él hace presión en su brazo haciendo que este sangre, puedo escuchar los latidos de ella, son acelerados y llenos de miedo.
– ¡No le puedes hacer daño!_ Diago voltea y me ve – Los dos sabemos que te arrepentirás cuando estés consiente.
– Esto algún día iba a pasar.
– Hoy no_ Clavo la aguja en su espalda e inyecto todo el contenido dentro de su cuerpo, Diago cae al suelo inconsciente, alzo la vista y veo a Gabriela en shok, la pobre no se puede mover, me acerco a ella y la envuelvo entre mis brazos.
– Todo estará bien, solo está dopado.
– ¿Que son?¿porque quiso hacerme daño?¿que esta pasando?_ Pregunta entre lágrimas y sollozos.
– Después contestaremos a todas tus preguntas, ahora tienes que descansar ¿de acuerdo?_ Mueve su cabeza de arriba a bajo en modo de aceptación – Las llevaré a casa_ Salimos del baño, Gabriela va hasta la puerta y la abre.
– Si quieres seguir con vida, es mejor que no salgas_ Voltea y me mira confundida, logro ver pánico en su rostro – No, no, yo no te haría nada pero Ryan y Diago son de la misma especie, si Diago se puso así por una mancha no me quiero imaginar como se pondrá Ryan con una herida abierta_ Cierra la puerta sin pensarlo dos veces y se acerca, se sienta en la cama, tomo un botiquín que estaba en el baño y la comienzo a curar.
Una vez que ya la he curado salimos, las chicas están abajo.
– Alistense nos vamos.
– ¿Porqué?_ Laureen se acerca – ¿Que te paso?_ Toca con delicadeza la venda de Gabriela.
– En casa les explico.
Vamos de regreso a casa de Gabriela, mi móvil comienza a vibrar indicando que a llegado un mensaje, enciendo la pantalla, lo desbloqueo y miro el mensaje de Ryan.
Conversaciónpor chat
B/ ¿Dónde están, y porque Diago está atado a su cama?
C/ Vamos a casa de Gabriela, no lo desates.
B/ ¿Para qué van a ir a su casa?¿porque?
C/ Nos vemos allá, te explico cuando nos veamos.
Finconversaciónchat
Apago la pantalla y me centro en el camino mientras las chicas duermen en el auto.
Una vez hemos llegado golpeo la puerta porque se que el emo está dentro.
– ¿Dónde están las chicas?_ Pregunta Ryan tan pronto sale.
– En el auto dormidas, ayudame_ Me dirijo al auto abro la puerta y Gabriela cae al suelo, se despierta de golpe, le extiendo la mano para ayudarla pero la risa no me deja provocando que vuelva a caer, se molesta un poco y se levanta sola, abre la puerta y entra, Ryan entra primero con Samantha sobre sus brazos yo me quedo cerrando el auto con Laureen entre los míos, entro y veo a Gabriela sentada en el sofá principal, en uno de los sillones secundarios se encuentra Samantha dormida en las piernas de Ryan, me siento en el otro sillón y coloco a Laureen sobre mi regazo.
– Amor despierta, tenemos que hablar_ La muevo un poco y comenzó a regar besos por su cuello haciendo que se despierte con una sonrisa en su cara.
– Linda, despierta, vamos a hablar_ el pálido comienza a hacerle cosquillas a Samantha en su abdomen, ella despierta exaltada y se sonroja al ver que su camiseta está totalmente subida y Ryan está idiotizado mirándola, baja rápidamente su camisa y se sienta al lado de Gabriela.