(Desconocido)
Hay que aprender a elegir la vida, saber que camino es el que queda justo a tu medida y no equivocarte porque puede que fracases. Yo elegí mi camino y es el que vivo hoy en día sin importarme si fracaso o no.
Pero con el tiempo me he dado cuenta del error que he cometido.
—¿Crees que deberíamos... — habla Adolfo, se puede decir que es mi mano derecha.
Me llevo el cigarrillo a mis labios, le doy una calada y expulso el humo suavemente por mi boca. Me pongo de pie y vuelvo a darle una calada mientras veo al gilipollas que se encuentra arrodillado frente de mí.
Le quito el arma a Adolfo el cual no dice nada y con ella le apunto a la cabeza al capullo que me debe más que su asquerosa vida.
—Por favor, por favor, te lo pagaré lo juro, dame una semana por favor— me suplica, pero si supiera cuantas oportunidades le he dado, ni lo creerían.
—Mejor me quedo sin dinero, ¿no crees? —le pregunto.
—Por favor...— suplica.
Presiono la pistola contra su cabeza y vuelvo a jalar el humo que produce el cigarrillo.
—Se acabaron las oportunidades— le digo.
—No por favor...
Presiono el gatillo y el sonido de la bala al salir me da muchas sensaciones, una de ellas es la paz y confieso que no me arrepiento, se lo tenía bien merecido.
—Debemos irnos— alerta Adolfo.
Tiene razón.
Las experiencias no se crean solas, tienes que estar, vivir un momento para crearla. Sé que elegí un mal camino, pero fue el que me toco y el que queda justo a mi medida, ya llevo años en esto y me va muy bien.
Así que no deseo cambiar.
—Avísale a los demás, nos iremos a un lugar muy especial.
No nos podemos quedar en este lugar, he causado muchos problemas y ya no me quieren por acá.
—¿Y el cuerpo? —pregunta otro de nosotros.
Me le acerco y lo miro fijo a los ojos.
—¿Acaso te lo quieres follar? —le pregunto.
Puedo ver lo asustado que esta, no soy de dar muchas palabras cuando estoy de malas y ellos lo saben.
—No— responde sin desviar la mirada.
—Te quedas.
Él me mira confundido.
—¿Qué? —pregunta.
—Que te quedas, no irás con nosotros— me giro hacia Adolfo—. Pásame una— digo refiriéndome a las bolsas de dinero que poseen más de tres millones de dinero.
—No podemos perder el tiempo— vuelve a decir Adolfo.
Juro que le romperé la boca si lo vuelve a decir.
—Ten, quedas fuera de todo esto— le paso la bolsa y él la recibe súper sorprendido—, no te hagas ilusiones, ayudarás a tu madre con eso y podrás vivir bien durante un tiempo.
—¿Es en serio? —pregunta.
—Si, pero hay reglas, apenas tienes 18 y te queda mucho por vivir, vas a trabajar pero no en cosas como estas, irás a la universidad y cuidarás a tu madre, si no lo haces, prometo matarte yo mismo, ¿queda claro?
Está muy sorprendido, su boca se mantiene abierta sin poder pronunciar una sola palabra y sus ojos están puestos en mí.
—Si... —me responde.
—Ahh y se acabaron las drogas para ti, gary te llevara.
Le tomo de la cabeza y le doy un beso en la frente para luego empujarlo hacia Gary.
—Llevártelo y mantelo vigilado.
Me subo al auto y todos hacen lo mismo. Va a llover, la noche se hará bastante larga, pero el viaje será aún más largo.
—Directo a Londres.
—Directo a Londres—repite Adolfo poniendo presente su acento inglés.
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Hola!!!
Espero que te haya gustado este capitulo, prometo subir el siguiente pronto.
Será la continuación del capitulo 3 así que no los haré esperar.
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Muy buenas noches y hasta la próxima.
Chao!!
🖤🖤