Tequila

Capítulo 8: Invitados

(Adam)

Otra vez.

Otra vez mi padre ha llamado por lo de la empresa para tener una vida de lujo como dice él y no me gusta, no me gusta por lo que él quiere que haga. Casarme con una mujer es difícil para mí.

No quiero tener que casarme y luego terminar todo como lo hicieron mis padres. Sería ridículo si me casara, el amor es una fantasía y aquí entre todos, la fantasía sexual es mejor.

El amor es solo una palabra que se inventó una persona estúpida así que no la creo.

Si para recibir ese dinero tengo que casarme y estar atrapado a una mujer, prefiero desaparecer lejos como lo estoy haciendo ahora. No me importa el dinero, pero sé que algún día tendré que aceptarlo o lo darán a alguien más. Alguien que tal vez no se lo merezca.

Aunque yo tampoco me lo merezco, pero soy el único heredero.

—¡¿Qué haces?! Prometiste dejarlo ir, no matarlo.

—James, ¿qué crees que pasaría si lo dejaba ir? ¿ha? —le pregunto sin esperar su respuesta.

—No sé, hubieras hecho algo más. Sé que no somos unos santos porque esta no es la primera vez, pero no debiste hacerlo ahora— dice.

Es una locura.

—Basta de ridiculeces, era un jodido mensajero del diablo.

—¿Sabes qué? Nunca debimos desviarnos de la ruta, creo que es mejor seguir con el viaje— propone.

Otro problema.

—No me iré— guardo el arma y salgo del local.

James me sigue y se me posa delante.

—¿Qué quieres decir? —pregunta.

—Que el viaje para aquí, nos quedaremos por un tiempo.

Vuelvo a caminar y me vuelve a detener. Así es James, insiste demasiado.

—¿Por qué? ¿Es por Sasha? No creas que no sé qué te la has cogido, los conozco a los dos, son una bomba de tiempo que explotara en cualquier momento y es imposible que estén juntos.

Realmente no sé por qué me estoy quedando, pero sé que por ella no es. Solo no estoy preparado para irme.

—Hermano, ¿te estás viendo? —me pregunta.

Le paso por el lado y bajo las escaleras, él me sigue y dejo a los demás arriba para que se deshagan del cuerpo.

Si, los demás, ¿creyeron que ando solo con James? Pues no, tengo gente por todas partes. ¿No se han preguntado cómo fue que llevé a Sasha a casa de Luck? Pues no la llevaría en la moto, sería muy peligroso, por eso pedí uno de mis autos mientras le enviaba el mensaje a James.

—No es por ella, no te inventes cosas— le digo.

—No me las invento.

—Pues me suena falso y sí, ya la hice mía y ha resultado mejor que las demás, pero eso no quiere decir que me esté quedando por ella— digo haciendo señas con mi dedo índice.

Confundido me subo a mi moto y la enciendo.

—¿Qué has dicho? —pregunta poniéndose en frente de mi moto.

—No he dicho nada, enciende y vámonos, no seas gilipollas.

No sé el porqué, pero su rostro se convierte de uno sorprendido a confundido y sin protestar, se hace a un lado.

—No iré contigo, Adelántate, iré a un lugar antes— da la vuelta y queda justo a mi lado—. Dile a Luck que no me deje sin comida o lo violo.

—Créeme, eso quisiera que le hicieras.

—Tampoco es para que te pases. Nos vemos al rato.

—Vale.

Arranco y giro a la primera esquina, necesito saciar mi sed. Necesito tener sexo esta noche o me voy a volver loco. Tengo que ir al mejor prostíbulo de aquí, encontrar a una mujer y hacerme dueño de su cuerpo por una noche.

Joder.

No ha pasado ni 15 minutos y ya James me está llamando. Es un idiota.

Me detengo en la hacera por donde pasan una madre con su hija de al parecer seis años, agarradas de la mano, contesto la llamada y me dedico a mirar a donde se dirigen las chicas.

—¿Qué quieres ahora?

—Que vengas a la dirección que te envié, ahora— me dice.

Miro la dirección y me parece estúpido.

—¿Para qué quieres que vaya a un parque de diversión? —le pregunto.

—¿Por qué será que menosprecias un lugar antes de visitarlo?

—No lo hago, ya cállate, estaré ahí en unos minutos y espero que sea importante.

—Claro que si mi querido tequila— afirma James y luego cuelga.

Mierda, la mujer con la niña se acercan justo a una trampa. Jodidos ladrones de mierda.

Me muevo hacia ellas y me detengo a su lado.

—¡Hey! Ya es tarde, ¿necesitan que las lleve?

Sé que es estúpido que confíen en un desconocido, pero ¿qué más da?

—No gracias, estamos bien— dice la madre y siguen caminando.

Ni se lo imaginan.

—¿Están lejos de casa? —insisto.

—Ya le dije que no necesitamos de su ayuda.

Uno de los tipos que las esperan al frente en la oscuridad de un callejón, sale y empieza a caminar hacia nosotros y nos pasa justo por el lado. Así que me harto, saco mi pistola y la recargo frente a ella.

—Oh por Dios, no nos hagas daño, por favor— dice abrasando a la pequeña la cual también se asustó al ver el arma.

—A donde van, ¿están lejos? —no dice nada así que vuelvo a decir con más presión— ¿Están lejos?

—Si, si, por favor, déjala ir a ella, es una niña.

—No me joda— digo con una pequeña risa—, no les haré daño, pero el que le ha pasado por el lado y dos más que de seguro están más drogado que una mierda, si, esos si le podrían hacer daño.

Ella mira a dónde están los dos tíos y la pequeña me sonríe, no sé por qué lo hace, pero lo hace.

—Quiero que se suban, no les haré daño, solo la saqué para que entendiera— digo refiriéndome al arma.

—No sé qué pensar, usted no tiene pinta de ser buena persona.

Y me jode.

—Bien, me voy entonces— guardo el arma y enciendo la moto.

—No, espere— aunque me fuera, no las dejaría solas. Anda con una niña, me culparía el resto de mi vida si le pasara algo—, iremos con usted.

—Bien, pero se me hace tarde así que no podré ir con usted— digo y hago un gesto con la mano hacia arriba—, pero confié en mí, hágalo por su hija. Estos lugares no son buenos.



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En el texto hay: amor, enemigos, amor humor sentimientos pasion

Editado: 12.10.2020

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