SLIME
Cuento inspirado en un relato ficticio que me naró mi hijo de siete años
Había una vez un pequeño pueblo rodeado de espesos bosques y misteriosas leyendas. En ese lugar vivía un chico llamado Lucas, quien estaba a punto de cumplir ocho años. Su madre, una mujer cariñosa y dedicada, decidió sorprenderlo con un regalo especial para su cumpleaños: una caja de slime de diferentes colores.
La caja estaba decorada con brillantes tonos verdes, azules y rosados. Al abrirla, Lucas quedó maravillado por el resplandor y textura del slime. Pasaba horas divirtiéndose con aquel juguete, apretándolo y moldeándolo, sintiendo cómo se deslizaba entre sus dedos. Cada día que pasaba, el niño se sentía más feliz con su regalo.
Sin embargo, a medida que los días transcurrían, algo extraño empezó a suceder. Lucas notó pequeños rastros de slime por toda la casa: en el piso de su habitación, en su ropa, en su bolso y hasta en su uniforme escolar. Al principio, lo atribuyó a su entusiasmo jugando con el slime y a posibles descuidos. Pero no pasó mucho tiempo antes de que la situación se tornara inquietante.
Una noche, mientras todos dormían, Lucas fue despertado por un extraño sonido que venía de su armario. Abrió la puerta lentamente y quedó petrificado al ver que el slime salía de la caja por sí solo. Conforme más slime se derramaba, más se expandía y tomaba forma. Parecía tener vida propia.
El corazón de Lucas latía aceleradamente mientras observaba cómo el slime se movía, formando pequeñas protuberancias que asemejaban ojos y una boca. La criatura viscosa se arrastró hacia él, dejando un rastro pegajoso a su paso. Aunque aterrado, Lucas recordó que el slime era un regalo de su madre y decidió intentar controlar la situación.
Al día siguiente, Lucas llevó la caja de slime al jardín trasero y la dejó bajo la luz del sol, pensando que tal vez el calor le devolvería la apariencia inofensiva de antes. Sin embargo, al regresar después de un rato, se encontró con que la criatura de slime seguía allí, pero ahora era más grande y más voraz que nunca.
Asustado, Lucas intentó deshacerse de la caja de todas las formas posibles: la enterró, la arrojó al río e incluso la quemó. Pero cada vez que lo hacía, la caja regresaba a su habitación, intacta y con su contenido resplandeciente como si nada hubiera pasado. Era como si el slime fuera invulnerable e inmortal.
El miedo se apoderó de la vida de Lucas, ya que la criatura de slime continuaba creciendo y expandiéndose por la casa. Cada noche, la masa pegajosa acechaba más cerca de su cama, y él apenas podía conciliar el sueño.
Un día, mientras intentaba huir de la criatura, Lucas tropezó y cayó, quedando a merced del slime. La masa viscosa lo envolvió rápidamente, impidiéndole moverse. La criatura parecía tener vida propia, como si supiera lo que estaba haciendo.
El slime cubrió por completo al pobre niño, quien sintió cómo su cuerpo se enfriaba y quedaba completamente inmóvil. La criatura había alcanzado su objetivo, y la caja de slime, ahora vacía, se cerró por sí sola.
La madre de Lucas, al darse cuenta de la desaparición de su hijo, buscó por toda la casa sin éxito. Pero al abrir el armario de Lucas, encontró la caja de slime nuevamente, brillante y atractiva. Sin sospechar lo que había ocurrido, decidió guardarla en el ático.
A partir de ese día, el pueblo empezó a contar una nueva leyenda: la leyenda del niño que desapareció, víctima del misterioso slime que se había cobrado una vida. La caja de slime quedó olvidada en el ático, pero muchos aseguraban que aún podía escucharse el suave retumbar de algo viscoso moviéndose dentro de ella, esperando su próxima víctima.
Y así, la historia del chico y su regalo de cumpleaños se convirtió en una macabra advertencia para todos aquellos que osaran jugar con cosas desconocidas, recordándoles que algunas sorpresas pueden esconder terribles secretos. Desde entonces, nadie en el pueblo volvió a mirar una caja de slime de la misma manera, y la leyenda se mantuvo viva durante generaciones, como una advertencia sobre los peligros que acechan en la oscuridad.
Editado: 17.06.2024