"La sombra de la estancia"

En un pequeño pueblo olvidado en las afueras de Uruguay, se encontraba una antigua estancia abandonada. Los lugareños se referían a ella como "La estancia de las sombras". Durante décadas, se contaban historias macabras sobre su pasado y los sucesos inexplicables que allí ocurrían.

Un grupo de amigos, atraídos por la intriga y el misterio, decidió explorar la estancia en una noche oscura y tormentosa. Llevaban consigo linternas, cámaras y una mezcla de emoción y miedo en sus corazones. Al entrar, sintieron una presencia inquietante y un aura de desolación que los envolvía.

A medida que avanzaban por los pasillos polvorientos, escuchaban susurros y risas siniestras que parecían provenir de las paredes mismas. Las sombras se alargaban y se movían de forma extraña, como si tuvieran vida propia. El frío se hizo más intenso y sus respiraciones se volvieron visibles en el aire gélido.

En una de las habitaciones, encontraron un antiguo diario que pertenecía a un antiguo propietario de la estancia. En sus páginas, se describían rituales oscuros y sacrificios humanos realizados en aquel lugar. Los amigos se estremecieron al leer las palabras escritas con tinta desgastada.

De repente, una figura fantasmal se materializó frente a ellos. Era una mujer con ojos vacíos y una sonrisa retorcida. Su voz resonó en sus oídos, susurrándoles promesas de dolor y tormento. Los amigos se paralizaron, incapaces de moverse o escapar de aquella pesadilla.

La figura se acercó lentamente, envuelta en sombras, y cada paso que daba generaba escalofríos en sus espaldas. Uno a uno, los amigos fueron cayendo en un profundo estado de miedo y desesperación. Solo quedaba uno, temblando de pánico y rogando por su vida.

En un último intento de supervivencia, el joven logró salir corriendo de la estancia y alejarse lo más rápido posible. Cuando llegó al pueblo, advirtió a los habitantes sobre lo que había presenciado. Sin embargo, nadie le creyó. Pensaron que solo eran cuentos de terror inventados por una mente perturbada.

Desde aquel día, la estancia quedó en el olvido, pero los lugareños sabían que algo maligno yace en su interior. Aunque nadie se atreve a explorarla, las historias de aquellos valientes amigos perduran en el tiempo, recordándoles a todos que el mal puede existir en los lugares más inesperados y que algunos secretos deben permanecer ocultos en las sombras.