En la oscuridad del espacio solo quedaba polvo esparcido por doquier y entre ese polvo estelar remanente de lo que un dia fue un planeta habitado se podía diferenciar una luz cercana, pero cercana a quien pues nada más y nada menos que a Dent, se aproximaba a aquella luz por medio de una nave, artefacto que pudo echar andar antes de que el planeta estallara, pero la luz era demasiado incógnita para ignorarla, se acercó lo suficiente para observar y darse cuenta que la luz era una burbuja en el espacio del tamaño de un alkino, era una masa que iluminaba cual una estrella diminuta. Dent envío a maniobrar la enorme nave y que sus súbditos recojan la extraña burbuja luminosa, después de unos días la burbuja se tornó transparente estaba amurallada por los súbditos sobrevivientes apuntando en cada momento, cuando se esclareció, su interior podría verse a simple vista, Dent fue informado y apenas llegó, algo más impresionante fue revelado.
La burbuja dentro de ella yacia un ser bipedo y ademas conocido por Dent era un alkino que había visto antes de que el planeta sucumbiera, era el chico a quien había recibido en su palacio y le había entregado la localización exacta de la tumba de Eridani, el pequeño joven alkino Waith, despertó, estaba en una especie de transe en reposo como si estuviera hibernando, Dent no podía creer en las posibilidades del alkino, había creado una burbuja de poder para escudarse y salvarse de la explosion planetaria, el deseaba ese poder, resignado porque no pudo completar su plan de obtener los genes de Eridani.
El joven alkino despertaba lentamente abrió sus ojos y al instante un sudor frío corrió por su cuello, docenas de soldados de Dent lo apuntaban, pero dent lo observa con ojos fusilantes, la situación era tal que no podía mover un músculo ni abrir la boca para decir algunas palabras sentía pensaba que si lo hacía de inmediato dispararian contra él, pero luego del susto empezó a buscar en su mente la razón por la que estaba aún con vida, por supuesto, recordaba que cuando cayeron los rayos y el suelo que pisaba se desmorona debajo de sus pies, él solo pensó en su familia ese momento tan drástico e hiriente pensar que su familia ya no estaría para de nuevo encontrándose juntos, solo pensó en protegerlos pero las llamas se esparcieron hasta ya no ver nada más que un resplandor cegante ardiente e insoportable, durante el horror su cuerpo manifestó una luz propia que lo encerró en la burbuja y lo salvó dejando inconsciente hasta que despertó frente a una cuadrilla de guardias armados.
El silencio finalizó era Dent.
—¿Cómo lo has hecho ?¿como sobreviviste al holocausto chico?—
— no lo se—
—Debes recordar o esas armas apuntandote, se activaran.
Ya te dije no lo sé, solo pensaba en mi familia la última vez pero ya no importa vivir o morir esos malditos de los primordiales acabaron con todo.
—Que bueno y te das cuenta de quién es el culpable, seguirás con vida hasta que pueda pasarme ese poder tuyo del campo de fuerza.—
No se como pasartelo
—Lo averiguaremos—
Pasaron mucho tiempo y mucho tiempo juntos Dent y Waith formaron una alianza, Dent le había enseñado el poder de ser temeroso, el corazón de Waith se envolvió en una capa de odio para con los primordiales cada dia que pasaba pero también pensaba en como pasar la habilidad del campo de fuerza hacia Dent cosa que jamás pudieron hacer.
Dent por su parte se había dedicado a buscar en otros mundos la manera de quitarle el poder a Waith pero no se lo decía, las incursiones estaban disfrazadas de recolección de suministros para la nave sin embargo estos viajes siempre terminaba en batallas campales, Waith lo ayudaba pero a veces se ausentaba sin previo aviso.
Waith había viajado decenas de sistemas solares y se encontraba en una pequeña luna donde los viajeros se hospedan temporalmente, disfrutan de bebidas y juegos de azar, allí permanencia días enteros antes de marcharse.
Una noche en un bar mientras esperaba que la lluvia cesara su tempestad, uno de los consumidores estaba sentado a su lado permanencia incógnito y casi imobil se ocultaba entre pedazos de telas encima de él para formar capa y capucha que apenas y podía distinguir su rostro, se dirigió a él con estas palabras;
—¿A quién le sirves ?
¿Disculpa?
—Eres muy extraño chico jamas habia visto un ser con tal extraordinaria habilidad.—
No tengo ninguna habilidad.
—Si claro no tienes nave, siempre vienes y no bebes nada, aquí solo vienen a huir de alguien o de algo. —
Como todos aquí ¿no es así ?
—No chico tu eres mas intrigante.—
—Desearía tener ese poder te pagaria mucho por el
de lo que hablas no se pasa o si. El poder de la teletransportación es más común de lo que crees pero en tu caso es más…impresionante…
—¿Desde dónde vienes ?—
El sistema belerofon.
—Unos planetas fueron devastados por bastardos en ese sistema ¿tienes algo que ver? —
No tengo idea.
Waith frunció el ceño y pudo ver a quien le dirigía sus palabras pudo identificarlo era un primordial.
¿Cual es tu nombre?— soltó Waith —primordial
—No soy un primordial renuncie a esa etiqueta y todo que me involucre a la sociedad que ellos crearon, jueces y verdugos de la galaxia jamás fui un primordial jamás considere ser parte de ellos y nunca hice misiones para con ellos.—
—Mi nombre es Seven, un humilde desertor. La lluvia ya cesó ya puedes irte, considera mi oferta —
Waith se marchaba hasta que oyó discutir un onixense anciano regordete que alzaba la voz al tiempo que la tormenta disminuyó
la tertulia el poder más grande de todo el universo
Waith se quedó en la puerta quieto, mudo y esteril
Seven pudo notarlo de inmediato y se volvió a dirigir a él sin más
—No le hagas caso es un anciano tonto—
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Editado: 12.10.2024