The aftermath

Destruime con tu risa.

Mason

Como todos los fines de semana, la cuestión es a qué fiesta ir. Cuando sos el mariscal de campo del equipo de futbol de tu facultad, el chico con reputación de chico malo, y el más aclamado por las estudiantes femeninas, sos invitado a casi todas, si es que no a todas, las fiestas del campus.

Mi mejor amigo Russell saca provecho a la situación y se autoinvita a todas las fiestas a las cuales decido ir. Supongo que son los pros de ser yo que puedo llevar conmigo a quienes quiera a cualquier fiesta. Sin embargo, cuando fuiste a tantas fiestas de fraternidades y hermandades pierde su diversión. Es por eso que en lugar de elegir entre las ocho fiestas a las cuales fui invitado, decido que mejor iremos al pequeño bar de las afueras del campo. Es pequeño, por lo que nunca está muy poblado, y es un lugar local poco llamativo, y antiguo, porque pasa desapercibido a la mayoría de estudiantes. Su clientela es más bien un grupo de veintipocos en su gran mayoría hombres, la gente en realidad va solo a tomar unas copas con sus amigos, dado que no tiene pista de baile ni nada por el estilo. Lo cual lo hace perfecto para mi humor del día. Hoy a la mañana me despertó en vuelto en los brazos de una chica a la que ni siquiera estoy seguro que alguna vez supe su nombre, con un gran resaca, y la mitad de mi ropa desaparecida. Digamos que ya tuve mi cuota de ese tipo de noches por un fin de semana al menos.

Como no es de sorprenderse Russell no se encuentra feliz con mi decisión. Si yo no voy a la fiesta, inmediatamente el queda desinvitado. Y pasar su sábado en la noche en un pequeño bar pueblerino, sin la posibilidad de conocer a alguien lo suficiente desesperada como para dormir con él, no eran partes de sus planes.

Es por eso que después de dos horas en el bar, Russ ya está lo suficiente ebrio como para hacerme saber que tan enojado está de mi egoísmo, como le gusta llamarlo siempre que elijo este lugar.

Después de hacer una gran escena en el bar, el dueño nos echo. Y así terminamos acá. Ambos en la calle del frente del bar. El me intenta golpear fuerte, y yo intento no reírme de su enojo y descoordinación acausa del alcohol.

Si bien su contextura de cuerpo es grande, y es fuerte, todos sabemos que no es nada comparado a mi. Podría ganar la pelea sin ni siquiera intentarlo. Pero cuál sería el punto? Es divertido verlo enojado intentando golpearme, mientras grita, y se cae perdiendo el equilibrio. Y esta ebrio y tiene sus motivos para su enojo. Odia este bar casi tanto como yo las relaciones, y sin embargo aca esta pasando un setenta por ciento de sus noches de los sábados conmigo en ellos. Si fuera por él estaría en una fiesta enorme, rodeado de las groupies que yo rechazo, convenciendolas que estar con mi mejor amigo llamaría mi atención.

Sus golpes van sin suerte, hasta que una de sus piñas colapsa con mi nariz, en el punto exacta que la hace sangrar. Y cuando digo sangrar no me refiero a un par de gotitas, más como toda mi remera está empapada de sangre. Y no puedo evitarlo, el hecho de que por primera vez en una de sus berrinches ebrios, los cuales fueron tantos que perdí la cuenta, pudo conseguir un buen golpe de mi hace que me caiga al suelo doblado de la risa. Lo cual lo enfurece aún más. Sin embargo, la sangre por todos lados fue suficiente para despertarlo un poco. Por lo que deja de golpearme y comienza a reírse él también.

Alguien comienza a aplaudir por detrás nuestro. Y cuando miro sobre mi hombro veo a la última persona que esperaba ver acá en la vida.

Está vestida con una remera suelta y larga hasta unos centímetros antes de la rodilla color gris, y está descalza con su pelo suelto y enredado. Cuando terminó de escanear todo su cuerpo, concentro mi mirada en su cara. Está enojada, eso lo puedo ver, pero porque? Con quien? Ciertamente no conmigo, no? Que pude haber hecho YO para ofenderla? Pero no es a mi a quien esta mirando, sino a Russell.

Quien la está mirando con un poco de miedo hacia su intimidante mirada. Lo cual me hace reír nuevamente.

"Mhm, me voy a tomar un taxi. Claramente no estoy en condición para conducir, y vos tampoco estas de lo mejor... Así que..." Dice Russell preparado para correr.

"Bueno. Te alcanzo en un rato." Le respondo, y vuelvo mi atención a ella.

Ophelia.

Baje corriendo, y una vez que llegue alli me encontre con los dos hombres riendo tirados en el suelo. Si hay algo que jamás voy a entender es la capacidad de todo aquel del rango masculino por pelearse y estar bien al segundo.

El golpeador se levanta y se va, y Mason se queda en su lugar en el piso observandome. Un escalofríos recorre mi cuerpo.

" Que haces aca?"

"Vivo acá" Señalo mi edificio " y tus gritos me interrumpieron. Es un hábito tuyo morir de risa cuando alguien te golpea hasta desangrarte?"

"Que esto? " dice apuntando a su nariz, y se ríe" no es nada. Solo golpeo el lugar debido. Duele menos de lo que te imaginas."

"ajam. " Ruedo los ojos, y lo invitó a pasar a mi departamento para limpiar su nariz. Lo cual acepta.



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En el texto hay: amor juvenil, amores tragicos, depresion

Editado: 05.03.2018

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