" PRIMER ENCUENTRO "
<< LEXA >>
—¿Quién es ese chico de allí? —pregunta Addison apoyada en mí hombro—Es muy lindo.
— A ti todos te parecen lindos Addison -le codeo.
Estamos en el casino del colegio, comiendo junto a Myles y Jeffrey, un rubio bastante simpático que hace unos días llegó, también con la nueva amiga que, en las pocas horas que no estuve con Addison, ella hizo.
— Se llama Maximus, es un completo imbécil al igual que sus amigos —espeta Kala—. Bueno, algunos más que otros.
Kala es una linda chica, alta con facciones marcadas, ojos pequeños nariz casi perfecta y con los mismos poderes que yo solo que ella ya descubrió su poder especial.
—¿Por qué? —pregunto está vez yo.
Todos centramos la mirada en la mesa donde están los chicos y algunos más que otros tratamos de disimularlo.
No es el caso de Addison y Jeffrey.
— Bueno los más inocentes de allí son Mark y Bruno pero sobre todo Bruno, el es mí tipo de chico perfecto; es inteligente, guapo, romántico, creativo, las chicas que salieron con el seguro pasaron los mejores meses de su vida.
—¿Meses? —inquiero con el ceño fruncido.
- Verás como te dije aquellos son unos completos imbéciles que juegan, embelesan a las chicas, pero Bruno no es así, he visto como trata a las pocas novias que tuvo y es muy atento. Mark por otro lado se deja influenciar demasiado por Maximus y Todd.
—¿Quién es Todd de allí?
— Es el rubio de allí el de ojos celestes.
Addison achica sus ojos en una mueca de total confusión.
— Mira Addi es el que está al lado del chico albino al que vimos cuando llegamos.
— Ya lo veo, también es bonito —ruedo los ojos al volverla a escuchar decir eso. Ella al ver mí mueca agrega— Para hacer más completa mí opinión todos los de aquella mesa son muy lindos.
— Podrán ser muy lindos y todo pero no les recomiendo meterse con ellos, juegan con las chicas, se aprovechan de ellas y más de las novatas; traten de mantener perfil bajo con ellos sobre todo con Maximus porque cuando tiene a una chica en mira no hay quien lo haga cambiar de opinión.
— Dijiste que eran cinco con Todd son cuatro ¿Quién falta?
— El mismo que tu señalaste, el albino —dice haciendo una pistola con su mano para apuntarlo—. El es Crayton su poder es el más raro de todos, creo que en todo el colegio solo son como mucho diez quienes lo tienen.
—¿Y que puede hacer?
— Manejar el tiempo, es asombroso ver lo que hace, el es misterioso no tiene más amigos que ellos cuatro es muy reservado, súper inteligente y también es super complicado, no se metan en su camino.
— Entendido el único bueno es Bruno —habla Myles.
—¿Hay algo que no terminaste de contar que es eso de meses?
— Mira tu solo manten un bajo perfil no te cruces en su camino y preocúpate por descubrir cual es tu poder a parte de manejar los cuatro elementos —espeta Kala de mala gana.
— No era necesario ser tan grosera —digo levantándome de la mesa y antes de poder irme ella me toma del brazo y me gira.
— Solo te advierto —dice aflojando el agarre en mí brazo—. Digo las cosas como son, solo observa que todas las muchachas que escogen son novatas, como ustedes, es una advertencia solo eso —dice encogiéndose de hombros— No te lo tomes a pecho Lexa, fue para todos la advertencia.
Me safo de su agarre y camino hacia la salida del casino cuando voy a mitad de camino me doy cuenta que todos me están mirando, que todos estaban mirando y que aún ella sigue parada en el mismo lugar donde la dejé.
Salgo del casino y camino hasta el hall dónde hay una máquina expendedora, los pasillos están vacíos debido a que todos están en el casino comiendo, el silencio es insoportable así que me pongo a tararear una canción.
Al llegar a la máquina marco una bolsa de papas fritas, espero unos minutos y cuando no sale nada vuelvo a intentar.
Intento, intento y vuelvo a intentarlo pero la tonta máquina no me da mis papas, frustrada empiezo a golpearla porque sé que si no las saco perdí mí dinero y no volveré al casino.
Pienso si en volver al casino pero no quiero ver a Kala, no después de la forma en la que me habló, sé qué a ella no le caigo bien, ella tampoco me cae bien a mí, supongo —o por lo menos así es por mí lado— que solo nos soportamos por Addison, ella tiene ese algo que te hace reír, tiene una alegría contagiosa y muchas ocurrencias, sin dudas con ella es imposible aburrirse tiene cada historia y no hay cosa que no le haya pasado.
Pienso y reconsidero en volver al casino pero no lo veo como una opción viable, así que con toda mí fuerza vuelvo y golpeo a la máquina que se niega a darme mis papas.
—¡Dame mis papas, tonta, tonta máquina! —exclamó golpeándola.
Solo que no era a la máquina a quien estaba golpeando.
&¡Oye niña, la máquina está allí! —grita una voz grave.
¡Es un chico! Dios estaba golpeando a una persona.
— Oye l-lo lamento mucho no te vi y la la máquina no me quiere dar las papas y... Dios lo siento mucho —el nerviosismo me está consumiendo.
Abro mis ojos que no se cuando los cerré y veo como el chico se incorpora.
Y no es cualquier chico, es el chico albino, ¿Cómo dijo Kala que se llamaba?
—¿No piensas disculparte, niña? —inquiere molesto mientras limpia su ropa.
A caso no escuchó que hablé como una idiota hace unos veinte segundos, pero aún así me disculpé.
Tranquila Lexa, recuerda lo que dijo Kala.
No te metas con los mejores cinco, pero sobre todo no te metas con Maximus o Crayton.
¡Ahí está! Así que Crayton eh.
Veamos con quien estamos lidiando.
— Disculpa, no te vi —le digo, ahora ya más calmada.
El me mira con una seria expresión, una mirada altanera y arrogante.
Tras unos segundos su ceño se frunce y se inclina hacia mí.