La noche había llegado y era más oscura que de costumbre. En las nubes se veía que se aproximaba una tormenta, los relámpagos alumbraban el cielo de Tokio, ambos rivales se veían cara a cara una vez más y esta vez sería definitivo.
— Vamos bastardo. ¿Comienzas tú o yo — Le grito Rid.
Dell sólo dijo sonriendo: — Imbécil —
Los rasgos del capitán cambiaron por completo. Su cabello se hizo gris, sus ojos azul claro y su fuerza aumentaba. El general Rid hizo lo mismo: sus ojos se volvieron de un color negro oscuro al igual que su cabello.
— Bien... Empecemos — Susurro Rid.
Ambos se atacaron al mismo tiempo haciendo que sus puños chocarán e hicieran un ruido cual metal cayendo al suelo. Emely sólo veía la pelea, pero la rabia que llevaba dentro la trataba de cegar.
Rid y Dell se seguían atacando con gran fuerza y velocidad. Cada golpe que daban hacia que el cielo se iluminará ya que salían relámpagos de cada impacto. Dell tiraba golpes y patadas que Rid esquivaba y contra atacaba. Su velocidad era tal que no se podían distinguir.
Rid tomo a Dell y lo lanzó contra una casa que estaba deshabitada, pero el capitán salió de ahí a gran velocidad y con puros golpes lo elevó al cielo, pero Rid estratégicamente creo una distracción y pateó el rostro de su rival. Dell no se dejó caer y tomo el pie de Rid y lo lanzó hacia la calle, el impacto fue tal que el suelo se cuarteo.
Pasaban las horas y la pelea seguía, ninguno de los dos se sentía cansado a pesar de la heridas nadie quería parar.
— ¿Cansado capitán? — Dijo con una leve sonrisa.
— No — Contesto rápido.
Rid sabía que él y Dell tenían el mismo nivel de fuerza así que tenía que hacer algo para superarlo. La idea surgió y era que tenía que comer un alma, pero no cualquier alma, sino la alma de alguien fuerte, de alguien como Dell. Volvió a golpear rápida y fuertemente, pero Dell seguía esquivando los golpes con gran facilidad.
La desesperación entraba en la mente de Rid, no podía hacer nada, nada de daño. Seguía y seguía atacando, pero era inútil, muy inútil. Pero tanta espera e insistir dió frutos. Rid siguió atacando con mayor velocidad que de a poco a poco le resultaba difícil parar los golpes al capitán. Sin percibirlo la defensa del capitán dejo un hueco y eso lo aprovecho Rid para morder.
— Es cierto lo que dicen, a pesar de no ser tu alma, la sangre de un arcangel es más que exquisita — Dijo limpiándose la sangre de su boca.
Dell no podía creer lo que veía, se toco parte de su hombro y noto que sangraba. Dell fue hacia él, pero ahora la velocidad del general era más sorprendente y su fuerza ni se diga. Rid golpeó a Dell en la espalda después despareció y apareció frente a él para darle un rodillaso en el estómago y después patear su rostro.
Dell cayó al suelo sangrando, pero a Rid no le bastaba con eso, así que lo tomo del rostro y con velocidad corrió hasta estrellarlo contra un muro. Lo volvió a tomar del rostro y lo azotó contra los escombros una, y otra y otra vez. Las fuerzas del capitán eran nulas.
— Ves, Dell, no hay que puedas hacer — Dijo sonriente.
— Te equivocas, mientras yo viva seguirás siendo mi sombra — Decía en un tono retador.
Dell se levantó y se lanzo a atacar al general, pero este lo detuvo con un cabezazo. Lo tomó del cuello y lo golpeó varias veces en el estómago. Emely veía escondida como su protector era prácticamente aniquilado, pero de pronto Rid sintió algo en el aire, un aroma muy peculiar.
— Si la sangre de un arcangel sabe tan bien. ¿Cómo sabrá la de una híbrida? — Grito.
Rid volteo hacia el escondite de su hermana y con una enorme sonrisa se movió a gran velocidad, pero el capitán Dell lo detuvo .
— Tendrás que matarme primero — Dijo con dificultad.
Al ver este acto, Rid sólo golpeó de nuevo la boca de su estómago y después lo lanzó al otro lado de la calle destrozando dos edificios de departamentos, pero en ese descuido Emely escapaba del lugar.
— ¿A dónde vas maldita? — Murmuró.
Rid intento alcanzarla, pero Dell se interpuso en su camino de nuevo.
— No te cansas de fastidiar — Refunfuño.
— No la tocaras mientras yo viva — Respondió.
Unas alas enormes plateadas que brillaban con la luz de las farolas salieron de la espalda del capitán Dell para después golpear en la boca del estómago, el golpe fue con gran fuerza que hizo doblarse al general para después ser lanzado por las alas del capitán. Después de sacar de combate a Rid se acerco a la pequeña que se encontraba en el suelo.
— ¿Estás bien? — Preguntó preocupado.
— Sí — Dijo la pequeña.
— ¿En qué estabas pensando? — Dijo enojado.
— Es qué... —
Mientras Dell hablaba con Emely, el general Rid se había levantado y se dirigió a ellos con más velocidad que antes.
— ¡Señor! — Grito la pequeña.
Rid golpe a Dell con su hombro y al igual que al capitán le salieron alas aunque de color rojo y su fuerza había aumentado aún más.
— ¿Sorprendido? Esto es lo que un poco de sangre se arcangel puede lograr — Alardeó Rid.
Rid atacaba al capitán Dell con bastante fuerza y mucha más violencia. Lo lanzaba, lo tomaba y lo volvía a lanzar destruyendo todo a su paso. Dell intentaba cubrirse para recuperar fuerzas, pero de las alas de Rid salían como plumas de diamante afiladas cual cuchillo que detenían al capitán.
Las horas pasaban y pasaban, y la pelea seguía aunque un capitán Dell se encontraba en muy malas condiciones, tan malas que ya no podía seguir luchando, pero cada vez que miraba a Emely se levantaba con más valor e intentaba defenderla. Emely veía ese acto de sacrificio y en el fondo se llenaba de enojo al sentirse impotente por no poder hacer nada.
— Detente... Detente... — Murmuraba — ¡Detente! ¡Por favor! ¡Detente! —
Rid escuchó los gritos de la pequeña y con burla le contesto: — Y si no lo hago. ¿Qué harás? —
Emely se enfureció y atacó a su hermano sin piedad.
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Editado: 25.06.2020