The descent of the moon (libro 1)

Capitulo 2

"La vagabunda y el tirano"

Mientras tanto en el capitolio de la ciudad se encontraba el señor Brennan quien se dirigía a una junta con un grupo que se ubica al oeste saliendo de la muralla. Es un grupo a la que no se sabe nada de el, su líder una mujer a la que solo pocos han visto, viene acá solo cuando tiene intenciones de hacer un trueque o algo le molesta, nosotros teníamos un trato con dicha mujer, nosotros le proveemos agua y ella mantendría lejos  aquellas criaturas que habitan fuera de la muralla.

En una habitación en donde siempre se encontraban el señero Brennan como representante de nuestra ciudad; rodeado de dos guardias por si ella intentaba algo y del ella con sus dos matones profesionales.

–Buenos días… Emma –Dijo el señor Brennan sentado en una silla enfrente de ella con una mesa que los dividía y en ella cada uno con vaso con agua y un plato de galletas de chocolate.

–Buenos días Tripp, ¿Cómo esta la familia?  –Dijo sarcásticamente sabiendo que el señor Brennan había perdido a su familia– Solo bromeo hombre Jajaja, vayamos al grano… Quiero al brujo que ustedes esconden.

–¿Brujo? No se de que hablas, sabes muy bien que en esta ciudad no se permiten brujos… Excepto a ti claro, eres bienvenida cuando quieras Emma –Dijo seriamente con la intención de llamarla bruja, ya que en cierta forma lo era.

Ella en respuesta a su tan insultante respuesta quito sus guantes que traía en su mano derecha y revelo sus grotescas y aterradoras manos; Manos a la cual en los dedos no tenían carne solo su hueso al cual ella había afilado para que parecieran unas garras. Ella se levanto de su cilla y comenzó a mover aquellos horrorosos dedos sobre la mesa y luego araño aquella mesa dejando unas profundas marcas, luego rodeo al señor Brennan acechándolo como si fuese ella una felina y el solo su presa, al terminar se sentó en sus piernas frente a el y rosaba su rostro con sus garras, los guardias de atrás preparaban sus armas ya que eso se podría decir como un ataque pero el hizo una señal de que no hicieran nada.

–Así no es como se le trata a una dama –Le susurro al oído mientras ella rasgaba lentamente sus sienes – Ahora se un buen chico y se honesto… ¿Dónde esta el brujo?

–No se de que hablas… –El señor Brennan la miro fijamente a los ojos mientras ella continuaba y al terminar lamio la herida sangrante.

– ¡Muy bien te creo!, Ya es hora de irme… Volveré pronto, por cierto estas galletas están increíbles ¿Las hizo tu esposa? Jajaja –Con ese último comentario insultante la señora Emma salió de la habitación con sus matones.

– ¿Te encuentras bien? Tripp –Dijo uno de los guardias que se acerco para ayudarlo.

–Si, solo es un rasguño, vigílalos que no hagan nada extraño hasta salir de la ciudad, y alerta a los francotiradores si algo se hacer esta noche a mas de cuatro metros de distancia que disparen, hay que estar muy alerta esta noche –Dijo seriamente mientras colocaba su mano en aquella herida.

–Si señor, otra cosa más, es sobre Arcelis… -Dijo aquel soldado y minutos después fueron a la clínica donde yo estaba recuperándome.

Al despertar después de recibir el fuerte impacto de aquel rayo, me encontré en la enfermería y al abrir los ojos esperaba ver al señor blanco decirme que todo estaba en orden, pero apenas abrí los ojos tuve un deja-vu de cuando conocí al señor Brennan. Conmigo recostada, adolorida y muy confundida, solo que esta vez el señor Brennan estaba sentado en una silla con sus manos entrelazadas y con una venda que rodeaba su frente.

– ¿Qué te paso a ti…? –Pregunte señalando con mi mano a su rostro.

– ¿Qué me paso a mi? No ¿Qué te paso a ti?, Ahora no solo te relaciones con brujo si no que prácticas brujería también –Me grito y acto seguido arrojo a la cama lo que eran los restos de la libreta de Silas.

No sabia que responderle, si mentirle o decirle la verdad, estaba segura que si le era honesta es posible que hubiese sido peor.

–Yo solo… Estaba intentando averiguar algo para así poder hablar con el y se sienta mas-mas cómodo –Le dije tartamudeando (Soy pésima mintiendo).

–“Hablar con el” ¿Quieres hablar con el? Después de que te dije que ni te le acercaras, Arcelis esto ya no puede continuar, quedas despedida de tu puesto y ¡desde ahora no saldrás de la casa hasta que ese monstruo se haya ido! –Exclamo el señor Brennan muy enojado, jamás lo había visto así, aquella cara en la que no se pondría definir una emoción cambio a solo enojo.

– ¡¿Qué?! ¡No puedes hacer eso! Ellos me necesitan –Exclame.

–Cuando te sientas mejor vístete y ve a la casa y no salgas de ahí ¿entendido? –Dijo seriamente mientras se levantaba de la silla y tomaba su abrigo.
–No… –Se dio vuelta y me miro a los ojos. Ya me oíste no lo hare, No eres mi padre.

Me miro a los ojos por unos segundos con una sensación de tristeza en sus ojos y luego me dijo:



#24237 en Fantasía
#5262 en Magia

Editado: 23.02.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.