The File Does not Exist. (☆completa☆)

Capítulo XVIII

Nota 18. 20 de septiembre, domingo.

- ¿Quién lo ha hecho? 
- No lo sé. El asesino huyó al parecer. 
- ¿Cómo pudo haber pasado?

Chicas susurran a mi alrededor haciéndoce preguntas y cotillando unas con otras.
Todas estamos curiosas con lo que ha ocurrido: La Sra Norris ha sido encontrada muerta en su habitación con 5 cuchilladas en la espalda.

Desde mi posición veo como trasladan el cuerpo de aquella mujer al patio. Al parecer, planean enterrarlo.

- ¿Sophía? ¿Sabes que pudo haber pasado? - Me pregunta Laura en un tono bajo para que las demás no puedan escucharla. - Anoche regresaste muy nerviosa a la habitación. ¿Viste quién fué?
- No, no vi nada. - Digo una verdad a medias. Si vi algo, pero no con respecto a la muerte de la cocinera. Laura tenía demasiado sueño para entender lo que decia anoche, tal vez no se lo repita. Prefiero investigar esto yo sola.

Luego de unos minutos. Las demás regresan al gran salón junto a la Sr. Macklowing y se colocan en fila frente a todas las chicas. 
- ¿Quién lo ha hecho? - Pregunta la directora pero nadie contesta. - ¡¿Quién lo ha hecho?! ¡Dije!. 
Todas nos miramos pero nadie habla. - Tráelo. - Le dice al ama de llaves quien sale corriendo y regresa con un látigo. Se lo entrega a Macklowing y se coloca en su anterior posición.
- ¿Quién ha sido? - Pregunta pero nuevamente callamos. 
Macklowing abofetea con el látigo a la chica que tiene en frente, se pasea un poco más y le hace lo mismo a otra chica pero con más fuerza aún. 
- ¿No piensan hablar? ¿Eh? - Dice y agarra del cuello a una chica, asfixiándola. Esta se pone como un tomate y luego Macklowing la tira al suelo para comenzar a golpearla. 
De repente se levanta, me mira y camina en mi dirección. 
- ¡Tu! Dime, ¿Quién ha sido?- Me pregunta.
- No lo sé, señorita. - Respondo. 
- ¿No sabes? - Me pega con el látigo en un brazo y este comienza a latir. Arde, arde demasiado. 
Fija su vista en Emy, quien está a unos pasos detrás de mi. Va caminando para allá.

<<No,no,no,no.>>

- ¡Espera! - Todas las miradas caen sobre mi y me congelo. - He sido yo. - Respondo en un susurro. No permitiré que lastime a mi hermana y a ninguna de las chicas de este reformatorio. - Yo la maté.

Macklowing se apresura hacia mi y una voz resuena por toda la sala.

- ¡Alto! - Una chica se abre paso entre las demás. - Fuí yo. Yo acabé con la vida de la Sr. Norris. 
Es la compañera de cuarto de Clara. Recuerdo haberla visto escondiendo algo en sus ropas el día en que la vieja Norris castigó a Clara por tirar todos los cuchillos al suelo.
- Si tiene que castigar a alguien, que sea a mi. Soy culpable. 
Macklowing se le queda mirando y chasquea sus dedos. Esa es la señal.  
La profesora y la enfermera toman de los brazos a la chica. Ella no de mueve, no intenta soltarse de su agarre, no lucha por su vida.
- Algunas cosas son inevitables. Yo sabía que esto pasaría y estuve dispuesta a aceptar las consecuencias. - Dijo antes de ser prácticamente arrastrada por el pasillo. - ¡No me arrepiento de nada! ¡Lo haría mil veces más! ¡Elena ha hecho justicia! ¡Púdrete Macklowing! ¡Arderás en el infierno! - Gritaba.

Si esto es una pesadilla, no quiero seguir soñando, ¡Despierta Sophía!
Ya no aguanto un día más, ya  no puedo seguir viviendo de esta manera, ya no...
 



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En el texto hay: fantasmas, chicas, reformatorio

Editado: 09.02.2021

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