Unknow

 La muerte tiene estética. Y la moral también.
—ArcoirisBelieve.

Me encontraba mirando la pantalla de un viejo televisor que se encontraba en la habitación donde me hallaba, mientras estaba sentado en mi "cama" -si es que de ese modo podría llamarse- no se lograba divisar nada claro en la pantalla, pero siempre, desde que he llegado aquí  tengo ese sentimiento de que algo me observa a través de esa pequeña pantalla borrosa. Justo como hacia cada noche, miraba aquel televisor que por alguna extraña razón me hacia sentir tranquilo pero a su vez temeroso, había algo en él que me inquietaba, pero no sabia él qué. Para intentar olvidar un poco este sentimiento llamado "aburrimiento" me dedico a ver las gruesas lineas blancas y negras que proyecta aquel televisor haciendo estática. Desde hace mucho tiempo que estoy viviendo en este lugar, nadie sabe que estoy aquí, nadie se acuerda de mi, creo que piensan que estoy muerto; si es así podría ser bastante beneficioso para mí. Hace 5 años que me trajeron aquí por ser "peligroso" para mi propia salud y los que me rodean, sinceramente no comprendo nada.

 ¿Por qué soy peligroso? ¿Por matar a 6 personas a sangre fría y no tener ni un solo remordimiento? Quizá sí, simplemente fue un pequeño gusto, me importa bastante poco la vida de esas personas y la de los demás humanos en general. Estorbaban en mi camino y ¿Cual es el mejor modo de librarse de los estorbos?, así es, eliminandolos completamente desde la raíz, arrebatando sus vidas por completo...De todos modos no mataría a nadie si así no lo quisiera, no valdría la pena gastar mi valioso tiempo en una presa inútil, una tan inútil como aquella chica...

Ya era tarde, lo sabia porque se estaban comenzando a mover las personas fuera de la habitación -vaya que eran realmente ruidosos- posiblemente para cenar, aquí solo nos daban -y digo daban porqué no tengo idea si tratan a los demás como a mí, posiblemente no- dos comidas, desayuno y cena; ambas eran una real mierda. Hacia mucho tiempo que perdí la cuenta del tiempo y el día en que estoy, estar tanto tiempo aquí como el que yo he estado puede llegar a ser estresante para algunas personas pero para mí es realmente relajante aunque a veces me gustaría salir a ver el mundo y conseguirme frente a frente con aquella chica, tenemos aun algunos asuntos pendientes por resolver...

El día que me ingresaron a esta institución de alta seguridad todos creyeron que había perdido la memoria, luego de 5 años todos siguen confiando en ello, simplemente creen que estoy loco o mas bien eso es lo que yo les hago creer, no me conviene que sepan mis reales intenciones y mucho menos cuando estoy condenado a estar aquí por el resto de mi vida por ser un "Psicopata", quizá este un poco loco, pero ¿Que seria del mundo si todos fueran completamente cuerdos? aburrido ¿Cierto?. Atrapado en esta camisa de fuerza me siento mas cómodo incluso que con mi ropa normal lastima que no siempre la lleve puesta ya que siempre me la quitan 1hora antes de la cena, creo que fue lo mejor que pudo haber pasado haber llegado aquí.

En estos años que han pasado he aprendido muchas cosas, así como también aprendí nuevas técnicas de tortura -no solo se limitan a la silla eléctrica, aquí van un paso mas allá de todo eso- no me importa soportar esas técnicas si eso significa aprenderlas para luego ponerlas a prueba, la verdad es un poco divertido. Perfeccionar aun mas mi capacidad para mentir aquí no es ningún problema y agradezco eso. Todos creemos que la cárcel es mala, pero realmente yo pienso que mientras mas tiempo pases en ella, mas fuerte te haces tanto física como mentalmente para lidiar con la realidad de la vida "el exterior".

Ha llegado la hora, ya me han venido a buscar para llevarme justo como cada noche a ese lugar... El lugar donde nacen mis deseos mas oscuros, el lugar en el que quisiera asesinar uno por uno a las personas que están allí, hacerlos sufrir hasta que me rueguen por sus muertes, ese maldito lugar que desata mi verdadero yo, mis verdaderos deseos y temores, ese maldito lugar que me atormenta día tras día en mis sueños...

—Ya es hora, levántate—en su tono se notaba el asco que me tenia, oh que hermosa expresión—deja de sonreír, maldito loco de mierda.

—¿Por qué habría de hacerlo? Estoy feliz, exactamente igual que el día que me trajeron aquí por primera vez, nada ha cambiado ¿O sí?...