“Encontrarás a alguien que te ame, mi enamorado, pero ese alguien no soy yo”.
Pasó un tiempo desde lo de Freddie, las cosas por fin se enfriaron y dejaron de molestarnos con ese beso, debido a ello dejé de creer que Freddie era un chico ideal ya que aceptó el reto teniendo una novia y aún después de eso él continuó con ella, pero como siempre tenía tendencia a fijarme en chicos equivocados y no aptos para mí como lo fue Edward en su momento.
Finalmente decidí olvidarme de él y seguir mi vida ignorando su existencia, aunque quizá mi determinación a hacerlo se debió a que conocí a su nueva novia y poco tiempo después de hablar con ella me agradó «algo que me fastidió al principio», sin embargo, eso no bastaba para hacerlo tan rápido, porque no había habido alguien más que me hiciera sentir de esa misma forma hasta que conocí a alguien, pero para llegar a él hubieron personas lastimadas.
Estaba en la hora del almuerzo adentro de mi aula pasando el rato con mis amigas.
— ¡Hanna pásame el lapicero! —Pedí autoritaria.
— ¡No, perra! —Respondió burlona.
— ¡Hanna!
Spencer la regañó sin enfado mientras que Aria y yo nos reímos a carcajadas. Estábamos haciendo una tarea que olvidamos hacer, Hanna y Spencer siempre la olvidaban, Aria la hacía y dejaba lo más dificil para que la ayudásemos en la escuela, mientras que Emily y yo siempre las hacíamos, excepto ese día que me olvidé.
—Hace falta poner música —comentó Hanna tomando mi celular.
—Adelante, úsalo.
Murmuré sarcástica, pero Hanna no se inmutó, aunque si vi como Aria y Spencer se rieron de ello.
— ¿Qué tal algo de…Rihanna?
Hanna puso Work de Rihanana y empezó a bailar como en el video musical, lo que nos causó gracia hasta que intervino Lizzy y se paró junto a ella.
—Aprendan perras.
Comenzó a mover su cuerpo al ritmo de la musica en forma de perreo.
—Definitivamente jamás podré hacer eso —bromeé.
—Quiero intentar —dijo Spencer emocionada.
Se levantó e hizo unos pasos tratando de imitar a Lizzy mientras el resto de nosotras observábamos. Aria me jaló para llevarme al frente y hacer unos pasos, pero pronto mi cabello largo ondulando y desalineado empezó a hacer de las suyas.
Emily entró al salón con su almuerzo y nos vio sorprendida.
—Alysson te hablan —avisó señalando a la puerta.
— ¿Quién? —Pregunté confundida.
—Una chica del piso de abajo.
Asentí y salí apurada que ni tiempo de arreglar mi cabello me dio.
— ¡Hey!
Saludé agitada a Val «la vieja amiga del ciclo anterior, que estaba en otro grupo ahora», estaba extrañada de verla ahí, pero no dije nada.
—Hola… —Respondió nerviosa.
Noté su nerviosismo y luego divisé a su acompañante atrás suyo que miraba las hojas del árbol que caían sobre el barandal del pasillo.
— ¿Qué pasó?
—Quería presentarte a alguien.
Fruncí el ceño y ladeé un poco la cabeza porque supuse que se refería a su amigo botánico, pero no sabía por qué.
—Alysson, él es Ben. —Señaló al chico de rizos negros—. Ben, ella es Alysson.
Me señaló con una sonrisa jocosa que no lograba aún descifrar.
— ¡Ben, le gustas a Alysson!
— ¡Val!
Me quedé boquiabierta por su comentario, quería estrangularla en ese momento frente a todos, pero luego vi de reojo al chico alto de lentes que me veía tímido y entonces me sentí incómoda.
—Bien, ahora hablen entre ustedes…¡Me voy!
Mi amiga morena de rizos se marchó casi corriendo y me quedé a solas con ese chico Ben. Nos miramos unos segundos con las caras tensas y después desviamos la mirada en sentido contario.
—Lo que ella dijo…. —Vacilé—. No le hagas caso, está mal de la cabeza.
Quise sonar bromista para aligerar la tensión al mismo tiempo que evitaba el contacto visual.
—Ah…—Esbozó una sonrisa nerviosa—. Si, eso veo.
Pensaba que quizá estaba nervioso, pero me habló con indiferencia, aunque no sabía si era de verdad o era el timbre de su voz grave y ronca que lo hizo sonar así.
—Si… —Tambaleé de pie y apreté mis manos una con la otra.
—Así que…¿este es tu salón?
Asentí con la cabeza y él imitó mi gesto.
—Yo…debo volver —dije evitando sonar grosera—, tengo una tarea pendiente.
—Claro, adelante.
No esperé a darle oportunidad de decir algo más y entré enseguida al salón.
— ¿Qué fue eso? —Interrogó Hanna seria.
— ¿Quién era? —Me miró pícara Lizzy— Se veía lindo…
—Val lo trajo.
—Aja….
Me miraron esperando una respuesta más detallada de lo que había sido de mi encuentro incómodo con ese chico.
— ¿Estaban espiando?
Arqueé una ceja y me crucé de brazos, todas negaron con su cabeza con una mirada inocente.
—Jamás haríamos eso —contestó Lizzy en broma.
—Claro… —Las vi con recelo—. ¿Seguimos?
Aún después de que él se había ido sentí mi corazón latiendo y mis mejillas ardiendo, aunque le pregunté a Emily si estaba sonrojada y ella respondió que no.
Estaba en una hora libre con Emily sentada en la banca frente al salón que estaba abajo del nuestro.
— ¿A quién miras?
—A nadie importante…
Más tarde cuando vi salir a Val hacia el baño me le acerqué a saludarla.
— ¿En tu grupo hay un chico alto y delgado? —Pregunté curiosa.
—Hay varios altos, pero solo hay uno que rebasa a todos, ¿por qué?
— ¿Cómo se llama?
—Ben… —Me miró pícara— ¿Te gusta?
Nunca dije que me gustara, solo que me llamaba la atención siempre que lo veía, es decir, ¿cómo no verlo? Si era tan alto, delgado, con unos rizos negros «uno de ellos le llegaba a su frente», lindo y usaba lentes…claro que destacaba en la multitud, claro que nunca le di importancia porque me involucré con otros chicos, pero Val le dijo eso y sabía que sería raro cuando me lo topare después de que supo de mí.
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Editado: 17.01.2023