Drake:
Saray y yo estamos en la parte cemtral del primer edificio que se encuentra en la entrada. Ambos frente al líder de este bando. Corremos hacia él, del cual este opta una posición de lucha. Al estar cerca, Saray usa la invisibilidad para evitar ser golpeada por este monstruo. Yo salto, y choco puños con él, usando mi don. Luego, caigo al suelo, y conecto un golpe en el abdomen, del cual no le hace casi nada. Saray le da una patada en la pierna, pero este ni se inmuta. En ese momento, él aprovecha para contraatacar, tomándonos por la cabeza a los dos con sus grandes manos, y tirándonos lejos.
—El problema que tenemos es que estamos luchando frente a un Nomu. —me dice Saray mientras se levanta al igual que yo—. Estas criaturas son extraordinariamente fuertes por naturaleza.
—Al menos no posee ninguna clase de don, ¿cierto? —le digo, y ella me afirma con la cabeza. Ancalagon se acerca lentamente.
—De lo que sé, estas criaturas poseen pequeñas porciones de magia, pero no lo suficiente como para tener un don. Amcalagon es fuerte por naturaleza.
Él pega un gran salto que casi logra aplastarnos a los dos. Después de esquivarlo, ambos estando en cada lado de Ancalagon, lo golpeamos en sus mejillas. Este intenta devolvernos el puñetazo, pero logramos evitarlo. Yo lo hago, saltando e impulsándome con mis pies como propulsores. Al caer, conecto una patada aplastante y muy potente en la cabeza de él, del cual parece que le ha molestado aunque sea un poco. En ese momento, toma mi pierna, y me tira al suelo partiéndolo y consiguiendo generarme buen daño.
Después, me pisa con su pie en mi espalda para inmovilizarme, e intenta golpear a Saray, pero esta ya está usando la invisibilidad. Al no encontrarla con la mirada, le resta importancia, y se fija en mí. Yo pongo las palmas de mis manos en el suelo, y realizo el mismo impulso que uso con los pies. Consigo hacer que vuele y caiga al suelo de espaldas por el impulso, y que yo pueda estar de pie.
—Préstame tu don durante la pelea. —me pide Saray al lado mío, siendo invisible.
—¿Eh? Eso sería demasiada confianza. —opino dudoso.
—No tenemos otra opción, tu don se especializa en daño. El que estoy usando de invisibilidad no sirve para eso. —me explica. Le extiendo el brazo, y ella saca cierta cantidad de sangre con su inyectadora.
—Ciertamente, es el don que quiero para ser un líder dominante. —confiesa Ancalagon, corriendo hacia nosotros. No nos dimos cuenta de que ya se había levantado.
Por muy poco, logra tomar la inyectadora de Saray, del cual ella bebe lo que extrajo de mi sangre sin dejar casi nada. Yo le doy varios golpes a él con mis puños encendidos en el abdomen. Al no afectarle casi, me toma por la cabeza, eleva hasta el nivel de la suya, y conecta un fuerte golpe en mi pecho. Salgo impulsado, e impacto contra un muro. Toso varias veces mientras me levanto.
Saray libera gran cantidad de fuego, intentando dañarlo. En este caso, él se cubre con ambos brazos, y se va acercando poco a poco hacia ella. Al estar de frente, lanza un golpe que esta esquiva , impulsándose con ambos pies, del cual ha impactado contra el suelo, y lo ha partido. Aprovecho que está en el aire para hacer un ataque habilidoso. Me impulso con ambos pies, llego a donde está ella; la tomo por el brazo para tener buen agarre, y la tiro a él. Ella junta sus pies, dejándolos encendidos, y los impacta en el rostro del enemigo. Ancalagon intenta resistirlo, y es consiguido, apenas manteniéndose de pie con la espalda torsida, y apretando sus puños.
Cuando ella se da cuenta que lo ha podido aguantar, salta encima del rostro de él, y cae al suelo parada al igual que yo. Estoy seguro que debe estar tan preocupada como lo estoy. Este tipo es un completo monstruo. A pesar de que no sea rápido, es muy pesado, fuerte y resistente.
Ambos conectamos varios puñetazos en los brazos de él mientras se está cubriendo con estos optando una posición de boxeador. Luego, logra ver puntos libres entre nosotros, y nos golpea rápidamente con su tremenda fuerza. Yo recibo un puñetazo en el rostro que me obliga a botar sangre por la nariz, y Saray uno en el abdomen que la hace sacar saliva. Toco mi rostro, aguantando el dolor, pero no me da tiempo de recuperarme, ya que él me da una patada que me hace volar y salir por una ventana.
—Rayos, este tipo está siendo demasiado para nosotros. Necesitaría mucho más poder mágico de lo que ya tengo. —me digo a mí mismo en voz alta mientras me voy levantando después de caer encima de un auto chatarra.
Al estar levantado, me impulso con mis pies, usando mi don, y entro por la ventana donde había salido. Luego, junto ambas manos en el aire, y creo una gran bola de fuego de llamas azules. En ese momento, Ancalagon se encuentra de espaldas a mí, tomando a Saray con sus dos manos por los brazos. Tiro la bola enorme de fuego, y la impacto a ellos, del cual ella sale volando. Él es aplastado por mi ataque, y cae al suelo boca bajo. Saray termina quedando en el primer piso, y se levanta mirando su camisa rajada, posiblemente por las uñas del monstruo.
Ella suspira, y se asoma para verme y hablar. —¿Qué demonios estabas pensando? ¿En verdad tiraste esa bola de fuego enorme a donde estaba yo? —me pregunta, viéndose alterada.
—Estaba de espaldas, y tú en aprietos. No tenía otra idea, muy pocos de nuestros ataques logran hacerle algo.
—Al menos no me hiciste nada, ese monstruo estuvo a punto de comerse mi cabeza. —confiesa, viéndolo con asco y desagrado. Yo me quedo asombrado , abriendo los ojos en grande.