The Magic World

C45: Cuiden de mi niña

Drake:

—He dicho que no iremos. —repito con firmeza, mirándolos a cada uno.

—¿Estás seguro de la decisión tomada? —pregunta Leo, no muy de acuerdo conmigo.

—Si, ya que bajo esta situación peligrosa, lo mejor será no dejarnos llevar por nuestros impulsos. —explico, dirigiéndome a él.

—Pero tenemos que hacer algo con los heridos. —comenta Lucy, preocupada—. Aún hay personas que pueden recuperarse, pero deben ser tratadas ahora mismo.

—El problema es que si alguien más pasa cerca de ellos, será posible que también lo deje muy mal herido. —opina Rubí—. No tendrán piedad con ninguno de nosotros.

—Entonces, yo iré a rescatarlos. —informa Leo.

—Creo que aún no has entendido que no podemos salir. —le contesta Kevin, parado a un lado de la puerta.

—¿Por qué puta madre nadie me apoya en actuar ahora? —pregunta, mucho más alterado que antes—. ¡No podemos dejar que esas personas se desangren!

—Leo, toma en cuenta que también será muy riesgoso exponernos al enemigo sin ser precavidos. —explica Boonie, mientras se seca las lágrimas. Él la observa y se queda callado.

Luego se retira y dirige a la sala para mantenerse en silencio. Sigue sin estar de acuerdo con la decisión que hemos tomado, pero tampoco piensa actuar sin nosotros. Kevin sube a las habitaciones con los dos amigos de Jason para tomar posición de francotirador. En dado caso que sea necesario, él podrá brindarnos apoyo desde ahí. Mientras tanto, continúo asomado por la ventana, viendo todo lo que sigue pasando. A la vez, estoy tratando de conseguir alguna forma de despistar al enemigo para que podamos salvar a los habitantes.

—Creo que, con mi habilidad para volar, podré ir y llevarme a otro lugar a cuatro personas junto a mi botiquín. —me da la idea Lucy, parada al lado mío—. Solo necesitaré que la mujer no me dispare, ella es la que puede atacar a distancia, por lo que he visto.

—Kevin podría apoyarte sin ser visto ni, tal vez, percibido. —sugiero, muy pensante—. Pero tendríamos que mover a Boonie de aquí por la parte trasera de la casa. De esa forma, si lo descubren, no la pondríamos en peligro.

—Agregado a eso, tú y Gerald podrían cubrirme con el resto de enemigos. Luego usas tu habilidad para escapar junto a él. —continúa planeando.

—No dejaré que sigas quitándole la vida y hogar a personas inocentes ¡que se han vuelto mi familia! —declara Gerald, en voz alta, con determinación frente al líder de los asesinos.

—Gerald... —lo nombra Boonie, impresionada.

—¡Ellos son todo para mí ahora! —confiesa con los ojos lagrimosos.

—¿Por qué se aferran a las cosas que los rodean? —pregunta el hombre, confundido—. ¿Qué tan jodido es perder la vida? ¿Qué importa si un lugar como este deje de existir?

—Primero Bagres, luego Castle Combe y ahora vienen por Lastres. —se queja Gerald y aprieta los dientes al mirar el suelo.

—La buscaremos por cada rincón de este mundo, y haremos lo que sea necesario para conseguir cumplir nuestra misión. —le informa el hombre de escamas, a varios metros de distancia.

—¡Lo destruyen todo! —exclama, harto—. No tienen ni la más mínima pisca de empatía, ¡cuerda de asesinos!

Justo ahí, el líder de ellos le conecta un fuerte golpe en el abdomen para callarlo. Este bota sangre apenas lo recibe y se tuerse en el suelo por tanto dolor que siente. Inmediatamente Boonie observa con atención preocupada, y comienza también a pensar que será mejor salir. Se le está viniendo la idea de entregarse para no hacer que nadie más sufra por ella. Quiere parar de una vez con todo el maltrato que se están llevando. Sin embargo, Rubí y Lucy tratan de calmarla. Leo aún está en la sala sentado, sin siquiera moverse casi. Vuelvo a dudar si será bueno o no actuar ahora. Sigo tomando en cuenta lo riesgoso que sería tomar decisiones sin ser precavidos.

—Entonces, solo quiero que me contestes la pregunta que te hice. —confiesa el tipo, agachándose frente a Gerald—. ¿Por qué se aferran a las cosas?

—Po..porque...—intenta responder, escupe sangre mientras se toca el abdomen y prosigue—. Nosotros si les sentimos afecto.

—¿Afecto? A mí me encantan los peces, pero no suelo rogar por la vida de ellos. —confiesa la mujer mientras mira la media luna.

—Creo que es subjetivo, no todos sienten igual. —comenta el hombre grandote.

—Si ese es el caso, déjame decirte que te ves patético en la posición que estás. —opina la mujer, y comienza a fumar otro cigarrillo—. Solo digo, así como Lastres, hay sitios mejores. ¿No has conocido la isla mafiosa?

—Así... como Lastres... ni Castle Combe... mucho menos Bagres... puedes compararlos, ya que son especiales por sí solos.

El líder se levanta y lo vé con mucha seriedad mientras se mantiene pensativo. La mujer sigue comentando que todo lo dicho por él es patético y vergonzoso. El hombre de escamas sonríe, dándole la razón. En cuanto al grande, se queda observando el entorno para cuidarse de alguna otra emboscada. Es el único que está pendiente de nosotros por si nos acercamos. Los demás andan tranquilos y confiados.

—¿Podrías terminar de una vez? ¿Acaso necesitas alguna asesoría para orientarte en este caso? —le pregunta la mujer al líder.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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