The Magic World

C66: Escape

Drake:

«Joder, su magia es demasiado pesada para mí».

Doy mi mayor esfuerzo en usar suficiente poder mágico, sin generar tantas llamas para no captar mucho la atención. Sin embargo, la fuerza de su energía oscura fue tan bestia, que me empujó como muñeco de trapo, y terminé arrastrándome por el suelo en medio del pasillo. Alzo mi torso un poco y, al estar a punto de pedirle a mis amigos que se retiren, ella cubre toda la estructura de nuestro alrededor con esa masa oscura. Luego cierra sus manos con dureza para comprimir el piso entero.

No nos dió tiempo de reacción cuando ya estábamos en el mismo nivel que los demás reunidos. Hemos caído en un costado del gran espacio central, donde interrumpimos el rito que ejecutaban. Sentimos las miradas de todos, y rápidamente corrimos hacia la misma dirección, tratando de conseguir una salida. No hizo falta comunicación verbal, sabíamos lo que era prudente.

—¡Son intrusos! ¡Atrápenlos! —exclama uno de los sacerdotes mientras nos señala con un dedo. Las brujas comienzan a correr para buscar sus escobas y varas mágicas.

La mujer que nos atacó baja, usando su masa oscura como escalera eléctrica. Al llegar, intercambia miradas con la bruja líder, Evanora. —Podías acabarlos de una vez, Tara. ¿Por qué ni siquiera ayudas en las tareas más sencillas? —dice ella.

—Ya te lo dejé bien claro, Evanora, no soy parte de tu plan. —recalca, firme e imponente como ella—. Estoy aquí por mi interés personal, solo ayudaré en lo más mínimo. Si no fuera por mí, posiblemente no se habrían enterado de que los espiaban.

—¡Yo me encargaré de esos traviesos! —informa la creadora de armas mágicas mientras vuela rápidamente por sus botas propulsoras.

—¡Se acercan! ¡Están alcanzándonos con la ventaja de velocidad de vuelo! —dice Boonie, preocupada.

No paramos de correr. Lucy se adelanta para buscar la salida, ya que puede volar muy rápido. En eso derriba un muro con su buen choque particular para abrirnos paso. Ha mejorado mucho la dureza de su cuerpo. Varias brujas se nos interponen en nuestro camino. Así que Leo libera una potente llamarada de fuego, pero entre las seis, unen fuerzas para bloquear su ataque con una barrera transparente. Él se queja por eso. Le pido a Boonie que me ayude y a Kevin que cubra la retaguardia. Este tira granadas de conmoción que aturden a las enemigas de atrás. Mientras tanto, Boonie debilita la barrera, absorbiendo su energía mágica. Yo cubro mi brazo de la piel dura que ahora poseo, y conecto un fuerte puñetazo que, a pesar de haberme costado romperla, lo conseguí.

En seguida esquivo con un buen salto un pequeño rayo de energía mágica lanzado desde la varita de una bruja. Luego le doy un puñetazo en el rostro con este mismo brazo. Ella cae al suelo, quejándose profundamente de dolor y retorciéndose, debido a que le partí la nariz.

—¡Aaaaahhh! ¡Eso fue muy jodido! —comenta ella.

—No fue nada del otro mundo, Boonie. —opina Leo mientras seguimos escapando.

—No le quité poder mágico a las brujas, solo a la barrera. —confiesa.

—No podrán escapar. —dice la creadora de armas en forma de canto con una gran sonrisa. Se acerca mucho más rápido que el resto de enemigas.

—¡Leanne! ¡Están apunto de escapar! —le informa una de las brujas—. ¡No dejes que escapen!

Leanne es peliroja, ojos color café y piel blanca, con un tamaño pequeño de 1,56. Tiene pecas en las mejillas y pestañas muy bonitas, cabe destacar. Viste botas marrones, camisa blanca con rayas rojas abotonada, pantalón negro y lleva consigo una mochila en su espalda. Por lo que parece, es armera y se encuentra trabajando para los líderes... o solo para los sacerdotes y principalmente Ignes.

Una vez que subimos dos pisos en el trayecto, finalmente Lucy consiguió por dónde salir directo al bosque. Es cierto que podemos usar los collares teletransportadores para irnos en seguida, pero implicaría dejar a Collette. A parte de eso, Alator no quiere ser una fuente de escape. Solo podemos usarlos cuando sea muy oportuno y necesario, no para salir de ciertos aprietos con facilidad.

—¡Sigan avanzando! Yo los cubriré. —informa Leo mientras se voltea para enfrentarse a las brujas y ayudarnos a escapar.

—Creo que no estás siendo muy sensato, mi amigo Dimond. —opina Boonie, realizando una mueca graciosa mientras lo rebasa.

—¡Leo! Déjate de estupideces, ¡vente ya! —le ordeno, muy preocupado. Todos ya nos hemos adelantado.

—No les falta nada para alcanzarnos. Tranquilos, conseguiré la manera de escapar. —dice, bastante seguro de sí mismo, y enciende sus brazos y piernas en llamas.

—Este niño va en serio. —comenta Collette.

—No podemos dejarte aquí, yo te ayudaré. —le dice Boonie apunto de volverse, pero las palabras de Leo la detienen.

—¡No puedes ayudarme! ¡No eres fuerte como para hacerlo! —exclama. Boonie queda en shock, y no tarda mucho para molestarse, pero Collette la engancha por el abdomen y la trae con su masa oscura.

Leo consigue abatir a unas cuantas brujas. Está incendiando todo el pasillo de tal forma que les impide avanzar con facilidad. Sin embargo, la armera se acerca velozmente por sus botas propulsoras, y saca un aparato del tamaño de la mano. Al encontrarse frente a él, la extiende y libera desde esa cosa una onda en toda la cara. Este cae y es arrastrado por el suelo. Podemos ver cómo ha sangrado por la nariz, el impacto fue bastante potente. Está aturdido, tirado en el piso, sangrando y rodeado. Aun así, Leanne no se detiene, busca atraparnos a todos. Lamentablemente tiene a uno.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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