Collette:
Los vampiros estamos agradecidos enormemente por la gran ayuda de estos estudiantes de Bextruz. Mi padre les dió una recompensa económica, no muy alta ya que fueron modestos. Se quedarán en mi hogar durante una semana más. Tanto Morthis como varios amigos suyos quisieron programar un viaje turístico por la isla. Tal vez no sea lo más bonito para ellos, siendo tan tenebrosa, escalofriante y oscura, pero pueden conocer distintas criaturas en esta zona.
El viaje será subir la montaña caminando, luego nos traerán en carroza. Iremos al paso de ellos, ahora tenemos de vuelta nuestras verdaderas capacidades físicas. Recorremos el bosque floral, lleno de color rosa y rojo por las hojas de los árboles y flores. Contando con buena diversidad de criaturas, una pequeña cascada que circula el agua por el río en bajada y, lamentablemente, los escombros del Castillo Nosferatu. Ah, sí, se me olvidaba, también carga en la punta el enorme cristal que ilumina Blood Sacred.
—Nooo~~. —chilla Lucy, parada frente a varios árboles quemados—. Yo los maté~.
—Fue gracias a un bien mayor, deja de sufrir. —le dice Leo, bastante duro, mientras sigue caminando.
—¡¿Acaso eres insensible con las plantas?! ¡Provoca quemar tu trasero!
—Ya, ya, tranquilos. En realidad, no están muertos. —informo con una expresión facial amable—. Estos árboles son menos comunes, difícilmente los matas de raíz. Si no lo haces de esa forma, se regenerarán súper rápido. Tanto que en un mes se verán igual que antes.
—Aish, qué bueno escuchar eso. Salvaste mi corazón destrozado, Collette. —confiesa Lucy, muy dramática.
Quedaron encantados con lo bonito que es el bosque. La primera vez que vinimos se centraron más en cumplir la misión. Hemos estado viendo animales pequeños y tiernos. Kevin se encontró una ardilla que puede cambiar de color su cuerpo y lo que toca, sin ser mucho más grande. Él extiende su mano, esta lo toca e increíblemente la mano completa se vuelve azul como su camisa. De ahí la acaricia. Quedó tan encantada que lo guió al nido, donde hay bastantes como esta. Casi todas lo tocan en distintas partes y tanto la ropa como la piel obtienen tonalidades de colores.
—¡Qué maravillosas! —comenta Boonie, y se les acerca para que le hagan lo mismo. Ambos quedaron como un carnaval de tantos colores. —¡Miren esta locura!
—Debieron esconderse al igual que muchos animales cuando luchaban. —supone Alator mientras acaricia una de esas.
—Los hombres lobo también aterraban a todos aquellos de tamaño pequeño y regular. —cuenta Morthis.
—¿Y los grandes? —pregunta Leo.
De repente sale un gran energyrino corriendo tras él. Este se espanta y comienza a correr. En el mundo mágico estos son como rinocerontes, pero tienen mucho más tamaño y volumen; también contienen enormes cantidades de energía en todo su cuello. Leo va de un lado a otro tratando de escapar. Pide que se lo quitemos, solo Morthis le hace caso. Él usa sus murciélagos para elevarse, lo ayudan. Luego se monta en el lomo e intenta domarlo. En ese momento empieza a tirar rayos potentes de energía al Dragon Slayer, el cual esquiva como puede, aunque uno le impacta en el trasero.
—Qué estupendo, no olvidaré esta escena. —comenta Lucy, satisfecha.
—¡Ya! ¡Deja de moverte, jovensuelo! —exclama Morthis mientras trata de mantenerse encima del lomo.
Leo le hace caso. Es empujado por el animal y lo lame por toda la cara. Una lengua grande, oscura y discosa. Morthis finalmente consiguió dormirlo a los pocos segundos, aplicando una técnica con ambas manos junto a las piernas.
—Tienes habilidad para domarlos. —admite Drake, sorprendido.
—Ah, sí, soy bueno con los animales y criaturas mágicas. Aunque mis mejores amigos son los murciélagos. —contesta de espaldas. Cuando voltea para verlo, abre los ojos en grande, impactado.
—¿Y... qué pasa cuando todos los animales se interesan en mí? —interroga con el montón de estos alrededor suyo, ni siquiera lo dejan caminar.
—¿Qué demonios...? —se pregunta Morthis, confundido y asombrado. Alator le presta aún más atención al igual que yo. —A ver, intenta hablarles, ordénales o pídeles algo.
Drake lo intenta varias veces, y hasta mueve su cuerpo algo brusco, pero los animales no lo dejan. Están muy encariñados con él. Morthis se queda pensante, porque en realidad, jamás le había sucedido algo parecido. Los domadores son capaces de entenderse con los animales sin la mera necesidad del lenguaje. Usan su propia comunicación por medio de técnicas. En este caso, lo buscan a él como si fuese una reliquia, una persona tan importante que debe ser bien cuidada por ellos. Kevin afirma que no es la primera vez que le pasa.
—Muy extraño. —comenta Morthis mientras se frota la barbilla—. Si tuvieras algún don capaz de comunicarte, podía haber funcionado ahora mismo. Hubiese sido casi igual si tuvieras habilidades de un domador... ¿Por qué reaccionan de esta manera?
Alator y yo intuímos la misma opción: es el heredero al trono, Drake Sanderict. No tenemos hechos ni datos para confirmarlo, pero es la única idea que se nos ha venido y que tiene diferencia en cuanto a cualquier otro ser. Este chico está siendo cuidado por los animales. ¿Por qué? ¿De qué vendría eso? ¿Qué intuyen o saben ellos que nosotros no? Estoy conciente de que Sanderict no trae una historia buena para la sociedad mágica en general, para este mundo. No parece que los animales opinen o piensen así.