The Magic World

C104: Drake vs. Gibson

Drake:

—Es esa habilidad otra vez. —dice Collette mientras usa la masa pegajosa para atrapar a los piratas.

—¡¿Cómo te atreves a desobedecerme?! ¡¿No recuerdas quién te permitió seguir viviendo a cuesta de recibir órdenes?! —le pregunta Gibson a la criatura que estoy montando.

—Ese es el principal problema. —aseguro. Una vena brota de su frente por lo molesto que se encuentra. —Ellos no quieren seguir a un líder como tú, porque los sometes. Sienten miedo de tí, y son intimidados por lo numerosa que es tu tripulación. —Las otras dos criaturas se sorprenden. Me han entendido a mí también.

»Tu habilidad de domador únicamente permite que puedas comunicarte con las criaturas, pero no tienes ni una pizca de empatía. No te considero un verdadero domador, sino como alguien que somete e intimida a los que están solos. —Extiendo mis manos hacia ambas. —Puedo saber cómo se sienten. Si quieren ser libres y continuar convida, sepan que yo busco detenerlo a él y su tripulación.

—¡Ese es su tercer don! El entendimiento y comunicación con criaturas. —asegura Collette, orgullosa y entusiasmada, pegando brincos.

Ambas criaturas se ponen de mi lado y amenazan al enemigo con rugidos y movimientos bruscos que sacuden el agua de aquí dentro. Gibson comienza a correr, buscando la manera de salir. Ignora a los subordinados que están pidiendo su ayuda para zafarse de Collette. El calamar le corta el paso con sus tentáculos. La serpiente colorida hace que pierda visión con los brillos fuertes que llegan directo a sus ojos. Luego esta se tira a por él y le clava los grandes colmillos. Finalmente lo alza e intenta triturarlo. Sin embargo, abre un poco la boca y este consigue salir, sujetándose de dos colmillos. Como no sangra ni siente dolor, no hubo impedimento alguno para que se moviera así. Termina subiéndose con mucho esfuerzo a la cabeza de esa serpiente.

Mientras me acerco junto al de apariencia de dragón occidental, noto que saca una daga, y la mezcla con una clase de líquido que llevaba en un frasco. Me hace entender a mí que podría ser veneno. No sé cuáles serían los efectos. Tampoco quiero arriesgarme y dejar que la lastime. Así que me lanzo a una buena velocidad con mi propulsión y choco mi cuerpo contra él. Ambos rodamos en la cabeza de la serpiente mientras esta se mueve asustada.

—¡Maldita sea! ¡No pienso caer justo cuando he cumplido gran parte de mi sueño! —confiesa, tratando de mantenerse estable. Luego conecta un puñetazo en mi mejilla. Sus heridas ya están sanadas nuevamente.

—Me frustraste al principio, lo admito. Pero ahora sé cómo vencerte.

Él intenta preparar otro puñetazo. Cuando lo lanza, choca contra mi puño de armadura. Por el cansancio que siento, no fui capaz de mantener más tiempo ese don. Sin embargo, antes de que intentara hacer algo más, me impulso y conecto fuertemente mi cabeza en su barbilla. Usando la propulsión de mi primer don, me elevo al igual que él. Finalmente tomo la posición más adecuada para realizar el siguiente movimiento. Le pido al de apariencia dragonesca que abra su boca y lo mantenga dentro. Ya perdió la oportunidad de usar el veneno y la daga. Esta vez estoy seguro de que no podrá escapar con la poca fuerza física que posee.

—¡No! ¡Desgraciado!

—La idea no era derrotarte con heridas y cansancio. Lo que debía hacer desde el comienzo era buscar la forma de atraparte sin que pudieras escapar. —digo, y esta vez lo miro a sus ojos—. Tu piratería se acabó.

Realizo un giro y le doy una patada fuerte con la armadura que lo hace caer directo a la boca de esa criatura. Esta es cerrada una vez que Gibson entra, pero no lo traga. La intención es mantenerlo allí hasta que lo traslademos, ya sea a una prisión o un lugar donde puedan mantenerlo sin escape momentáneamente.

—¡Capitán Gibson! —gritan los subordinados al unísono.

—No puedo creer que él haya sido derrotado en su propio juego.

—Ahora... —comienzo a decir, muy agotado, encima de la serpiente—. Solo faltan ellos.

Los señalo, y el calamar va hacia ellos. Los toma a cada uno con sus tentáculos mientras que Collette se encarga de llevarse al resto, usando la masa pegajosa. Ella se fue por los pasillos y recorrió de nuevo la caverna. Las criaturas se sumergieron conmigo para llegar a la entrada bajo el agua. A los 30 segundos llegamos y nos encontramos al resto del otro lado. Ya la batalla contra los piratas ha terminado. Tanto Leo como Kevin observan impresionados que me acompañan estas dos criaturas marinas.

—Es el de especie dragón que nos topamos aquél momento. —asegura Leo con los ojos bien abiertos.

—Jum, así que, después de haberle alimentado, decidió ayudar.

—Los animales y criaturas están para ser libres. —opino—. No deben pasar sometimientos de nadie, mucho menos de nosotros.

«¿Por qué habla así?», se pregunta Mike, confundido. «Se supone que los humanos son auténticos monstruos. Creí que hacían esto por alguna razón que los beneficiara a ellos. Pero él salvó a esas criaturas de la esclavitud que tenían bajo el mandato de Gibson. Es heróico, no malévolo».

Regresamos usando algunos de los barcos de esos piratas. Habían llegado 5 000 de ellos, 2 500 fueron asesinados por la mujer que se llevó Alator, según me cuentan. Quedaron 1 890 piratas convida después de la batalla que tuvieron contra los tritones. Los recogimos y llevamos directo a Crystal Sea, donde el rey tomaría la decisión de qué hacer con ellos. Solo pudieron sobrevivir 220 tritones de 1 000, gracias a la habilidad curativa de Lucy. Ella le confió sus libros, Boky y Bookie, a la princesa Mary para que los cuidara. No quería arriesgarlos llevándoselos al mar.



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En el texto hay: personajes variados, combates epicos, lugares magicos

Editado: 27.10.2022

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