En el segundo piso del templo, encuentran un pasillo igual de largo que el anterior con sus respectivas escaleras al otro extremo. A lo largo de la caminata, hay muchos tableros parados en horizontal. Son movibles. Cada uno tiene la representación del mundo de los demonios, cómo viven, costumbres, estilo de vida, entre otros aspectos que los rodean y forman parte de ellos. A medida que avanzan, deben evadir los tableros. No trae ninguna dificultad o truco, solo obliga a quien pase por allí a ver las ilustraciones dibujadas y pintadas. Con un silencio absoluto, ellos continúan su camino hacia el objetivo. Lentamente para observar con cierto detenimiento.
—Esto es el Inframundo. —asume Mael.
—El hogar de quienes una vez esclavizaron el mundo. —dice Leo.
—No tan solo una especie, sino la más temida. —comenta Drake.
Dos demonios practicando sexo. Uno asesinando a otro. Un grupo de ellos se pone de acuerdo para asaltar un hogar enriquecido. Sangre, gritos, dolor, desesperación, rencor, odio y venganza visualiza Leo en pocos dibujos. A pesar de ser atrocidades, no puede evitar ignorar la sonrisa que todos tienen. Son "felices" con lo que sucede. Kevin también se percata de ese detalle. En ningún momento encuentra a un demonio haciendo algo "bueno" que consideraría él. Sin embargo, tienen una alegría notoria en sus caras. Disfrutan cometer atrocidades en la vida de los demás.
Mael consigue un dibujo más decente y lindo: una familia cenando tranquilamente. La madre sirviendo los platos a gusto, el abuelo llegando a la mesa, el padre entrando a su casa y los niños devorando la comida como si no hubiera un mañana. Al dirigir el papel hacia la luz para verlo con claridad, nota que están comiendo a varios de los suyos. Cazaron y sirvieron en la mesa el cuerpo de otros demonios. Todos lo hacen con gran disfrute. Momento que él no pudo aguantar más, tuvo fuertes ganas de vomitar. Así que se echó a un lado y siguió avanzando. Mientras tanto, Drake ve el estilo de vida y esperaba familiarizarse, aunque sea en lo más mínimo. Pero no fue el caso, no sintió que él formara parte de ellos. «Supongo que mi vida completa fue en el mundo humano, ya que no siento nada además de todo el asco que tengo», piensa Drake, tocando y deslizando sus dedos en una de las hojas.
Tercer piso. Hay cuadros negros pequeños a lo largo del pasillo que tienen un dibujo hecho a tiza imborrable. Justo al frente está una barra alta con la descripción o algo de información al respecto. Leo visualiza el más cercano. La figura de un hombre cubierto en llamas azules. Le llamó tanto la atención que decidió leer él mismo, lo cual trajo una sorpresa. «Llamarada perfecta: el primer don descubierto del rey demonio. Le permite generar fuego azul, la clase de llamas que no son oxidables. Él no puede ser quemado por su propia habilidad, sin importar lo ardiente que sea», lee Leo mientras todos prestan atención.
—¡Se trata de mi primer don! —asegura Drake, y Mael abre anillos del tamaño de su mano en las muñecas como defensa.
—¡Así que tú eres el hijo del rey demonio! —exclama él. Luego tira un látigo que se estira directamente a Drake, pero Kevin consiguió quitarlo de un empujón y evitar el golpe.
—Creo que es un mal momento para esto. —opina Kevin—. Estamos cerca del mandamiento, ya puedo percibirlo.
—¿Cómo creen que ayudaré a este ser? ¿Por qué no me lo dijeron antes? —interroga, desconfiado y molesto—. Mi intención era hacer algo bueno por Purple Moon, dejando esa gema en buenas manos. ¡Pero veo que sería todo lo contrario!
—Cree lo que quieras, ya él está acostumbrado. —le dice Leo, pasando al próximo cuadro—. Si fuera realmente malo, no habría sido apoyado por el comandante de un Mago Santo.
—Cierto, Bartol ha puesto esta responsabilidad en nuestras manos, principalmente en las mías. —continúa Drake, teniendo las manos abiertas y brazos extendidos—. Si no quieres ayudarnos ahora, lo entenderé. Pero debo conseguir esa pieza y sacarla de aquí lo más pronto. Esos demonios saben que he venido, y buscarán la forma de llegar acá y tomar nuevamente la gema.
—Tú decides, Mael. —le ofrece Kevin. Él lo piensa durante varios segundos de tensión. —No queremos pelear contra ti, volviéndonos enemigos, pero estamos dispuestos a continuar hasta el final. Aunque eso implique pelear.
Suspira y contesta—: De acuerdo. Los ayudaré hasta que logremos llevarnos la gema del pueblo Doll. Ustedes se harán cargo del resto, ¿no?
—Sí, puedes confiar en nosotros. —asegura Drake con un tono leve pero firme.
«No pude absorber sus llamas porque estas eran inoxidables. Era incapaz de volverlas como las mías», concluye Leo, y ve el segundo cuadro. «Armadura de hueso: el hueso se vuelve un componente capaz de atravesar la piel para cubrir la zona externa. Esta habilidad funciona como armadura, endureciendo el hueso». Mael le pide una demostración a Drake, quien sin ninguna dificultad, realiza el acto. También genera llamas, aún teniendo la armadura. «Aura del rey», lee Kevin la próxima información. El cuadro muestra una especie de energía que brota por el cuerpo de la figura. «La energía mágica sale del rey, provocando en los demás una reacción de pesadez, debilidad y la muestra de superioridad que tiene. Esto debido a lo pesada que es su aura», termina Kevin. Realizan un intercambio de miradas, pero Drake asegura que eso todavía no sabe hacerlo.
«Domador de bestias: le ofrece la habilidad de comunicarse directamente con las criaturas. Estas pueden entenderlo, y los pensamientos que tienen son comprendidos por telepatía», lee Mael. Estaban a punto de averiguar el resto, ya que Drake solo ha podido conocer y dominar tres dones. Hay en total ocho cuadros con su respectiva información. Sin embargo, recibieron un ataque rápido en conjunto. Los cazadores bajaron del piso 3 y los bandidos subieron desde el 1. Quedaron acorralados por enemigos desconocidos. Sacan varias armas mientras ellos suben la guardia.