Myra me ha obligado a lavarme, al parecer mi aspecto era terrible al igual que el repugnante aroma que mi cabello y piel poseían, así que decidió incluir extracto de rosas en el agua, vació el contenido del frasco sin dudarlo, y éste estaba totalmente lleno. Veo detenidamente el vapor del agua caliente subir frente a mis ojos en una nube casi blanca, el aroma es exquisito y confortante. Cierro los ojos y respiro profundo hundiendo mi cabeza en el agua, siento como mi cabello flota dentro dé, como si cayera en el aire lentamente, escucho el latir de mi corazón en mi cabeza y cuando el aire comienza a terminarse decido salir, miro por el pequeño espacio que hay bajo la puerta, hay alguien detrás que camina de un lado a otro lentamente, puedo verlo por la luz de las velas que iluminan donde se encuentra.
Tan pronto como me visto abro la puerta curiosa por saber de quién se trata. Me observa, esa mirada me dice que se siente como un idiota. -Myra me ha dado un brebaje, ya no estoy ebrio, pero sí con una terrible resaca- baja la mirada, su cabello está sucio al igual que su ropa. -Lo siento, debía estar contigo, si algo hubiese salido mal ahora mi mejor amiga estuviese muerta-.
-No tienes por qué disculparte, lo sabes, Thomas. Las decisiones que tomo por muy tontas que parezcan la mayoría de las veces siempre salen bien-.
-No siempre será así, Hope. Tienes que ser más realista-.
-No puedo ser realista, ese brujo asesinó a cientos de los brujos de Karp, asesinó a Nathaniel-.
-Debes parar...-.
-¡No me pidas eso! Creí que al menos tú me apoyarías en esto, sabes a cuantos de los nuestros han asesinado por culpa del rey de Brayton, y no me refiero solo a los habitantes de Karp, por miles de años ha sido de esa manera-.
-Nada cambiará solo porque una bruja desee asesinar al rey, aun si lo hicieras una guerra será inminente-.
-Tal vez es lo que necesitamos, una guerra-.
-¿Es que acaso te estás escuchando? No solo brujos guerreros morirán, también mujeres y niños inocentes. Hope, piensa bien, debes pensar en lo que Conrad diría. Recuerda cual es nuestro verdadero objetivo, acabar con los brujos oscuros y salvar a los nuestros-.
-¿Y después qué? ¿Qué ganamos con salvar a cincuenta brujos si más siguen muriendo por causa del rey? Sería estúpido no intentar hacer algo ¿No lo crees?-.
-¿Y si Damon decide que no quiere asesinar a su padre? ¿Qué tal si solo está engañándonos? Sería fácil para un príncipe que lo ha tenido todo saber engañar a una bruja con palabras elegantes y bonitas que nunca antes había escuchado. Sabe qué tan poderosa eres, te necesita para rescatar a los suyos, ¿Cuántas veces le has salvado la vida? En Karp fue para asegurar la victoria de su linaje, al ver que seguías con vida y que su padre ya se había ido, decidió no dejarte morir porque aún faltaba tanto camino por recorrer, no podía dejar morir a su protectora-.
-Es suficiente-.
-¡No quiero que salgas lastimada!-.
-Solo quiero dormir, es todo lo que deseo ahora- he comenzado a cansarme de esto, no soy algo que necesite ser protegido porque es frágil.
Levanto la mirada al cielo con la esperanza de poder ver la luz de la luna antes de que amanezca, es imposible notarla, está tan nublado que ni siquiera se distingue su luz, aunque puedo sentirla un poco. -Toda la vida he creído que los brujos de la luna son oscuros, ahora veo lo equivocada que estaba, porque cuando te veo, lo único que percibo es un alma pura y honesta. Dime ¿qué es lo que te pasa?- aparece a mi lado, no sé en qué momento ha llegado, solo sé que es grato tener compañía en este momento, o al menos a alguien que no me dirá qué decisiones debo tomar.
-Lamento haberte mentido-.
-No tienes por qué disculparte-.
Su voz es dulce y amable, una parte de mí creyó por un momento que me odiaría al conocer mi linaje. Ahora veo que me he equivocado terriblemente. El tono en su voz me recuerda a mi madre, suave y tranquila.
-Sabes... mi madre se clavó una daga cuando Damon y su guardia llegaron a mi aldea, mi padre huyó y mi mentor murió, mi aldea fue destruida por brujos oscuros y cuando creía que había encontrado un nuevo hogar el rey llegó para acabar con todos. Ahora que he acabado con el brujo de ese maldito, lo único que está en mi mente es hacerlo sufrir tanto como él lo hizo con los brujos de Karp. Myra, no quiero herir a Damon, pero tengo que acabar con su padre incluso si eso me cuesta la vida, porque estoy segura que una vez que él sea rey todo cambiará para bien. No temo a la muerte, aun así, me esfuerzo demasiado por mantenerme con vida, porque hice una promesa...- me toma un momento darme cuenta de que mis mejillas están empapadas, lloro, algo oprime mi pecho con fuerza, es como si no pudiese respirar. -Extraño a mis padres, nunca más volveré a ver a mi madre, y mi padre... desapareció, mi vida cambió tanto desde que salí de mi aldea, a veces quisiera que todo esto fuese un sueño y que al despertar mi madre me sonría amablemente como solía hacerlo, salir por la noche corriendo una vez que mi padre me lanzase una mirada fulminante por no ir con las demás brujas de la aldea... Ya no quiero nada esto, no quiero evitar hacer lo que quiero porque Thomas o Damon consideran que es peligroso, al principio me arriesgaba como ahora y lo único que sentía era una carga de adrenalina que me hacía sentir viva, ahora, ambos se encargan de hacerme sentir como si fuese de cristal y fuese a romperme en cualquier momento. Pareciera que la antigua Hope se ha ido, y ahora solo está la parte que todos quieren proteger porque creen que en cualquier momento puede romperse y desaparecer- sujeta mis manos temblorosas y sonríe mirando mi rostro empapado.