Capítulo VIII

Bueno, Ashton y yo nos besamos, pero nada cambió seguimos siendo amigos, llevándonos igual. Ese beso supongo que fue el que hizo que nos unieramos otra vez. Aunque suene raro yo no quería ser algo más que amigos con Ashton, no digo que mi primer beso no me haya gustado, ni que no sienta cosas por él... Simplemente me parece demasiado apresurado.

—¡Meg! —me saludó con un beso en la mejilla.

—Hola Ash —sonreí.

Ashton y yo habíamos acordado que nos veríamos en la esquina del orfanato todas las mañanas, no tomamos el bus, es más divertido hablar mientras caminamos hacía la escuela.

—No entendí para nada la tarea de física. —me rasqué la nuca.

—Oh, es muy fácil Meg, si quieres yo te puedo explicar en receso. —se ofreció con una sonrisa.

—Claro. —le sonreí de vuelta y nuestras miradas chocaron.

(...)

—Los chicos del equipo de basquetbol son geniales, deberías conocerlos.

—No lo sé, sigo con la idea de que a las demás personas no les agrada que andes por ahí conmigo.

—Que no les agrade tal vez no te lo puedo negar, que me importe es otra cosa, no lo hace. Además pienso que les podrías caer bien.

—Eso espero.

—¿Vamos al jardín hoy en la tarde?

Esa era una pregunta a la que yo estaba acostumbrada a escuchar casi a diario, habla del jardín en el que me encontró el día del beso. Días después le explique el significado que ese lugar tenía para mi.

*FLASHBACK*

—¿Por qué este lugar es tan importante para ti Megan? —preguntó curioso Ashton sentándose en el cesped verde.

—Verás cuando cumplí 10 años Romina organizó una pequeña fiesta de cumpleaños aquí para mí, —Ashton estaba por decir algo sobre Romina pero continué. —En realidad, ella solo me mostró el lugar. Me encantó este lugar desde que lo vi por primera vez, toda la calma y serenidad que hay aquí, siento que puedo estar tranquila un rato, o incluso una eternidad. Y como ves este lugar esta a unas pocas cuadras del orfanato por lo que siempre que me sentía una mierda, venía aquí, luego se convirtió en mi lugar favorito, cuando no me dejaban salir recuerdo que hasta en una ocasión me escapé sólo para venir aquí, tenía 13 años. Aquí hay muchos recuerdos, la mayoría dolorosos. Aunque hace tiempo que no necesito venir aquí para sentirme mejor.

Era verdad, no necesitaba más que ese jardín y a Ashton podría pasar el resto de mis días con sólo ellos. Aunque últimamente no importaría que dejara de ir allí mientras siguiera con Ashton.

—¿Cuál es la razón? —dijo con su característica sonrisa.

—Tú, porque tú me escuchas, me has hecho en sólo estas semanas ver que la vida es linda si le buscas el lado bueno, creo que tú eres incluso mejor que mil jardines como este. Eres lo mejor que me ha podido pasar. —confesé.

—Megan... —se acercó a mi y me abrazo recargando su cabeza en la mía. —Podríamos venir aquí si tu quieres, quiero compartir más recuerdos contigo, no importa que sean buenos o malos.

*FIN FLASHBACK*

—Por supuesto. —contesté con una sonrisa después de salir del trance.

Romina por alguna razón me esta dando libertad, varias me dicen que debe ser porque en unos meses salgo  de aquí, otras que por mi buen comportamiento, yo no tengo idea de que podría ser.

(...)

—¿Qué es eso? —tomó mi libreta.

—¡No Ashton no veas! —brinque entre el cesped para poder tomar mi libreta (Ashton era unos 10 centímetros más alto que yo).

—¡UNA CANCIÓN! —gritó.  —¿Para mí? —finjió estar alagado.

—¡Basta! ¡No es para ti! —dije entre risas mientras seguía intentando alcanzar su brazo.

—¿Te digo algo? ¡Puedo ayudarte a completar la canción! —dijo emocionado.

—Claro si tu quie...  —no me dejo terminar la oración, me cargó llevandome a sus hombros hasta llegar a el árbol más grande del lugar.

—No tenías porque cargarme. —finjí enojo.

A veces me molestaba que hiciera eso, me hacía sentir inferior...pequeña.

—No pesas nada, además soy fuerte. —fijo señalando su músculo haciendo alarde de su fuerza yo solo reí como respuesta.

(...)

Aquella tarde Ashton y yo terminamos la canción, me sentía muy feliz por ello, era lindo saber que habíamos hecho algo tan especial juntos. Varios días después nos encargamos de ponerle el ritmo, Ashton y yo haciamos buen equipo después de todo, no sabía que tocará  la guitarra, un talento oculto dice él.