Capitulo 25

Pov's Derek:

Hace dos semanas realizamos la entrega y todo salió bien, aunque ahora las cosas están tensas. Las notas de Rick se hacen más frecuentes dejando el ánimo de mi chica por los suelos, Aarón aún está dolido con el por lo que le hizo a su hermana y los demás tratan de disimular sus verdaderas emociones.

Dean nos "presentó" a su prometida que resultó ser mi hermana y desde entonces hemos hablado para restablecer la relación que teníamos antes.

Mi madre y Valery se emocionaron tanto al verla que terminaron en el suelo las 3, literalmente. Mijail le hace ojitos a mi madre y viceversa.

Matt ayuda en lo que puede a Erika y Seb con respecto al pequeño Mason que cada día crece un poquito más.

En estos momentos estoy acostado en nuestra cama con Megan apoyada en mi pecho mientras yo le acarició el cabello. Por este día quisiera ser alguien normal, sin problemas ni mafia de la cual debamos preocuparnos a sí que empiezo con mi plan.

Me levanto de la cama sin despertarla, tomo mi celular y salgo de la habitación sin hacer el más mínimo ruido. Busco en la lista de mis contactos hasta que encuentro el número que necesito y le marco.

– Más vale que sea importante, aún es temprano –se queja lanzando un bostezo.

– Damián son las 11:37 de la mañana –le digo en tono juguetón.

– Vete a la mierda Jones, sabes que ayer salí al club con los chicos –gruñe algo molesto.

– Está bien pero no te enojes –suspiro– Necesito que me ayudes a organizar una salida normal con Megan –suelto una risita nervioso. Escucho un golpe seco al otro lado de la línea y río más fuerte al imaginarme que fue.

– No te rías, eso dolió –casi ni le entiendo lo que dijo al tener las manos en la mejilla para amortiguar el golpe.

– Ya ya, me ayudas o no? –pregunto impaciente.

– Pues claro! Le avisaré a las chicas, ellas saben de más cosas normales que yo –habla divertido.

– Gracias –cuelgo. Bajo las escaleras para ir a la cocina y preparar un delicioso desayuno para mí castaña. El tiempo que llevamos de novios nunca hemos tenido una cita o salida normal, siempre aparecían encargos, persecuciónes o balaceras que terminaban con alguno del grupo en el hospital.

Termino de preparar los panqueques con Nutella y el chocolate caliente, a pesar de que estemos en verano a Megan le encantan. Dejo la fruta picada en un plato y antes de terminar de rellenar los panqueques unos brazos envuelven mi cintura sacándome una sonrisa.

– Buenos días princesa –hablo observando de reojo su rostro.

– Buenos días nube –contesta adormilada.

– Nube? –pregunto volteando a verla.

– Algún día sabrás el porqué de ese apodo –sonrie apoyando su cabeza en mi hombro. Paso mis brazos por su cintura acercándola a mi formando un gran y cálido abrazo.

– Un día de estos voy a morir de diabetes –Jake se apoya en el marco de la puerta observando nos con los brazos cruzados.

– Tu estás igual con Cam a sí que no molestes –se defiende sin apartarse de mi. Levanta los brazos rendido y se sienta en uno de los taburetes, en eso entra Mijail jugando con sus manos– Papá? –cuestiona la castaña levantando la cabeza.

– Podemos hablar? –nos observa a Jake y a mi para luego enfocar su mirada en Megan– A solas –esta asiente separándose por completo de mi, deja un corto beso en mis labios y sale de la cocina junto a su padre dejándonos confundidos.

– Nunca actúa así –aclara mirando el pasillo por donde se fueron. Hago un gesto con mis hombros y absolutamente todos los demás entran a la cocina riendo.

(...)

Las chicas entran a la sala tratando de que el oxígeno llegue a sus pulmones y ganándose una mirada curiosa de todos nosotros. A los minutos de que Mijail y Megan desaparecieron por los pasillos mi castaña llamo a las chicas con urgencia llevándose las con ella.

– Se puede saber que les pasa? –cuestiona Seb levantándose del sofá. Se miran entre ellas tratando de contener la risa pero no les funciona y vuelven a estallar en risas.

Los chicos y yo cruzamos miradas cómplices. Cargamos a las chicas como sacos de papas hasta el patio cerca del borde de la piscina provocando que sus risas paren de golpe.

– Ni se te ocurra Jones –gruñe lanzando golpes a mi espalda. Suelto un pequeño quejido cuando golpea mis costillas, para ser pequeña tiene fuerza.

– Te calmas –sonrio de lado saltando un poco.

– Derek! No me hagas tirarte a la piscina –advierte con tono amenazante.

– Y como lo harás? –le digo desafiante agrandando mi sonrisa pero no dura mucho. Megan pasa una de sus piernas al otro lado de mi cuello, hace una voltereta llevándome con ella y cuando me suelta siento el agua hasta donde no debería.

Salgo a tomar aire y me encuentro a todos en el suelo burlándose de mi. Megan me observa de brazos cruzados y con una sonrisa en su rostro.