The perfect boy

Capitulo 2:

Se notaba la incomodidad de Cameron a leguas. Sarahí no quería sentirse divertida pero si lo hacía. Sabía lo incómodo que podían llegar a ser los chicos, lo supo en la escuela cuando estaba rodeada de ellos todo el tiempo hasta que se acostumbro.

—¿La estas pasando mal?

Cameron sonrió sarcástico. —Te parece.

—Tu querías ser mi amigo.¿No?

Él negó divertido y ella tomó de su jugo aún mirándolo con una sonrisa. El relajado ambiente se puso tenso cuando Richard apareció a su lado y carraspeo.

—Sa…

—Me llamó Sarahí.—Lo interrumpió sin siquiera mirarlo, odiaba ser grosera con el pero no hay otra cosa que le saliera por como se habia comportado, sabía que Cameron se había dado cuenta de su actitud porque automáticamente se puso tenso.— ¿Que pasa?

Richard se movió incómodo y habló tan bajo como los gritos de los chicos se lo permitían.

—Quiero hablar con Traicy.

—¿Y necesitas mi aprobación o que?

Richard estaba empezando a impacientarse y se notaba por la forma en que su rostro se arrugaba y las venas de su frente empezaban a notarse. Richard es el típico buen partido que todos los padres y madres quieren para sus hijas y las chicas desean tener como futuro esposo, es lindo, tiene una beca por el fútbol y un futuro con muchas oportunidades, sin embargo su padre comenzó arruinarlo hace unos años, el estaba siendo muy presionando para ser la estrella del equipo, había empezado a conseguir “ayuda” de esteroides. Paso de ser encantador a aterrador, todo eso Sarahi lo sabia por que los chicos lo decían y porque habían estudiado juntos desde los 15, solía pasar mucho tiempo con jugadores de fútbol. De todas formas nadie que no fueran ellos se animaria a decir algo y ella creía no era de su incumbencia, no se podía ayudar a alguien que no quería ser ayudado.

—Sarahí quiero hablar con mi jodida novia y se que esta contigo.

Ella se levantó de la silla, Cameron estaba atento a cada uno de sus movimientos y Chad miraba la escena con el ceño fruncido desde el otro lado de la mesa. Le tendió su nuevo bolso violeta a Richard.

—Toma,  fijate si la tengo escondida en el puto bolso.

El tiro el bolso al suelo con una violencia que ella no esperaba y se acercó de forma intimidante, Sarahí no retrocedió. Sin embargo Cameron se levantó en el momento que Richard se acercó a ella.

—¿Te crees muy impresionante por ser una puta?

—¿Te crees muy impresionante por golpear mujeres?

Richard retrocedió y río sin gracia, eso le había dolido o por lo menos incomodado. Sus pupilas se habían dilatado y apretó la correa de su mochila.

—No te enojes, todos saben te follas al equipo y por eso protegen tu culo—Él había dicho eso con una sonrisa en el rostro y había levantado la voz para que todos lo escucharan.

Si antes algunas personas los miraban curiosos, ahora toda la cafetería quedó en silencio excepto por algunos murmullos, Sarahí miró unos segundos a Richard y sonrió. Varias sillas se escucharon rechinar y una cayó hacia atrás haciendo un ruido un poco exagerado, sabía que ese había sido Chad, el era el que peor temperamento tenía cuando de ella se trataba.

—A todo el equipo no, solo me follo a Travis, Chad, Kenny y estoy intentando meterme en los pantalones del nuevo tambien. ¿Tienes algún problema con que explore mi sexualidad como se me da la gana? ¿O además de golpeador también eres anticuado?

Está de más decir que era mentira, de los que había nombrado con el único que había tenido citas era Travis y nunca habían tenido sexo, sin embargo tampoco es que fuera malo si había tenido sexo con todos ellos, no tenía pareja y era libre, nadie más que ella decidía sobre sus principios.

Richard no dijo nada, y sabía que no había sido por que se había quedado sin nada que decir, si no porque los chicos estaban ahí, a veces era frustrante ser su amiga, nadie la respetaba por ser Sarahi, si no por ser la amiga del equipo.

Cuando se volvió a sentar todos en la mesa la miraban curiosos, suspiro y rodeo los ojos.

—Por Dios, no me he follado a nadie en esta mesa, creí no hacía falta aclararlo.

Los chicos rieron y Travis le guiño divertido. Alguien tomo la silla a su lado y ella miró de reojo y volvió a suspirar, hoy estaba siendo un día particularmente malo y que definitivamente no valio la pena el gran esfuerzo que hizo para levantarse de la cama.

—Si tienes un poco de respeto por Traicy y por mi, tomando en cuenta lo increíblemente involucrada que estoy, buscaras otra mesa.—Los ojos de Jenna se abrieron y sus mejillas se sonrojaron. —No te estoy juzgando nena, en serio que no, no es mi problema y no busco involucrarme más de la cuenta, sin embargo soy la que tiene a una Traicy con el corazón roto y un ojo morado. Solo dale espacio.

—Ella...ella ni siquiera está aquí.—La voz de Jenna tembló y sintió un poco de culpa, estaba casi segura que Jenna no sabía lo que Richard le había hecho.



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En el texto hay: cliche, amor, adolecentes juveniles

Editado: 23.05.2019

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