Un grupo de tres camionetas suburban viajaba a gran velocidad por las calles de cierta ciudad, después de llegar a su destino, una gran mansión, de los 3 vehículos bajaron un total de 13 personas, en la camioneta del centro iban a bordo 5 personas, en las que iban tanto en la parte trasera como delantera, 4 personas respectivamente.
Todos excepto una mujer vestían trajes negros. La mujer en cuestión llevaba puesto un elegante traje blanco pensado más en dar una impresión de “estar a la moda” que en dar un aspecto de “profesional”, la mujer que probablemente estaba al final de sus treintas llevaba consigo un portafolios rojo, su imagen en general era como la de una prestigiosa diseñadora de modas,
- Tú y tú, y ustedes dos síganme, los demás quédense aquí –
La mujer señaló a dos hombres y dos mujeres, las cinco personas comenzaron a caminar con prisa hacia la puerta principal de la mansión, antes de que llamaran, una joven sirvienta abrió, más adelante estaba una mujer anciana, la ama de llaves, con la mujer de blanco al frente, todos entraron,
- ¿Dónde está? –
- En el mismo lugar desde hace 3 días –
La mujer se detuvo delante de la anciana, su voz estaba muy molesta, en contraste la voz de la anciana sonaba muy calmada y cortés,
- ¿Es necesario? -, la anciana mostró una expresión consternada, - de ser posible me gustaría que encontraras otra forma –
- Ya estoy aquí, entonces debes entender que no existe otra forma –
La anciana se hizo a un lado y se inclinó cortésmente en un gesto de “puedes pasar”, la mujer vestida de blanco caminó hacia adelante seguida por su escolta de dos hombres y dos mujeres, avanzaron rápidamente cruzando la mansión hasta salir al jardín.
El área del jardín era bastante extenso, el césped lucía como una suave alfombra verde, pero era todo, no había ni una sola flor o un árbol, nada de lo que regularmente se piensa cuando se escucha la palabra “jardín”, en este aspecto, más que un jardín era como un campo de futbol.
En ese enorme campo verde, en la parte de en medio, había una sola construcción, una especie de quiosco con techo en forma de cúpula,
- Maldita sea –
La mujer maldijo en un susurro y estrechó sus ojos en una mirada llena de furia,
- Esa idiota… –
El grupo de cuatro detrás de la mujer sintieron tensión en sus espaldas al ver el estado de ánimo de su líder, por supuesto, solo ellos mismos podían saber ese hecho, ya que en la superficie no mostraron la más mínima reacción.
La mujer apretó el asa del portafolio que llevaba en la mano y de nuevo comenzó a caminar, esta vez por el césped, su escolta la siguió, llegaron hasta el quiosco del tamaño de una cabaña, se detuvieron frente a la puerta, la mujer respiró profundamente, exhaló y cambió su semblante enojado por uno de seriedad.
Uno de los hombres giró la perilla de la puerta para abrirla, la mujer con el portafolio entró primero y después los demás.
Ya estando dentro, los cinco miraron a la única persona en ese lugar, una chica delgada que estaba leyendo sentada en un sillón.
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Editado: 24.04.2020