-3 SEMANAS ANTES-
Un día como todos; para mis hermanas son muy pesados, cosa que odio. Ellas hacen lo posible por cuidarme ya que regularmente no puedo ni voltear una simple tortilla-la última vez casi me quedo sin dedos; no pregunten- ahora me estoy preparando para un día muy ajetreado ya que hoy será la prueba final de Marissa y de Adeline; esa prueba tiene algo que indica si tienen la dichosa “enfermedad” como ellos le dicen. La verdad solo espero que sí la tienen se alejen lo más posible de aquí. Aunque eso implique que me dejen.
-Esteban- me llama Adeline mientras camina por el pasillo que da a la sala para llegar a mí
- ¿Qué pasa Adeline? - pregunto algo preocupado; no es muy normal que ella este así de calmada, me preocupa que a ella le afecte todo esto. No me gusta que esos idiotas hagan que Adeline se ponga así. Me enfurece eso.
-Estoy muy nerviosa-dijo ella con los ojos cristalinos, dándome a entender que va a llorar. Odio como sus lindos ojos se van inundando de lo que pronto serán lágrimas derramadas en sus mejillas.
-Ey- la miro tratando de darle confianza mientras que la tomo de las mejillas con ambas manos.
-Nada pasara; ¿está bien?, yo estaré ahí y si alguien trata de llevarte lo matare por tocar a mi hermanita-dije lo último con una sonrisa (Adeline odia que la llame hermanita).
-Oye- me mira como siempre, la mirada de “voy a matarte, pero con cariño porque te quiero”.
-Se nos hace tarde Adeline- dice Marissa un poco fría, pero sé que en el fondo está nerviosa. Me acerco a ambas y las abrazo mientras trato que el nudo en mi garganta desaparezca.
-No importa lo que pase; siempre las encontrare chicas- dije yo mientras me apartaba un poco, solo un poco de ellas. No las quería soltar. Sentía; que si las soltaba no las volvería a ver en un tiempo; y sinceramente, eso es lo que más me aterra en todo el mundo.
-ACTUALIDAD-
- Chicas, yo les dije que iba a conseguir donde vivir, por favor ya bájenme- dije algo cansado mientras colgaba de un árbol con una soga amarrada de mis manos.
Desgraciadamente correr no me sirvió de mucho; Marissa me atrapo; a continuación, Adeline me durmió oprimiendo su dedo índice y pulgar en mi cuello y de la nada desperté ya colgado. Estas chicas violentas.
-Aun así, te quedaras ahí colgado otro rato- dijo Marissa
-No sean insensibles- dije con un poco de preocupación y arrepentimiento
-Oh! Este mundo machista- dije yo con tristeza en mi voz.
Espero que eso signifique cuando las mujeres ejercen poder sobre el hombre.
-Machista es cuando los hombres tienen más poder que las mujeres idiota- dijo Adeline sentándose en el piso y recargándose en el árbol.
-Solo tú no sabes el significado de machista- dijo esta vez Marissa negando ligeramente con la cabeza mientras me veía.
Después de un rato me bajaron y seguimos caminando hasta que encontramos una pequeña pero acogedora casa.
-Tenías razón Esteban- dice Adeline sentándose en el sofá y volteando a verme.
-¿Sobre lo de la palabra machista?; lo sabía- dije con orgullo y una sonrisa en mi linda cara.
- No tonto;… sobre lo de que siempre nos encontrarías- dijo ello con una mirada de ¿agradecimiento?
- Si, Adeline tiene razón, gracias Esteban- dijo esta vez Marissa acercándose a mí y poniendo su mano en mi hombro
-Eso no se agradece; son mis hermanas y las amo con todo mi corazón eso nunca cambiara, jamás- dije yo
-Pero quiero comer- dije con una sonrisa
En ese momento Adeline soltó una pequeña carcajada para luego decir
- Yo te hare la comida- dijo Adeline mientras se paraba