The Vampire Diaries: Love Sucks [3]

CAPÍTULO 18

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Capítulo 18:
Enzo y su regreso

 

 

STEPHANIE 

 

Siento que la vida me está dando una oportunidad para aprender a adaptarme a este mundo horrible y sin sentido en el que estoy viviendo. Estoy jugando un juego que tiene reglas y muy complicadas; tiene algunas que todavía no conozco, pero que necesito reconocer y aceptar para poder seguir moviendo fichas. No quiero perder y, mucho menos, perder a la gente que amo.

 

Mis padres, mis amigos, mi novio... Toda esa gente está en el juego, algunos no saben qué movimiento dar. Es por eso, que lo mejor es encontrarme con Enzo. Sé que él sabe más cosas de las que dice.

 

No hace falta mucho tiempo para esperar que llegue.

 

—Todo ha cambiado desde que me fui, Step —dice Enzo cuando termino de decirle todo lo que hemos pasado.

 

Está sorprendido, pero se da cuenta de que no es tanto como lo que había imaginado en su momento. No puedo negar que tiene razón, pero me gustaría que no fuese así.

 

—Sí, y es por eso que no es buena idea que te quedes —digo por su bien.

 

Su mirada me deja en claro que quiere estar aquí.

 

—Stephanie, decirme esto solo hace que me quiera quedar. —Mira al frente a las personas de Mataderos adornar todo para a noche de luces.

 

Ya había olvidado el evento. Hace mucho tiempo no hacían esto, ¿por qué ahora deciden hacerlo? Nada de esto tiene sentido. Se supone que todos tendrían que hacer lo correcto para salvarse y no para emprender un sacrificio como este.

 

—¿Sabes que nunca me perdonaría que te pasara lo mismo que ha Valentín? —murmuro con seriedad—. Siempre estuviste a mi lado, no puedo dejar que mueras.

 

—Ayer, Ric me explicó lo que pasó con Elsa. También me enteré que soy parte de una familia de cazadores... Mi padre dice que somos los cazadores originales. Tiene un nombre especial —suspira—. ¿Crees que haya una manera para poder ver a Valentín?

 

Voltea a verme y yo niego.

 

—Los que están en "el otro lado", por así llamarlo, son seres sobrenaturales —le explico lo mismo que Jeremy me explicó a mí—. Valentín es un doble, eso quiere decir que sí... Está en el otro lado, pero... —Hago una mueca con mis labios—. No sé cómo puedes verlo.

 

Enzo asiente y se recarga contra la banca a mi lado.

 

—Por un momento, pensé en la posibilidad de volver a verlo. —Me mira con una pequeña sonrisa—. Le pediría perdón.

 

Suelto un suspiro de mis adentros.

 

—Igual yo. —Tomo su mano para que se de cuenta de que estoy aquí y que siento lo mismo que él por Valentín.

 

Nos miramos por unos segundos hasta que…

 

—Aquí estás. —Llega Josie y se sienta entre nosotros en la banca—. ¿Interrumpí algo?

 

Hago una mueca con mis labios.

 

—No lo entenderías —respondo—. Solo hablábamos de Valentín.

 

—Es extraño, ¿verdad? —Sonríe y le da varias palmaditas a la espalda de Enzo—. Es bueno verte de regreso, con tantos vampiros en el pueblo hace falta tener cerca a un cálido y lleno de vida humano cazador.

 

—¿Por qué no puedes irte y usar tu sarcasmo en otra parte? —le pido.

 

—Sabes que no puedo, de hecho vine a preguntarte si vendrías a la noche de luces. —Me mira fijamente.

 

Y ahí vamos de nuevo con la noche de las luces.

 

—No lo sé.

 

—Entonces, me quedaré cerca para ver lo que decides.

 

—Josie, déjala en paz y vete de aquí —le pide Enzo.

 

Al escuchar lo que dice Enzo me sorprendo. No esperaba escuchar eso de su parte.

 

—¿Sabes? deberías quedarte callado si no quieres terminar sin tu corazón como tu primito, Valen —lo amenaza.

 

Aquello ha sido muy duro y no es justo. No tendría que abrir la boca para decirle algo tan horrible como eso. ¿No sabe el dolor que le causa? Que nos causa…

 

—¡Basta! Juro que estás llegando a mi límite —gruño y me levanto de la banca—. Voy con Lizzie, ¿quieres venir? —pregunto sarcástica antes de que Enzo y yo caminemos hacia el Grill.

 

Cruzamos la calle y entramos al Grill, donde Lizzie me dijo que estaría. Me detengo en seco al ver a Martín Larreta bebiendo con Gonzalo y Ric en la barra. Esto, sin duda, no tiene ningún sentido, al menos, no uno bueno: eso es obvio.

 

—¿Step, qué pasa? Estás pálida —me pregunta Enzo.

 

Mi teléfono comienza a vibrar y lo saco de mi pantalón para contestar.

 

—Lizzie nos contó que al parecer Martín Larreta lo había atacado y después el grimorio de Davina se abrió justo en un hechizo de manifestación de fantasmas y vinimos a la casa donde murieron todas las brujas y Micaela hizo el hechizo y pudimos ver a Elsa —suelta Eli en cuanto contesto—. Y nos explicó algo sobre la bruja original dejando la puerta abierta para todos los seres sobrenaturales con algo sin terminar.

 

—Es cierto, Justo ahora estoy viendo a Martín Larreta bebiendo con Gonzalo y Ric en el Grill —le comento con seriedad.

 

Esto no va a terminar bien.

 

—Tenemos que cerrar la puerta y la única manera es destruyendo el amuleto de la bruja original.

 

—El collar de mi mamá.




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