Emma P.O.V
Me despierto lentamente y sin abrir los ojos, un horrible dolor de cabeza y un pesar en el cuerpo hacen que quiera vomitar mis intestinos. Angustia invade mi cuerpo como una corriente eléctrica al recordar la atrocidad que soñé anoche. Me parece que es la pesadilla más fea que he tenido en muchos años, o corrigiendo, en toda mi vida. Con dificultad abro los ojos y me encuentro en una habitación que no puedo reconocer. El extraño olor a humedad, el techo de madera y las murallas frías de concreto puro hacen que un escalofrío sacuda mi cuerpo seguido por un sentimiento de terror que circula por mi organismo.
¿Lo que sucedió fue una pesadilla?
Vagos recuerdos llegan a mi cabeza y no logro distinguir la realidad de la fantasía. Esto es realmente agobiante y hace que quiera vomitar solo del horror que siento en este momento.
¿Dónde están mis padres? ¡Dios mío! ¡JACK!
Intento dar un salto de la cama para ir en busca del pequeño niño, si algo le sucedió a Jack voy a morir tan solo del pesar que habrá en mi corazón, no puedo dejar que nada le suceda a mi hermano. Por más que intento moverme, mi cuerpo se encuentra paralizado y completamente inmóvil, como si fuese el cuerpo de otra persona, o como si mi cerebro no estuviera bien conectado para darle órdenes. Primero intento mover mi mano, pero ésta se mantiene en su lugar, haciendo caso omiso a las órdenes de mi cerebro. Pánico incontrolable, es lo único que siento en este momento y unas desbordantes ganas de romper en llanto.
- Emma, relájate. Inténtalo de nuevo.
Nuevamente intento mover mi mano y observo como mis dedos se levantan lenta y dificultosamente, provocando cierto alivio en mí.
- Ahora inténtalo con los dedos de tus pies.
Observo mis pies descalzos y doy un pesado suspiro. Lentamente hago que los dedos de mis pies se muevan hacia adelante y hacia atrás. Esto es un gran alivio, pero ahora tengo que moverme. Estoy en un lugar desconocido al cual no tengo ni la menor idea de cómo ni quién me trajo. Recuerdo haber estado en mi casa con mis amigos y familia, luego entraron personas armadas, ladrones o algo por el estilo, no lo logro recordar exactamente, ni siquiera sé por qué estoy viva ya que los recuerdos de lo que pasó son muy vagos.
Al cabo de unos cuantos intentos, logro sentarme en la cama con dificultad. Enderezo un poco mi torso y bajo mis pies descalzos al helado piso cuando un dolor agudo aparece en mi costado lo que hace llevar mi mirada hasta ese lugar. Los recuerdos llegan con claridad y como golpes a mi cabeza, el concierto, mi familia y amigos, los disparos y Alan Walton, ahora entiendo todo con claridad.
- No... -. susurro para mí misma y llevo mis manos a mis ojos mientras grandes lágrimas brotan de estos.
No sé dónde estoy parada, ni cómo llegué aquí, no entiendo nada y lo único que siento ahora es horror por la suerte que correrá mi destino. De alguna manera estoy limpia y con ropa nueva, cosa que despierta en mí gran curiosidad, tal vez demasiada gracias a la imaginación principalmente, la que me provee con ideas de lo que pudo haber sucedido.
Tal vez fuimos abducidos por aliens o tal vez solo corrimos la mala suerte de estar en el momento y lugar preciso para que esto nos sucediera.
Observo cuidadosamente la camiseta blanca de algodón que cubre mi cuerpo, temiendo que la herida que se encuentra bajo ella sea un agujero que atraviesa mi cuerpo, pero al levantar la suave tela me encuentro con una venda blanca, probablemente de gasa esterilizada que rodea mi piel en la zona del torso donde se encuentra el balazo. Esto significa que la persona que me ha traído hasta acá y ha cambiado mi ropa, también ha estado curando mis heridas y ¿Cuidando de mí? No entiendo absolutamente nada. Si les dispararon a todos ¿Quién me trajo hasta acá y curó mis heridas? ¿Es que alguno de los soldados sintió compasión y me ha traído hasta acá? ¿O acaso he sido tomada por las personas que planearon este genocidio para razones malévolas? Tengo que descubrir qué está pasando, la angustia de no entender nada me está carcomiendo y además es un riesgo demasiado grande quedarse aquí postrada. No sé quién me trajo ni qué intenciones tiene, pero si ya asesinó a todos en mi casa y lo intentó hacer conmigo, no veo el punto de mantenerme con vida más tiempo si es que no tiene un fin desgraciado para mí. Prefiero no tomar más riesgos y salir de aquí ahora.
Me levanto lenta y dolorosamente de la cama, el helado piso de madera provoca que me estremezca levemente. Doy pequeños pasos sigilosamente con los pies en puntillas para no ser escuchada alrededor de la casa y me dirijo hacia la puerta, sintiendo más adrenalina que durante cualquier otra experiencia de mi vida. Doy vuelta la perilla silenciosamente y tiro ligeramente de la pesada puerta de madera sin emitir sonido alguno. ¿Acaso cada objeto de esta casa está fabricado de madera? Es llamativo que, desde el techo, los marcos de las ventanas, las puertas y muchas más partes de esta casa están hechas de este material. Asomo sutilmente la cabeza hacia afuera de la habitación y contemplo lo que se encuentra fuera de esta. Un extenso pasillo que se encuentra completamente vacío y un aterrador silencio que cubre la casa es lo único que encuentro. Lentamente salgo de la habitación y apenas cruzo el umbral de la puerta, escucho algo desde el ala oeste de la casa provocando un nudo en mi garganta.
Son pasos.