Capítulo 10: Nuevo Amor

Una vez más reviso mi reloj de muñeca con ansiedad para revisar la hora. En exactamente treinta segundo, el plazo de tiempo que le he dado a Charles para llegar va a terminar y eso significa que tengo que largarme sin más al refugio, dejándolo completamente desvalido e indefenso.

-Vamos Charles -. Me digo a mi misma tan nerviosa que un nudo e forma en mi estómago.

El tiempo ha terminado y el reloj en mi muñeca ha marcado el segundo en el que me tengo que marchar. Junto con un pesado suspiro, juntos mis párpados con decepción ya que tenía todas las esperanzas del mundo de que Charles hubiera vuelto a tiempo para poder irnos juntos y seguros al refugio, pero no.

Dando pasos largos me dirijo hacia el puto de encuentro con los demás y luego, con el alma abatida ingreso por entre los árboles al mismo sitio que visito una vez al mes. Nerviosos, mis amigos me observan entrar en silencio, buscando si es que acaso Charles viene aras de mí pero solo soy yo, con la cabeza gacha y el alma en los pies.

-¿Dónde está Charles? -. Interroga Lucy mordiéndose las uñas con ansiedad, pero mi única respuesta es alzar los hombros para hacerle saber que no hay rastro de nuestro amigo.

Apartada de los demás, me siento sobre las secas hojas delos árboles que yacen sobre el suelo, tomándolas entre mis manos para luego volverlas a dejar caer una y ootra vez, al igual que mis pensamientos.

Por una parte, no podemos simplemente salir a la vida en busca del moreno, al menos no hoy, ya que si ignoramos este único día al mes en los que nuestras vidas entran en juego, probablemente no salgamos vivos para contarlos. Pero por otra parte, Charles ya deberá haber vuelto y no tengo un buen presentimiento sobre todo esto. Él sabía que hoy habría revisión, todos lo sabíamos. No puedo simplemente dejarlo solo, a la deriva, quién sabe dónde y solo a su suerte, no me lo puedo permitir. Maldito sea el minuto en que los chicos se pelearon.

A mi derecha y con proveniencia del interior del bosque, pasos que no son nuestros me sacan de mis pensamientos e inmediatamente me ponen en estado de alerta. Alguien se está acercando al refugio con rapidez y sin titubear, lo que puede significar dos cosas: Uno, es Charles que ha vuelto – cosa que espero enormemente – o dos, es un militar quién sin saber nuestra parada se dirige a nosotros. Los demás parecen escuchar lo mismo que yo, así que en cosa de segundos, nos encontramos en un círculo con las espaldas unidas y las armas cargadas en nuestras manos, cubriendo todos los ángulos del refugio y protegiendo a Jackie quién se encuentra en el medio. Por mi lado, una silueta se aproxima, haciendo que inmediatamente alce mi arma en su dirección hasta que al fin, logro distinguirlo. Es Charles. Un suspiro de alivio escapa por mis labios a la vez que una pesada carga cae de mis hombros, aliviada bajo el arma y me acerco al moreno, quién aún a su distancia, me observa con expresiones serias.

-Charles-. Digo su nombre aliviada mientras lo abrazo con fuerza. – Por favor no vuelvas a hacerme eso -. Le digo con la voz quebrada, pero no obtengo respuesta, ni siquiera un abrazo de vuelta.

Él tan solo se mantiene estático en su lugar. Un fuerte olor a alcohol invade mis fosas nasales con rapidez, dejando en evidencia que el moreno ha estado bebiendo y probablemente esté borracho. Al descender mis brazos de su cuello, veo en su mano la casi vacía botella de vodka que carga con fuerza y antes de que pueda decir algo más, él simplemente siguió su camino al refugio sin mirar atrás, dejándome totalmente plantada en mi lugar.

-Charles -. Lo llamo a sus espaldas, pero se niega a voltear y a pasos firmes se dirige hacia donde los demás lo esperan con una sonrisa.

Esta escenita que va a plantar no va a terminar para nada bien. Se lleva la botella una vez más a la boca y bebe ahora todo el contenido restante, se limpia la boca con la muñeca y la arroja con violencia hacia los árboles, estrellándose en uno y explotando en miles de pedazos, lo que a su vez provoca un estridente sonido que hace eco en el lugar. Jack da un salto y sin decir una sola palabra se esconde tras mis piernas, observando con temor al que solía ser como su hermano mayor tambalearse de un lado a otro.

-¿Dónde estuviste durante todo el día?-. le pregunto en susurro mientras me acerco a él para no montar una escena y no llamar la atención de los militares que ahora ingresan a la casa.

-Eso es problema mío -. responde seco y con un tono de voz algo elevado.

-No levantes la voz -. lo reprocho, nuevamente hablando en susurro y él rueda los ojos.

-En vez de escondernos, deberíamos matar a esos imbéciles -. Exclama casi en grito, arriesgándose a que lo escuchen y nos descubran a todos.

-Charles, por favor no hables más, nos van a descubrir -. le suplica Lucy.

-¿Qué importa si nos escuchan? Moriremos de todas formas -. Responde nuevamente casi gritándole y haciendo que un militar voltee hacia nuestra dirección.

Charles nuevamente abre la boca para gritar, pero antes de poder emitir sonido alguno, Nick salta sobre él, tumbándolo con fuerza en el suelo y tapándole la boca a la fuerza guarde silencio. El moreno intenta desesperadamente de zafarse, pero Nicholas lo sostiene con fuerza, evitando cualquier cosa. El militar se comienza a acercar lentamente hacia nuestra dirección y mi corazón empieza a latir rápido y con fuerza. Con Charles amordazado en el suelo y Nick sujetándolo con todas sus fuerzas, no podemos volver a la posición de defensa de antes, pero si podemos defendernos algo, así que tomamos nuestras armas nuevamente y las alzamos en su dirección.

El militar se encuentra entre los árboles y nosotros, pero aún sin poder vernos.

-¡Duncan! ¡Todo bien aquí! -. Le gritan desde la casa y el joven militar voltea en su dirección.

-¡Todo limpio aquí también! -. Les responde para luego volver trotando con sus compañeros.

La vista se me nubla por unos segundos y me tambaleo al bajar el arma. Casi nos han descubierto, pero ahora estamos a salvo y los militares han comenzado su retorno y retirada de aquí.